Siempre he pensado que los huevos que nos dan las gallinas son un gran regalo gastronómico. Son quizá la fuente más barata de proteínas de alto valor biológico y son ingrediente indispensable en recetas tan nuestras como la tortilla de patata.

Pero hablando solo de huevos, ellos solos son increíblemente versátiles y admiten un montón de maneras para prepararlos. Y no solo maneras, sino que también permiten el uso de distintas técnicas para obtener resultados similares o la posibilidad de conseguir distintos puntos de cocción válidos usando una misma técnica para ser del gusto del mayor número de personas.

Desde cocinar un huevo duro en un cazo o hacer una tortilla en una plancha de gofres, pasando por el huevo cocinado al sol.

El canal de Youtube Bon Appetit ha publicado un vídeo en el que recoge y explica hasta 59 formas diferentes de cocinar un huevo usando todo tipo de técnicas y utensilios desde el moderno huevo a baja temperatura sous vide, los socorridos huevos cocinados en el microondas o los curiosos huevos-nube hasta algunas locuras como los huevos congelados, el huevo deshidratado, la tortilla suflada o la manera de cocinar un huevo en lugares o electrodomésticos que no fueron diseñados para tal fin como una sauna, el motor de un coche, una olla arrocera, una freidora de aire caliente o un lavaplatos.

Tanta versatilidad se debe a que el huevo no necesita ni llegar a los 100ºC para que se cocinen completamente tanto la clara como la yema, por lo que prácticamente cualquier foco emisor de calor es capaz de cocinar nuestro flamante y delicioso huevo.

Y ahora cuentános tú, ¿cómo te gustan más los huevos a ti.?