Menos horario, menos empleo. Así resumen las asociaciones de hostelería en la provincia de Alicante el impacto de la medida propuesta por la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social sobre el cierre tardío de los restaurantes. Yolanda Díaz ha logrado unirlas para ser blanco de sus críticas. Hasta el sindicato UGT señala que de plantearse "no se tiene que ser a la ligera".

Javier Galdeano, presidente de Alroa, resume uno de los razonamientos reiterados del sector. "En turismo, uno de los pilares fundamentales en España está en los horarios, si eso lo vas a limitar ¿es que quieres hacer un favor a nuestra competencia?", cuestiona en alusión a otros destinos.

Gabriela Córdoba, presidenta de la Asociación de Restaurantes de Alicante ARA, es la que se muestra más explícitamente dura en su opinión. "Me parece una estupidez tremenda que alguien tan importante como la vicepresidenta del Gobierno pueda soltar estas palabras y que entre en debate", razona sobre un planteamiento que se valora como un posible globo sonda de intenciones.

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La vicepresidenta de Apeha, Irene Mas, ahonda en la incredulidad que comparte con Galdeano. "¿Qué aporta esa medida? No entendemos la razón por la que se lanza esa bomba", apunta. Y es que las primeras reacciones al compartirse la noticia en las redes sociales han calentado los ánimos de un sector que aún recuerda la dureza con que se le trató durante los tres años de pandemia, especialmente en la Comunitat Valenciana.

Mas insiste en interpretar este anuncio como una forma de sondear la opinión pública "y basándose en eso lanzan las medidas". Un propósito que le parece "increíble, ¿qué le habremos hecho a esta señora?". Con todo, se muestra segura de que "no puede haber apoyo popular. La una de la mañana es una hora prudente, no intempestiva".

Y es que la cuestión horaria afecta a todos, como se puede comprobar en cualquier paseo por las zonas de restaurantes. Córdoba subraya que "la mayoría de los restaurantes se adaptan a los turistas que quieren cenar a las siete de la tarde y al de los españoles. A mí que me digan que un ciudadano nacional quiere cenar a las siete de la tarde, no tiene sentido, la gente quiere cenar a las diez".

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Un planteamiento en el que coincide Mas porque "no se puede comparar el resto de Europa con España". "El español por mucho que le intentes inculcar es que en verano no se mete en un restaurante a las ocho de la tarde jamás", agrega, remarcando lo extraordinario de la zona horaria del país.

Esos son factores que Galdeano y Córdoba consideran que son un atractivo para el turista extranjero que visita España. "Vienen por eso: por el estilo de vida del clima y del horario diferente", indica esta última. "La gente cuando sale de trabajo es que quiere salir a lo suyo y eso es tradición", tercia el primero.

La suma del cliente extranjero que cena antes en Alicante, significa que los restaurantes deben planificar ese horario. Y esa es una cuestión que la secretaria del sindicato UGT en Alicante, también llamada Yolanda Díaz, resalta: "Que se vean reforzados en turnos y se respeten, que se paguen los descansos y que no sean vulnerados".

Córdoba razona que precisamente porque se cumple con eso la idea de la vicepresidenta del Gobierno tendría un efecto indeseado. "Para Alicante es tan importante tener la amplitud de horario y con personal suficiente que no al revés, si cerramos temprano habrá menos mano de obra porque la concentraríamos en menos horas", alerta.

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Mas concluye lanzando toda una serie de preguntas a la ministra de Trabajo. "¿Qué será lo siguiente, que se cierre los fines de semana? El que elige esta profesión sabe que tiene que trabajar de noche o fines de semana. ¿Cómo piensa que podamos pagar las subidas de sueldo, los incrementos de impuestos? ¿Cómo quiere que paguemos? ¿Cerramos la persiana?".