La ruta marinera que descubre la historia de los barrios pesqueros de Vilagarcía de Arousa
La historia de Vilagarcía de Arousa ha estado ligada al mar y a sus ritmos desde tiempos inmemoriales. Un vínculo de salitre que lleva siglos tejiendo sus nudos a través del puerto pesquero y actividades como la pesca, el marisqueo o incluso la acuicultura. Desde el burgo marinero de Vilaxoán hasta la pequeña pero encantadora villa de Carril, lo cierto es que la conocida como la capital arousana de la comarca do Salnés ha sabido moldear su economía e identidad al compás de las aguas de la ría de Arousa. En el presente, la línea de costa que atraviesa el grueso de la localidad deja a su paso un sinnúmero de rincones que invitan al forastero a descubrir los ecos de las tradiciones marítimas y ese eterno romance entre el pueblo y el mar. De hecho, es precisamente el tramo costero que se extiende entre los antes citados barrios pesqueros el escenario de una Ruta Mariñeira que permite descubrir la riqueza natural, paisajística y patrimonial de este litoral con vistas al mar de Arousa.
Cabe señalar sobre esta senda marinera que en un primer momento únicamente se puso en marcha el tramo costero de Carril, un pueblo cuyo santo y seña está constituido por uno de los moluscos más preciados de la ría de Arousa: la almeja. Un año más tarde, el recorrido vilaxoanés se sumó al itinerario para añadir un mayor atractivo turístico a esta ruta local, la cual además acaba de ser distinguida con la flamante bandera del "sendero azul" junto a la Vía Verde de O Salnés ―la primera senda de todas las galardonada que atraviesa tres municipios en su totalidad. De hecho, en su conjunto, ambos trayectos arousanos suman más de 16,5 kilómetros de vías peatonales y cicloturistas que se encuentran totalmente acondicionadas y señalizadas para que el visitante pueda sumergirse de lleno en el encanto de todos y cada uno de los lugares por los que discurren.
Una ruta con horizonte marinero
La ruta marinera de Vilagarcía de Arousa se compone de 12 paradas con sus respectivos paneles informativos (provistos con códigos QR), once de los cuales se encuentran dispuestos a lo largo de toda la línea costera que se corresponde con los límites de la antigua Arealonga. Tanto Vilaxoán como Carril cuentan con sus cinco particulares puntos de interés, mientras que el núcleo de Vilagarcía suma otro enclave que sirve a su vez como nexo de unión entre ambas villas marineras. Cabe destacar que el último de los paneles de esta ruta con sabor a mar se encuentra situado en una de las zonas más altas de la localidad, en el mirador del Monte Xiabre. Esta gran ventana natural a las Rías Baixas permite a sus visitantes observar el grueso de la ría de Arousa, la península do Barbanza y buena parte de los valles del Ullán, Caldas y O Salnés. Además, la ruta dispone de un itinerario autoguiado disponible para descargar en gallego o castellano a través de los QR o la propia página oficial del concello: visitvilagarcia.com, donde también se muestra un vídeo promocional de la ruta.
En el trazado del burgo de Vilaxoán, el punto de partida de la senda se sitúa en el entorno del paseo de Canelas, en Ferrazo. El primer panel de este rincón incorpora varias imágenes, un plano de la villa y una breve descripción a modo de introducción sobre todos los recursos turísticos que podemos encontrar en Vilaxoán. La ruta avanza después hacia el arenal de O Castelete, enmarcado frente a la antigua nave de Pita, testimonio vivo de la gran tradición conservera de la capital arousana. La tercera parada se localiza ya en el parque de Dona Concha, cuyo tablón informativo está centrado en los recursos del mar, las artes de pesca y la propia gastronomía de Vilaxoán ―especialmente en las sardinas. A continuación, el visitante encontrará el cuarto panel en el parque de O Preguntorio, todo un homenaje a los marineros y vecinos de este viejo barrio de pescadores. Por último, la zona de Saíñas ocupa el último lugar a visitar antes de continuar el rumbo hacia Carril, en el cual se informa del fondeo de la primera batea de mejillón en la ría de Arousa y la actividad del marisqueo.
El entorno de la villa de Carril y la isla arousana del Parque Nacional son el escenario de otro de los tramos más importantes de este sendero azul, cuyas cinco paradas distribuidas entre el Balneario de Compostela y la antigua fábrica Malverias, en A Rosa, permiten a los viandantes y cicloturistas descubrir los entresijos detrás de los parques de cultivo de almeja, el bosque flotante de Cortegada, la figura de la mujer mariscadora, Os Lombos do Ulla, la Traslatio y la propia historia de esta villa marinera. Por último, el ascenso hacia la Cruz de Xiabre pone el broche de oro a un itinerario en cuyo horizonte siempre se dibuja la extraordinaria ría de Arousa.
