Educación

Las vacaciones de los profesores no corren peligro: contratarán a otros para el apoyo de julio

Los niños podrán acudir a los centros a realizar actividades de ocio, deportivas y de aprendizaje.

16 abril, 2020 02:44

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Los centros educativos, este curso, acabarán con la actividad lectiva en junio, como de costumbre, pero no cerrarán sus puertas hasta agosto. Es decir, seguirán abiertos durante el mes de julio para que los niños, voluntariamente, puedan acudir a realizar actividades de aprendizaje, ocio y esparcimiento al aire libre tras el confinamiento por la crisis del coronavirus. Así lo ha anunciado Isabel Celaá, ministra de Educación y Formación Profesional, este miércoles, en la rueda de prensa posterior a su reunión con las Comunidades Autónomas en la Conferencia Sectorial de Educación. 

La iniciativa, sujeta a la normativa sanitaria y a la evolución del coronavirus en todo el territorio nacional, no pretende paliar el déficit lectivo de estos meses de confinamiento –los colegios se cerraron progresivamente en todo el territorio nacional desde el pasado 11 de marzo–, pero sí reforzar y ayudar a los alumnos más “vulnerables”. “Sabemos que todos los veranos, los ayuntamientos y comunidades autónomas ofrecen actividades de ocio y tiempo libre. Queremos impulsar eso. Desde el ministerio, vamos a ayudar en lo que sea posible”, ha avanzado Isabel Celaá. 

Estas actividades estarán monitorizadas por personal externo a los centros, ya sean voluntarios, personal de ONGs o los propios profesores si se ofrecieran para ayudar en los centros educativos. “Las actividades estarán encuadradas en el ámbito del conocimiento y la actividad deportiva”, ha explicado. Es decir, en julio no se recuperará ningún contenido ni se avanzará en el temario. 

La ministra de Educación, Isabel Celaá, en la rueda de prensa de este martes.

La ministra de Educación, Isabel Celaá, en la rueda de prensa de este martes.

Aunque Isabel Celaá no ha podido ofrecer más detalles sobre cómo se ejecutará esta escuela de verano (“tenemos que perfilarlo junto a las Comunidades Autónomas”), sí que las actividades se asemejan a la de muchos campamentos urbanos que, cada verano, se realizan en los diferentes centros educativos durante el mes de julio en todo el país.

La ministra tampoco ha confirmado quién pagará esa apertura de centros y a los profesores externos (o monitores) que estén con los niños durante ese periodo estival. Cierto es que, como ha reconocido, los diferentes estamentos municipales y autonómicos, a menudo, impulsan programas de verano para los niños. Por eso, todo indica a que la financiación podría ser mixta durante este mes de julio. 

¿Clases en junio? 

Antes de que eso ocurra, los alumnos podrían regresar a las aulas 15 días del final del curso en junio, y siempre que la situación así lo permitiera (“sería bueno tanto para los jóvenes como para los maestros”). Sin embargo, como parece improbable, tiene visos de que los niños, en todo caso, se reencontrarán en julio durante estos ‘campamentos’ de verano organizados por el estado. 

Ese mismo mes, antes del 10 de julio, se verán las caras, con total seguridad, los alumnos que tengan que realizar la Selectividad –con diferentes fechas en función de la Comunidad Autónoma. A ellos no les afecta ninguna de las medidas a las que ha hecho referencia la ministra. De momento, las pruebas se mantienen según lo establecido, aunque se realicen entre medidas excepcionales por el estado de alarma. 

colegio

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El resto de alumnos de Infantil, Primaria, Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y primero de Bachillerato, pasarán de curso “por norma general”. La repetición, según ha reconocido la ministra, será excepcional y deberá estar “sólidamente argumentada y acompañada de un plan preciso de recuperación en cada uno de los informes que se entregarán a cada alumno”. 

La evaluación, hasta que finalice el curso en el mes de junio, será continua. Sin embargo, el tercer trimestre tendrá un “carácter diagnóstico y formativo en todos los ciclos y enseñanzas”. Es decir, en ningún caso influirá en los resultados del alumno de cara a la nota global del curso. De hecho, servirá, incluso, para que algunos estudiantes puedan ‘arreglar’ el curso: “Se valorarán los avances (…) O los retrasos y el déficit que haya podido producirse  en cada uno de los alumnos”, ha explicado la ministra. 

El contenido del próximo curso, eso sí, tendrá en cuenta las circunstancias en las que se ha desarrollado el tercer trimestre de este año para adaptar el temario a las necesidades de los alumnos. A su vez, se adaptará para hacer frente a las carencias que los alumnos puedan arrastrar tras este confinamiento que ha puesto en jaque al sistema sanitario, al educativo y al social.