El ajo le da un toque delicioso y muy aromático a muchos de nuestros platos. Me encanta ese olor a ajitos fritos, ¡me abre el apetito! Pero lo que no es nada agradable es tener ese olor a ajos en las yemas de los dedos durante el resto del día, y que no se vaya aunque te laves las manos cien veces con agua y jabón… Y esto es precisamente lo que nunca debemos hacer, porque de esta forma el “aroma” permanecerá durante horas sin que baje su intensidad.

¡Que no cunda el pánico!, hay varias sencillas soluciones para este problema tan común:

Truco 1

¡No te frotes los dedos! Cuando hayas terminado de manipular los ajos, no te seques las manos con el trapo de cocina ni te restriegues los dedos. Lo más importante es ir directamente al chorro de agua fría y dejar que corra el agua sobre las manos, de esta forma eliminaras totalmente el olor. No hace falta frotar y mucho menos jabón.

Truco 2

Otra forma de eliminar el olor es frotando las manos con perejil fresco o café molido o con zumo de limón un poco diluido en agua, y luego lavando las manos con agua sin jabón.

Truco 3

Puedes también colocar en la palma de la mano una cuchara de sal y mezclarla con agua fría para hacer una pasta. Frota las manos, enjuágalas y sécalas. La sal absorberá el olor del ajo y además exfoliará tus manos. Aplica después una crema hidratante, ya que la sal deshidrata. Si tienes alguna herida en las manos, la sal te escocerá, puedes sustituir la sal por azúcar o bicarbonato.

Truco 4

Otro buen truco es frotar suavemente las manos con alguna superficie de acero inoxidable, como puede ser una cuchara, bajo el agua fría del grifo durante aproximadamente un minuto. El acero inoxidable neutralizará el olor del ajo.

Truco 5

Puedes también probar a lavar tus manos con enjuague bucal antiséptico. Neutralizará los componentes que causan el mal olor. Y si además es un enjuague con aroma, conseguirás que tus manos tengan un suave olor a menta o fresa, quedando así disimulado el olor que pueda quedar.

Resultado

Sobre todo, usa agua fría cuando laves tus manos; el agua tibia abre los poros de tu piel y hace que los aceites que causan el mal olor se impregnen más en tus manos.

En función de la intensidad del olor de ajo en tus manos, y de tu propia piel, necesitarás aplicar uno u otro truco. Personalmente, el que mejor me funciona es el de dejar las manos bajo el chorro de agua fría y frotarlas suavemente con una cuchara de acero inoxidable. ¿Cuál te funciona mejor a ti? 😉

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