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Los 10 mejores planes y cosas que ver en A Guarda de visita

Allí donde muere el Miño y un imponente castro centenario domina su desembocadura está el municipio de A Guarda, vecino de Portugal, donde comer langosta es una religión y un simple paseo por la playa se convierte en el mejor plan del mundo. Los mejores atardeceres se viven en sus miradores y sus fiestas se celebran como si el mundo fuera a acabarse al día siguiente. Visita A Guarda y soñarás con volver.
Panorámica de A Guarda
Panorámica de A Guarda
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En el suroeste de la provincia de Pontevedra y justo enfrente de Portugal se encuentra A Guarda, un municipio de 20,5 km cuadrados de superficie y casi 10.000 habitantes ubicado muy cerca de la frontera portuguesa y separado de su población más próxima, Caminha, por el Río Miño. 

Información de interés

Cómo llegar a A Guarda

Son 208 kilómetros por carretera los que separan A Coruña de A Guarda y para llegar a ella la ruta más rápida y cómoda es incorporarse a la AP-9 dirección Vigo durante 180 km hasta tomar la salida 30 desde la A-55 para posteriormente seguir la PO-552 y la CG-4.2 hasta llegar a A Guarda. 

Coordenadas GPS

41.909029,-8.864927

Razones para visitar A Guarda

Por ver el Castro de Santa Trega ya merece la pena cualquier viaje a A Guarda, pero te sorprenderán su puerto y su lonja, su animado paseo marítimo y la cantidad de miradores que hay al Miño y al Atlántico. Añade una buena ración de langosta y una excursión al vecino Portugal y ya tienes una escapada de diez a A Guarda, allí donde muere el Miño. 

Mapa con los puntos de interés

En el siguiente mapa te mostramos los principales puntos de interés de A Guarda, siendo los señalizados en color azul pueblos, monumentos y lugares de interés cultural, en verde espacios naturales y en rojo restaurantes recomendados, además de otros atractivos. 

Más información sobre A Guarda

10 planes y cosas que tienes que hacer en tu visita a A Guarda

1. Admirar la cultura castrexa en el Castro de Santa Trega

Castro de Santa Trega

La primera cosa que debería hacer cualquier viajero en cuanto pise A Guarda es visitar el Monte de Santa Trega (Santa Tecla en castellano) y su imponente castro galaico, declarado Monumento Histórico Artístico Nacional (no es para menos) y Bien de Interés Cultural. 

La historia de este importante castro daría para un capítulo completo ya que, según indican los petroglifos encontrados en el monte, allí vivieron pueblos de la etapa final del Neolítico gallego, 2000 años antes de la construcción del castro. Se cree que el castro tuvo una ocupación continua entre los siglos I a.C. y II d.C. y a partir de ese momento vivió un proceso de abandono. 

En el emplazamiento castrexo podemos ver las construcciones circulares propias de un castro y también un museo, dos Via Crucis de los siglos XVII y XX y la Ermita de Santa Trega. Pero además es un mirador espectacular hacia el Miño y hacia Portugal, por lo que sus antiguos pobladores no sólo disfrutaban de la defensa que el pueblo amurallado les proporcionaba, si no también de una panorámica privilegiada. 

2. Visitar los símbolos marineros de A Guarda

Puerto de A Guarda

Para sumergirte en el auténtico espíritu marinero de A Guarda acércate al Monumento ao Mariñeiro, merecido homenaje a la gente del mar, y al Museo do Mar, ubicado en la réplica de una antigua atalaya al final del paseo marítimo, donde verás una interesante muestra de objetos de pesca y una curiosa colección de joyas. 

Ahonda en su tradición pesquera en la lonja y en las típicas casetas de pescadores, unos de los puntos más turísticos y visitados, pero no por ello menos auténticos, de A Guarda, donde serás consciente de la importancia del mar en esta bella población costera. 

3. Descubrir todo lo que la villa ofrece

Casa indiana de A Guarda

Como en todo pueblo marinero tradicional, en A Guarda prima el sentimiento religioso y aún se reza por el pronto regreso de sus barcos cuando salen al mar. Es por ello que nos encontramos con varios edificios religiosos importantes como la Iglesia de Santa María, románica del siglo XII, con varias piezas barrocas de importancia y la Iglesia del Monasterio de las Benedictinas. El Monasterio, antiguo hogar monacal, se ha convertido en hotel-monumento y restaurante. 

A lo largo de las calles de A Guarda nos vamos topando con algunas edificaciones peculiares y cuya arquitectura parece no casar con la de un pueblo marinero. Son las llamativas Casas Indianas, construidas a finales del siglo XIX por los emigrantes del pueblo que viajaron a América y lograron amasar fortuna. Pretendían implantar un nuevo modelo arquitectónico, pero la idea no cuajó y hoy las grandes casonas sobreviven como el símbolo de la prosperidad en la América de antaño. 

Para continuar tu paseo por A Guarda dirígete a la Praza do Reló y al Castillo de Santa Cruz, antigua fortaleza de cara al Miño, situado en el punto más elevado de la localidad. 

4. Fotografiar la fachada marítima de A Guarda

Fachada marítima de A Guarda

Cuando buscamos información sobre A Guarda aparecen ante nuestros ojos decenas de fotografías con una de sus estampas más características: la fachada marítima. En ellas llaman la atención las coloridas portadas de sus casas a pie de puerto, siempre mirando al mar, y también el ambiente que se vive en las terrazas y restaurantes aledaños. 

No puedes dejar A Guarda sin contemplar esa escena, si es posible desde el mar, alquilando alguna pequeña barca con patrón en el puerto, y te llevarás la mejor instantánea que puedes tomar de este pueblo marinero. 

5. Contemplar la desembocadura del Miño desde las alturas

Miradores de Santa Trega  Turismoaguarda.es

Son muchos los observatorios naturales que nos ofrece el municipio de A Guarda para regalarnos la vista, entre ellos citaremos As Loucenzas, con área recreativa, el Mirador da Capela Cruzada o el del Castelo de Santa Cruz, entre otros. 

Pero de nuevo Santa Trega vuelve a sorprendernos con una ruta de miradores muy especial que nos conduce a través de senderos y caminos forestales hasta 16 bancos tallados en madera, situados en enclaves estratégicos para contemplar desde ellos la desembocadura del Miño y el estuario de este río. Pero eso no es todo, pues allí arriba se pueden atisbar la grandeza del Océano Atlántico y los municipios portugueses de Caminha y Vila Nova de Cerveira. El mejor escenario para ver la puesta de sol, un auténtico espectáculo de luz y color en Santa Trega. 

6. Tumbarse al sol en las sus playas

Praia Os Muiños   Turismo.gal

No hay verano gallego sin playas y si tu visita a A Guarda coincide con esta estación del año seguro que vas a querer refrescarte del calor de esta zona en alguna de ellas. 

Las playas de Area Grande, Camposancos, Fedorento, O Carreiro y las playas fluviales de O Codesal, A Armona y Lamiña, con áreas recreativas y zonas de sombra, son ideales para pasar un día de sol y playa en un entorno único en el que puedes escoger entre bañarte en el mar...o en el río.  

7. Cruzar al vecino Portugal en ferry

Embarcadero del ferry a Caminha

La cercanía de A Guarda con Portugal permite al visitante hacer una incursión de un día en el país vecino y al mismo tiempo vivir la experiencia de cruzar de un país a otro en pocos minutos. El transbordador une A Guarda con la localidad portuguesa de Caminha y sale del embarcadero de O Pasaxe, en Camposancos. 

Caminha tiene un casco histórico pequeño pero bonito en el que perderse unas horas viendo la Torre del Reloj, los barrios histórico y medieval, el Chafariz renacentista y la Iglesia da Misericordia. Rodea la parte fortificada justo enfrente de su iglesia matriz encontrarás la subida a sus murallas para observar el Río Miño y una preciosa estampa de Santa Trega. 

8. Darse un buen homenaje de la mejor langosta

Comer langosta en A Guarda   Turismo.gal

La langosta es la protagonista de los mariscos en A Guarda y en cualquier restaurante en el que entres la verás formando parte de su plato estrella. Los Restaurantes Area Grande, con terraza directa al mar, el Alborada o el famoso Chupa Ovos son algunos de los locales de A Guarda donde degustar las mejores langostas frescas de la zona, además de otros mariscos y platos típicos de la gastronomía gallega como el pez espada, el pescado más consumido en la zona. 

9. Celebrar sin límite las Festas do Monte 

Festas do Monte en A Guarda

A Guarda es lugar de celebraciones casi todo el año, muchas de ellas relacionadas con la gastronomía y el mar, entre las que destacan la Festa da Langosta o la Festa do Peixe Espada. Pero su fiesta más importante es la Festa do Monte, que tiene lugar en agosto, catalogada de Interés Turístico de Galicia. 

El Monte de Santa Trega es escenario de estos festejos, donde se celebra una comida popular y su posterior “desfeita” o despedida a lo grande de las fiestas. Para preservar las estructuras del castro está prohibido transitar por la zona arqueológica durante las mismas. 

10. Explorar unos alrededores con muchas posibilidades

Puente de Tui con la ciudad al fondo

Quien visita A Guarda se queda con más ganas de Galicia y para eso están los alrededores del municipio, con lugares tan interesantes como O Rosal con su tradición vinícola y el espacio natural de los Muiños do Folón e do Picón; Baiona y su Fortaleza de Monterreal reconvertida en prestigioso parador; Tui y su arquitectura medieval y el Monte Aloia o la citada Caminha en Portugal. 

Emma Sexto

https://unmundoinfinito.com/

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