Pedro Sánchez, Narciso y Lola Flores
Sólo Narciso podría enamorarse tanto de sí mismo como para decirle a España que tiene que parar y valorar si a él le merece la pena seguir o no en la Moncloa.
Sólo Narciso podría enamorarse tanto de sí mismo como para decirle a España que tiene que parar y valorar si a él le merece la pena seguir o no en la Moncloa.