El otro día uno de vosotros nos preguntó cómo saber si un huevo está bien de forma fácil y aprovecho la pregunta para recordaros un truco sencillísimo que igual algunos ya conocéis pero que es probable que los más novatillos no lo tengáis aún fichado.

Partiendo de la base de que se trata de un huevo que no presenta signos externos de estar chungo (pinchando aquí podéis leer todos los defectos de calidad en los huevos que se pueden detectar a simple vista con solo observar el aspecto de la cáscara), saber si un huevo es fresco o es viejo es algo muy sencillo aplicando el método que os cuento a continuación.

Cómo saber si un huevo es fresco o es viejo sin romperlo

huevo-fresco-viejo-01

Es muy fácil saber la edad del huevo, es decir el tiempo que ha pasado desde que salió de la gallina, simplemente sumergiéndolo en un recipiente amplio y profundo lleno de agua fría.

En el dibujo que os he puesto más arriba se indican distintas posiciones en las que puede quedar el huevo al sumergirlo -con cuidado eh- dentro del agua.

  • Si el huevo está muy fresco, se irá al fondo y quedará en posición horizontal.
  • Cuando el huevo tiene sobre 1 semana, observamos que se va al fondo, pero la base -entendiendo como base el extremo menos “picudo” del huevo- se levanta un poco, de manera que el huevo cuando se queda quieto en el agua no está horizontal, sino ligeramente inclinado.
  • Cuando el huevo tiene entre 2 y 3 semanas, también se queda en el fondo, pero cuando alcanza la posición de equilibrio, se queda vertical.
  • Cuando el huevo es muy viejo, se quedará flotando en la superficie.

Ahora bien, ¿cómo se interpreta esto? Pues muy fácil, si el huevo se queda en el fondo, aunque se quede de pie, se considera que está lo suficientemente fresco como para ser consumido. Si el huevo flota, es que ha pasado a mejor vida y mejor no arriesgarse con él.

Este truco es útil para saber si esos huevos que se nos han despistado en la nevera y se han pasado por poco de la fecha que llevan impresa aún son aprovechables o no.

A modo de experimento, si os queréis entretener un poco, os propongo un jueguecillo y es coger un huevo que sepáis que es muy fresco -por ejemplo, uno que tenga una fecha de caducidad bastante lejana-, le hagáis una marca con rotulador en la cáscara para distinguirlo de los demás y así sepáis que usáis siempre el mismo y repitáis la misma prueba cada día o cada dos días para ir viendo cómo va cambiando la posición de equilibrio al sumergirlo en agua. Si hay peques en casa, puede ser muy instructivo.

Imagen | Imgur

Noticias relacionadas