Arroz integral.

Arroz integral. SooYeongBeh Pixabay.

Nutrición

Arsénico en el arroz: esta es la variedad despreciada en España que los médicos recomiendan como segura

Aunque los niveles de arsénico en el agua son controlados en la UE, el arroz blanco y al vapor, los más comunes, son los que más absorben.

6 abril, 2024 01:57

Un estudio de la Universidad de Sheffield (Reino Unido) alerta de que el consumo de agua contaminada con niveles de arsénico superiores a los recomendados supone un grave riesgo para la salud de cerca de un tercio de la población mundial. El arroz blanco y el vaporizado son los más consumidos en Occidente y Asia, y acumulan más arsénico que el arroz integral, consumido de forma minoritaria en España, cuando se cocinan con agua contaminada.

"Tanto el arroz como el agua potable en la Unión Europea son muy sensibles a la acumulación de arsénico y está regulados", explica el doctor Manoj Menon, director de la investigación, citado por Europa Press. "Pero en otros lugares de Asia y África a menudo hay muy poca o ninguna regulación según las normas actuales de la Organización Mundial de la Salud (OMS)".

"Sabemos que hasta 40 países del mundo permiten más de 10 partes por billón en el agua potable, y 19 países no tienen constancia de ninguna regulación", señala. "Por eso, es de vital importancia que los países de todo el mundo se esfuercen por adoptar las últimas recomendaciones de la OMS para garantizar que la exposición al arsénico se reduzca al mínimo para proteger a la población".

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"Obviamente, para la gente de países donde el arroz es un alimento básico, el consumo es mayor y el riesgo para la salud también aumenta, como en muchas partes de Asia. Es posible que en el Reino Unido solo se consuman unos 5 kg de arroz al año, pero la media mundial es de 57 kg, e incluso de 85 kg en Asia".

Así, el agua del Reino Unido contiene menos de 0,2 partes por billón; la de India, que trata de controlar el problema, tiene como norma 10 partes por billón; y muchos países -China, Bangladesh, Pakistán, Camboya, Tailandia, Myanmar o Nepal- siguen utilizando el límite obsoleto de la OMS: 50 microgramos L-1 o partes por billón.

En este estudio, se han evaluado los riesgos de exposición en Bangladesh, el mayor consumidor de arroz per cápita del mundo con aproximadamente 170 kg por persona. "Los responsables políticos de los países con altos índices de consumo de arroz deben desarrollar urgentemente medidas para suministrar agua sin arsénico para uso doméstico", ha instado Menon.

Estudios anteriores del equipo descubrieron que la forma de cocinar el arroz también es significativa para reducir la carga de arsénico, ya que ciertos métodos pueden eliminar más de la mitad del arsénico presente de forma natural en los granos de arroz. Así pues, en el estudio se probó el arroz blanco y el integral con dos de los métodos de cocción más utilizados: con exceso de agua (EW) con el método de sancochado y absorbido (PBA).

Esta nueva investigación concluyó que si no hay acceso a agua sin arsénico, la mejor forma de cocinar el arroz es utilizando el método EW, por el que se escurre el exceso de agua (como la pasta o los fideos) para reducir los riesgos.

La exposición prolongada al arsénico en el agua utilizada para beber, preparar alimentos o regar cultivos puede causar una serie de problemas de salud. Se trata de una afección multiorgánica, con probabilidad de causar cáncer, diabetes y enfermedades pulmonares y cardiovasculares. El arroz es uno de los principales cultivos de cereales del mundo, pero tanto su cultivo como su preparación implican una mayor proporción de arsénico procedente del agua que otros cereales.

Menon ha recordado que uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ONU) para la buena salud y el bienestar es que todo el mundo tenga acceso a agua limpia y saneamiento. Esto no puede lograrse sin una normativa que se aplique en los países donde actualmente no existen límites o análisis del agua.

"Los consumidores de arroz están realmente preocupados por el consumo de arsénico, pero nuestros sucesivos estudios han demostrado que existen formas de minimizar el riesgo de exposición. Esto incluye seleccionar variedades de arroz que no absorban tanto arsénico y utilizar métodos de cocción que eliminen tanto arsénico del agua y de los granos como sea posible", concluye.