La vicepresidenta del Gobierno y líder de Sumar, Yolanda Díaz, este miércoles en el Congreso.

La vicepresidenta del Gobierno y líder de Sumar, Yolanda Díaz, este miércoles en el Congreso. EFE

Política CONGRESO DE LOS DIPUTADOS

Ruptura en el Gobierno: Sánchez retira la Ley del Suelo al no contar con el apoyo de Sumar

Los de Yolanda Díaz iban a votar en contra pese a aprobarla en un Consejo de Ministros de marzo y el Ejecutivo, en cambio, culpa ahora al PP por su "falta de sentido de Estado". 

23 mayo, 2024 02:30
Diego Rodríguez Veiga Luis Casal

El Gobierno ha decidido retirar la Ley del Suelo en el último minuto antes de que se debatiera en el pleno del Congreso de los Diputados de este jueves, según ha podido confirmar EL ESPAÑOL. El proyecto, que fue aprobado en un Consejo de Ministros de marzo, carecía de apoyos. Sumar iba a votar en contra y la reforma no iba a salir adelante, por lo que el Gobierno ha decidido aparcar la propuesta. 

La relación entre los dos socios del Gobierno vive así un episodio inédito, escenificando una episodio de ruptura que iba a quedar aún más evidente si procedían a una votación abocada al fracaso. El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, ha asegurado este jueves que volverán a llevar la ley al Congreso para que se apruebe con un "amplio consenso". 

La negativa de Sumar a una ley que fue aprobada en el Consejo de Ministros, precisamente donde se sientan Yolanda Díaz y otros cuatro ministros de la formación fucsia, ha sentado muy mal en el ala socialista del Ejecutivo. Lo entienden como una traición de la que no se les avisó y dejaba la reforma -igual que pasó este martes con la ley contra el proxenetismo- en manos del PP.

Desde Sumar, sin embargo, se defienden alegando que presentaron una "observación formal" que no se tuvo en cuenta.

Una ruptura así ni siquiera sucedió cuando Unidas Podemos era socio de la coalición, la legislatura pasada, y las relaciones tocaban fondo con asiduidad. En Moncloa entienden que una cosa es votar contra una proposición de ley que el PSOE presenta en el Congreso y otra, muy distinta, votar contra un proyecto de ley que ha aprobado el Consejo de Ministros, en el que se sientan ambas partes.

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Lo que buscaba el Ministerio de Vivienda con la reforma era limitar el impacto de las denuncias por defectos menores y subsanables en la planificación urbanística. Es un asunto que está encima de la mesa desde el Gobierno de Mariano Rajoy, con idas y venidas, que ha asumido la actual titular de la cartera, Isabel Rodríguez.

Pero socios habituales del Gobierno como ERC, Junts y Podemos se han posicionado en contra, pidiendo devolver el proyecto al Gobierno. El pasado martes se les adhirió Sumar, al comunicar que votarían en contra porque consideran que abre las puertas al "pelotazo urbanístico".

"No nos gusta lo que está haciendo Sumar", reconoce, insistentemente, un miembro del ala socialista del Gobierno. Interpretan en el PSOE que Sumar se puede permitir ese movimiento porque su apoyo no es decisivo y que los socialistas pueden salvar los muebles con el apoyo del PP. Pero consideran que, en cierta medida, les dejan vendidos a Alberto Núñez Feijóo, a quien ahora echan la culpa por "falta de sentido de Estado", según fuentes del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana.

Fuentes del PP aseguran que el texto de la ley "era insuficiente" y que el Gobierno "lo sabía desde el principio". Los populares creen que es otro "varapalo" para Sánchez y que su "soledad no tiene precedentes". "España tiene un presidente que no tiene capacidad para dirigir el futuro de la nación", dicen las fuentes. 

Según explican desde Moncloa, Sumar no avisó a la parte socialista de que iban a votar en contra de la reforma. O al menos no de manera formal a todo el Consejo de Ministros. Aseguran que se trata de una situación parecida a la que se vivió este martes con la ley contra el proxenetismo: acordaron que lo presentaría el PSOE en el Congreso y no el Gobierno, pero tampoco les avisaron de su voto en contra.

"Observación formal"

Fuentes de Sumar en el Gobierno aseguran, sin embargo, que la parte socialista era "plenamente consciente" de que iban a votar en contra, dando a entender que su reacción airada de este miércoles era una escenificación. Según cuentan, Yolanda Díaz lo habría hablado personalmente con el presidente del Gobierno.

Además, apuntan que registraron una "observación formal" antes del Consejo de Ministros de ese martes, 26 de marzo, criticando algunos puntos del anteproyecto "que ya se habían hablado la legislatura pasada", en diciembre de 2022. Estas observaciones no aparecen en las actas de sesiones, pero sí quedan registradas en la Comisión Virtual, a la que tienen acceso ministros, secretarios de Estado y asesores de todas las carteras.

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Así, desde la coalición de la vicepresidenta segunda argumentan que, aunque las conversaciones dentro del Consejo de Ministros son secretas, los representantes socialistas entraron ese martes en Moncloa sabiendo perfectamente que Sumar se opondría a la reforma.

Sostienen que así lo daban a entender las mencionadas "observaciones", que hacían referencia a la limitación de las denuncias por defectos menores y subsanables en la planificación urbanística. Aunque el Consejo de Ministros es un órgano colegiado, desde Sumar insisten en que no se había pactado nada.

El equipo de Yolanda Díaz considera que la norma abre las puertas al "pelotazo urbanístico [y a que] se dispare la especulación", una expresión que llevan repitiendo desde el martes pasado. Además, creen que la reforma es "inoportuna" en términos climáticos, dado que no solucionaría ni los problemas ambientales ni los de acceso a la vivienda.

"No nos fiamos del PP"

Esta situación generada con sus socios de coalición dejaba la reforma en manos del PP. La reforma contaba con 44 votos en contra, por lo que para seguir tramitándose en el Congreso necesitaba el sí o la abstención del PP. Si el partido de Feijóo votaba en contra, la norma sería devuelta al Consejo de Ministros.

En Moncloa creían que el PP votaría a favor, especialmente porque es una reforma que piden desde la Federación Española de Municipios y Provincias, donde el PP tiene mayoría. Pero no descartaban que Feijóo pueda querer asestar un nuevo golpe a Pedro Sánchez. Ante la duda, han decidido aparcar la medida. 

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"No nos fiamos del PP", reconocían en Moncloa. "Con la ley contra el proxenetismo creíamos que iban a votar a favor o que se iban a abstener en coherencia con lo que habían hecho otras veces y, finalmente, votaron que no", añadían.

Y es que las circunstancias recuerdan a lo vivido este martes. Sumar y el resto de los socios anunciaron que votarían en contra de la ley para prohibir el proxenetismo en todas sus formas. Finalmente, el PP no acudió al rescate del PSOE y Pedro Sánchez sufrió su primera derrota parlamentaria de la legislatura.

El presidente y el PSOE iban a sufrir la segunda derrota en tres días si el Congreso procedía a votar el proyecto de ley, ya que no iba a salir adelante, y además el mismo día que empieza la campaña de las elecciones europeas.