El salmón es uno de los pescados cuya demanda se ha incrementado más en los últimos años. Sus excelentes propiedades nutricionales, el hecho de que el precio del salmón era hasta ahora bastante asequible, que su sabor delicado hace que los menos amigos del pescado también le hagan un sitio en su mesa y su atractivo color han sido motivos suficientes para convertirle en el triunfador absoluto en aperitivos, cuando se presenta crudo o ahumado, y en de los menús saludables cuando se cocina a la plancha o al vapor.

Pero a lo largo de estos últimos meses, los amantes de este pescado, hemos podido comprobar como su precio iba aumentando a medida que transcurrían las semanas y, de pasar a costar unos 7-8 €/kg -comprando la pieza entera- ahora no es difícil que nos pidan casi el doble de precio.

¿Por qué está subiendo tanto el precio del salmón?

Aunque en principio pudiese parecer que la subida de precio se debe exclusivamente al aumento de la demanda, lo cierto es que hay otro factor indeseable que está haciendo que también disminuya la oferta, por lo que el precio del salmón ha ido subiendo hasta alcanzar cotas históricas y todo apunta a que lo seguirá haciendo.

Según el Nasdaq Salmon Index, que registra semanalmente el precio en origen del salmón noruego de acuicultura para la exportación, a lo largo de 2016 se superó en dos ocasiones la barrera de las 80 kr/kg (8,97 €/kg), dato bastante significativo ya que si tenemos en cuenta los máximos alcanzados en años anteriores (2013 y 2015) habían llegado solo hasta las 55 coronas noruegas (6,17 €)por kg supondría un aumento de casi el 50% con respecto a los picos anteriores.

 Un piojo, el responsable de que suba el precio del salmón

El culpable de tan notable subida es un pequeño parásito conocido como piojo de mar o piojo del salmón del que se han registrado brotes agudos en Escocia y Noruega. Como consecuencia de esto, la oferta mundial de salmón atlántico de piscifactoría ha disminuido un 9% y solo Noruega ha tenido que reducir sus exportaciones en un 5%.

Aunque en un principio, esta circunstancia no se ha reflejado en pérdidas para los productores, sino todo lo contrario ya que al subir los precios los acuicultores noruegos han tenido en 2016 uno de sus mejores años, el piojo del salmón es un tema que ahora mismo preocupa a todos, pues la plaga de estos parásitos sigue en aumento y causando cada vez más estragos en las piscifactorías ya que cada vez resulta más difícil eliminar el parásito sin matar también a los salmones.

Cómo afecta el piojo de mar al salmón

Según Ian Bricknell, un experto en este parásito de la Universidad de Maine explica que estos piojos se adhieren a los salmones alimentándose de su sangre, moco y aletas y, aunque los ejemplares adultos pueden sobrevivir con el parásito, los peces más jóvenes lo tienen mucho más difícil, ya que bastan muy pocos para debilitar su sistema inmunológico haciéndo que queden más vulnerables a otras infecciones.

Y aunque el piojo de mar no es un enemigo nuevo de los salmones, en el caso de la acuicultura resulta mucho más peligroso que el de los salmones salvajes, ya que estos últimos pueden coger unos cuantos en el mar, pero los piojos acaban muriendo en el agua dulce cuando el salmón sube a desovar a los ríos y, unido al escaso contacto entre salmones salvajes jóvenes y adultos, no supone un peligro mortal.

En cambio, en el caso de la acuicultura, con los peces criándose rodeados de redes gigantescas ancladas al fondo del mar, es un caldo de cultivo perfecto para que los piojos resulten devastadores.

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¿Se puede eliminar el piojo del salmón?

Desde 1970, los acuicultores dedicados a la cría de salmón han utilizado benzoato de emamectina, un pesticida sintético más conocido como Slice, que es su nombre comercial. Se trata de un fármaco que se administra a los salmones y que provoca la muerte de los piojos que los están parasitando. Aunque tampoco es la panacea, ya que en algunas zonas los piojos se han hecho resistentes y ya no resulta tan efectivo.

Otra alternativa es el uso de peces clicloptéridos que se alimentan de piojos de mar, pero algunos países como Canadá, otro de los principales exportadores mundiales de este pescado, no consideran este método lo suficientemente eficaz.

Es por eso que la industria ha llegado a adoptar métodos más agresivos que incluso llegan a matar a los peces que en teoría deberían proteger, como la técnica denominada Thermolicer, que consiste en someter a los salmones en un baño de agua a alta temperatura con el objetivo de matar  los parásitos, pero que si no se realiza correctamente termina con la muerte del propio salmón.

Y aunque se sigue trabajando en la búsqueda de nuevas soluciones, entre ellas una vacuna contra el piojo, el desarrollo es lento y costoso.

En 2017 el precio seguirá subiendo

El cambio climático también influye negativamente a la hora de solucionar el problema, ya que el aumento de las temperaturas aceleran la proliferación de la plaga de piojos, y dado el apetito de éstos por los salmones, no nos va a quedar más remedio que seguir pagándolo cada día más caro.

Fuente | Quartz

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