El evento ha tenido lugar en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y su restaurante Arzábal, con una bienvenida que ha estado maridada con una copa de Mar de Frades. A continuación, se ha realizado una visita guiada privada por el Reina Sofía, un recorrido en el que se han visitado diferentes obras con características rompedoras, vanguardistas y disruptivas, valores que se han ligado a la marca Mar de Frades.

Cata del Mar de Frades 2018

Tras la visita ha tenido lugar una cata y la degustación de un menú maridado de la mano del restaurante Arzábal, que será embajada de Mar de Frades en Madrid durante este año. 

Durante la comida, Paula Fandiño, enóloga de la bodega y reconocida como una de las 10 enólogas españolas más influyentes según la revista británica Drink Business, ha explicado cuáles son las características principales de la nueva añada de esta referencia con D.O. Rías Baixas. Entre ellas, la edición de 2018 ha destacado “por sus aromas cítricos, tropicales y por sus notas florales”, ha explicado.

Este año “las abundantes lluvias y suaves temperaturas desembocaron en un rápido crecimiento de la vegetación herbácea en los suelos de las parcelas. La floración llegó tardía y en un momento de anticiclón polar atlántico. Así confirmamos un cuajado de racimos perfecto, donde ya se pudo augurar una cosecha generosa” ha declarado la enóloga haciendo alusión a los cambios de la meteorología para explicar el proceso de elaboración de su Albariño Atlántico.

La de este año es el fruto de una las cosechas más destacadas de la firma, tal y como reconocen desde la propia bodega. Un vino que es la expresión más auténtica de la uva Albariño, procedente del Val de Salnés en Pontevedra, en plena D.O. Rías Baixas, y que ha causado la admiración y reconocimiento de los asistentes a la cata.

En cuanto a la cata propiamente dicha, este albariño a nivel visual presenta un perfil cristalino, de color amarillo limón y reflejos verdosos. En nariz se pueden apreciar las notas florales de jazmín y violetas que se entremezclan con hinojo, mango y albaricoque, y acompañan a la intensidad de las notas salinas. En boca resulta contundente a su paso, para llegar a un final marcadamente atlántico que perdura en el paladar.

Maridaje

Estas características hacen de Mar de Frades 2018 un vino muy adecuado para acompañar platos que van desde todo tipo de pescados y mariscos, incluso moluscos crudos como las ostras hasta quesos o carnes que no sean excesivamente grasas como las aves o un solomillo de cerdo. La contundencia y sensación envolvente en boca, fruto de la crianza de cinco meses sobre sus lías le convierten en un vino versátil del que podemos disfrutar durante toda la comida.

Más de 60 hectáreas de viñedos propios

Desde sus comienzos en 1987, Mar de Frades ha ido evolucionando y creciendo hasta conseguir una producción elaborada al cien por cien por viñedos propios. Entre sus más de 60 hectáreas de vides se incluye la reciente adquisición de la finca de Pazo do Monte, en Ribadumia.

A la hora de seleccionar la uva, tras una primera criba en la propia viña, los racimos se transportan en cajas a la mesa de selección en la que se escogen para vinificar solo los que presentan las mejores condiciones organolépticas. Desde ahí son derivadas a los maceradores Ganimedes donde se producen unos mostos limpios que posteriormente fermentan con sus propias levaduras, manteniendo así toda la mineralidad y los aromas florales característicos de la uva Albariño.

Cabe destacar que la influencia del Atlántico es más que evidente en este vino. Los vientos del océano, unidos a las brisas de la ría de Arousa condensan la esencia atlántica en un blanco difícil de catalogar. En palabras de Paula Fandiño, esta cosecha 2018 supone todo un éxito para la bodega, y se espera que tenga una gran acogida por parte del público que, cada vez con más asiduidad, escoge esta Denominación de Origen para acompañar sus comidas y cenas.