Una alcachofa sobre una tabla de madera.
Ni pelarlas en crudo ni usar cuchillo: el truco más fácil para limpiar alcachofas rápido y sin esfuerzo
Limpiar alcachofas parece complicado, pero una creadora de contenido ha compartido el truco más fácil para hacerlo sin cuchillo y sin esfuerzo.
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Las alcachofas son una de las hortalizas más completas y versátiles que podemos encontrar, con una composición nutricional que las lleva a ser altamente beneficiosas para nuestra dieta. Se trata de una gran fuente de proteínas, fósforo, potasio y fibra, entre otros nutrientes, si bien muchas personas no las incluyen en su dieta por la complejidad que tiene limpiarlas.
Aunque hay quienes las pelas en crudo o recurren al uso del cuchillo, existe un truco más sencillo para limpiar las alcachofas sin esfuerzo, y lo podemos conocer de la mano de la creadora de contenido Sabina Banzo, periodista y foodie que comparte con sus más de 627.000 seguidores de Instagram (@sabinabanzo) diferentes trucos y consejos.
En esta ocasión ha publicado un vídeo en el que muestra dos trucos muy sencillos para pelar las alcachofas y poder disfrutar de ellas de una manera muy sencilla, sin que haya tanto reparo para poder introducirlas en la dieta, disfrutando así de su sabor y propiedades nutricionales.
Cómo limpiar las alcachofas
Antes de profundizar en la explicación de sus técnicas, la propia Sabina destaca un pequeño truco que hay que tener presente a la hora de comprar estas hortalizas. La experta asegura que cuando se vayan a comprar, hay que asegurarse de que “el círculo (las hojas de la parte superior) está muy cerrado y que la alcachofa está muy apretadita”. De esta manera, estarás haciendo una buena elección.
La primera de las formas que explica la creadora de contenido para limpiar las alcachofas es la más clásica, que consiste en poner agua muy fría, un chorrito de limón y con unos guantes, ir quitando poco a poco las hojitas de la hortaliza. Las hojas que se empiezan quitando son las de la parte inferior, es decir, las que están más pegadas al tallo.
@sabinabanzo Si la alcachofa te da pereza porque pelarla es una Odisea… guárdate este vídeo. El segundo método es mi favorito. No hay que hacer nada más que cocerlas sin pelar. Luego salen las hojas solas. Eso sí, necesitas una olla muy grande. Ah, apúntate el Recetón: -5 alcachofas cocidas -2 cucharadas de queso crema -ajo en polvo -cucharadita de limón -dos cucharadas de parmesano Tritura y tienes un paté de alcachofa espectacular 😋 #alcachofas #trucosalcachofas #pelaralcachofas #trucoscocina #recetas #chuchirecetas ♬ sonido original - Sabina Banzo
Se van quitando las hojas hasta que se quede amarilla, para luego, con el cuchillo, pelar la base y el tallo. Sabina Banzo recalca que el tallo de las alcachofas también se come, por lo que no hay que cometer el error de desecharlo.
Para finalizar, solo hay que separar el tallo y cortar la punta de la alcachofa para quedarse solo con el corazón. Hecho lo anterior, tan solo habrá que introducir la alcachofa ya pelada junto al tallo en agua fría con limón, lo que evitará que se oxide. A partir de ahí, hay que cocer durante 30 minutos con agua con sal y estarán listas.
El truco más fácil para limpiar alcachofas
El segundo truco que explica la creadora de contenido es el más sencillo y rápido para poder pelar y limpiar las alcachofas en casa. En este caso, sin pelar ni hacerles nada, se meten a hervir durante 40 minutos, para que cuando adquieran un tono más oscuro, se sacan y se deja que enfríen un poco.
A continuación, se deben retirar las hojas, que ahora se harán de una manera mucho más sencilla, sin necesidad ni siquiera de usar guantes, ya que “se pelan solas”, como asegura Sabina, mientras va quitando las hojas y retirando la primera capa del tallo.
En el caso de que se quieran conservar, la experta recomienda ponerlas en un bote con la misma agua de la cocción, cerrando para que haga el vacío y así se podrán tener listas para semanas. Lo único que hay que tener en cuenta si vas a probar este método es que la olla para cocer las alcachofas debe tener un mayor tamaño, puesto que, al hervir las alcachofas sin pelarlas, abultan más y necesitan de más espacio.
Los beneficios de las alcachofas
La alcachofa es una hortaliza que tiene una gran cantidad de beneficios para la salud, ayudando a combatir y prevenir diferentes enfermedades. Este vegetal es rico en vitaminas A, B (B1, B3, B5 y B6), C y E, así como en diferentes minerales, como potasio, calcio, magnesio, fósforo, hierro y zinc.
Incluir alcachofas en la dieta hará que se pueda disfrutar de un alimento con multitud de propiedades beneficiosas, entre ellas la de contribuir a combatir el exceso de grasa y la obesidad, de forma que contribuye a poder deshacerse de los kilos de más mientras se cuida de la salud.
A ello también ayuda el hecho de que sea un saciante natural, pero tampoco hay que olvidar sus beneficios para mejorar el tránsito intestinal y combatir la retención de líquidos, evitando la hinchazón en zonas como las piernas, tobillos, abdomen…. Además, gracias a la presencia de cinarina, ayuda a reducir el colesterol y los lípidos, pues esta favorece la producción de la bilis en el hígado y su vaciado en la vesícula biliar.
Dadas sus propiedades nutricionales, la alcachofa ayuda a prevenir distintas enfermedades como la diabetes, además de mejorar el sistema circulatorio, pero también es beneficiosa para prevenir enfermedades del hígado, como la hepatitis o la cirrosis. Ayuda a regular el riñón y mejorar su funcionamiento, mientras contribuye a deshacerse de toxinas y sustancias de desecho.
Por otro lado, destaca por tener una gran cantidad de antioxidantes que convierten a este vegetal en una gran opción terapéutica para combatir enfermedades cardiovasculares. Distintos estudios han demostrado que el consumo de alcachofa ayuda a mejorar el estado de pacientes con este tipo de enfermedades.
Por último, se ha demostrado que la inulina, presente en la alcachofa, ayuda a protegernos frente a distintos tipos de cáncer, como el de colon.
