Imagen de archivo de unas niñas alegres susurrando un secreto en el oído

Imagen de archivo de unas niñas alegres susurrando un secreto en el oído Getty

Desarrollo personal

¿Por qué deberías esperar un tiempo antes de contar buenas noticias? Lo que dice la ciencia

Un estudio descubrió que las personas que lo hacen se sienten llenas de energía, incluso si no llegan a contar las buenas noticias a nadie. 

4 enero, 2024 14:17

No todos los secretos son malos. Esto es aplicable a las proposiciones de matrimonio, a los regalos, a las fiestas sorpresa y otros eventos que se deciden ocultar temporalmente para observar atentos la cara de sorpresa y alegría de la persona a la hora de desvelarlo. Lo cierto es que estos secretos positivos los mantenemos más de lo que creemos. Y cuanto más tiempo pase hasta que lo desvelemos, más energía tendremos. Al menos así lo constató el estudio The Bright Side of Secrecy: The Energizing Effect of Positive Secrets, publicado el pasado mes de noviembre en el Journal of Personality and Social Psychology.

Los científicos, encabezados por Michael Slepian, profesor asociado de Empresa en la Universidad de Columbia, querían desentrañar los efectos de guardar un secreto. Estudios previos habían dado cuenta de las consecuencias nefastas de hacerlo, pero sin diferenciar entre un secreto positivo y uno negativo. ¿Es el secretismo intrínsecamente malo para nuestro bienestar o los efectos negativos del secretismo tienden a derivarse de guardar secretos negativos?", se preguntó el autor principal, el doctor Michael Slepian, profesor asociado de Ciencias Empresariales en la Universidad de Columbia. 

He ahí la clave del estudio. "Aunque los secretos negativos son mucho más comunes que los positivos, algunas de las ocasiones más alegres de la vida comienzan como secretos", afirmó Slepian. Lo primero que descubrió Slepian en una encuesta preliminar, realizada a 500 personas, es que la mayoría de la gente —un 76%—compartiría una buena noticia en cuanto se enteraba

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Y en la investigación, que consistió en la conducción de cinco experimentos con más de 2.500 participantes para comprender qué motiva a las personas a guardar secretos positivos y cómo puede afectar a alguien guardar un secreto positivo, concluyeron que guardar secretos positivos, incluso durante muy poco tiempo, puede llenar de energía a las personas. Además, un secreto positivo sin tener ninguna intención de revelarlo puede tener efectos incluso más notables. 

"Los secretos positivos que la gente decide guardar deberían hacerla sentir bien, y la emoción positiva es un conocido predictor de la sensación de energía", afirmó Slepian. En los cuatro experimentos, los científicos descubrieron que había otra razón que hacía que las personas que guardaban secretos positivos se sintieran llenas de energía. Es lo que denominan: "motivaciones intrínsecas". 

Por qué duelen los secretos negativos

Es posible que con la planificación de los regalos de Navidad hayas tratado de ocultar ese preciado objeto que te ha costado largas colas o viajar a lejanas tiendas para conseguirlo. Lo has envuelto y todavía aguardas al 6 de enero para ver la cara de sorpresa de tus amigos o familiares al recibirlo. Esa sensación de desasosiego y felicidad es lo que describen los científicos como "motivaciones intrínsecas". 

Según Slepian, a diferencia de los secretos negativos o vergonzosos, que se guían por las presiones externas como el bochorno o la autocrítica negativa, los secretos positivos hacían que la gente se sintiera animada cuando podía elegir mantener la información en secreto.

Christopher Bergland, un atleta de ultra-resistencia retirado reconvertido en escritor científico, cuenta en PsyPost un secreto que no le sentó bien mantener para sí mismo: "Como adolescente gay, mantuve mi orientación en secreto ante mis padres y mi familia mucho después de haber salido del armario ante mis amigos y compañeros de clase", explicó.

Y confiesa que era principalmente "porque tenía miedo de ser rechazado o repudiado por mis parientes consanguíneos; mantener este secreto negativo me agotaba y me comía por dentro". "No fue hasta que se lo conté a mi madre, a mi padre y a todos los miembros de mi familia cuando por fin pude sentirme cómodo en mi propia piel", añadió. 

Las motivaciones intrínsecas

"Cuando sentimos que nuestras acciones surgen de nuestros propios deseos y no de presiones externas, también nos sentimos preparados para afrontar lo que venga", señaló Slepian. Y añadió que "la gente suele guardar secretos positivos para su propio disfrute o para hacer más emocionante una sorpresa". "Más que basarse en presiones externas, los secretos positivos se eligen más a menudo por deseos personales y motivos internos", afirmó.

Y concluyó que disponer de tiempo extra —días, semanas o incluso más tiempo— para imaginar la alegre sorpresa en el rostro de otra persona "nos permite pasar más tiempo con este emocionante momento, aunque solo sea en nuestra propia mente". 

La próxima vez que alguien te pregunte: "¿Quieres primero las buenas o las malas noticias?", opta por las malas primero y dile que se guarde por un poco más de tiempo las buenas noticias.