La emotiva historia de Vaguito, el perro que no pierde la esperanza de reencontrarse con su dueño

La emotiva historia de Vaguito, el perro que no pierde la esperanza de reencontrarse con su dueño

La Jungla / Social

La emotiva historia de Vaguito, el perro que va cada día a la playa a buscar a su dueño muerto

Su dueño era un pescador que desapareció hace tiempo, pero el perro acude cada día a la espera de que el mar se lo devuelva.

16 marzo, 2022 11:53

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Se llama Vaguito, pero enseguida las redes se han acordado de Hachiko, aquel perro de origen japonés y raza Akita que nos hizo llorar a todos (incluido al mismísimo Richard Gere). La historia de Vaguito, sin embargo, es más triste si cabe: "Me rompe el corazón", dice Jolie Mejía, la mujer que lo encontró, al diario La Nación. Y es que este perro es conocido en la zona porque no pierde la esperanza de volver a reunirse con su dueño a pesar de que este falleció hace tiempo.

Todo ha ocurrido en Punta Negra, un distrito de la provincia de Lima (Perú). Jolie Mejía paseaba junto a su familia por una de las playas rocosas características de la zona cuando se encontró a este perro. Estaba tranquilo, mirando al frente, muy serio y calmado. La brisa acariciaba su pelo negro y canela mientras la luz el cielo tornaba encarnado, pero el perro seguía allí, impertérrito. 

Jolie le hizo entonces la fotografía que ha dado la vuelta al mundo vía redes sociales. Al principio pensó que sería un perro abandonado, pero al acercarse y comprobar que estaba limpio, con collar, sin herida alguna y bien alimentado, descartó la opción. ¿Qué hacía allí, entonces, ese perro solitario?

"Un vecino que pasaba por la playa nos explicó que casi todos en la zona conocen al perro y lo quieren mucho. Nos dijo que el animal vivía con un pescador que murió hace mucho tiempo. Y que desde entonces el perro viene aquí todos los días y mira el mar", explica Mejía. Por tanto, Vaguito acude allí cada día porque aún alberga la esperanza de reencontrarse con su dueño.

El cariño de Vaguito por su dueño explicaría el interés que mostró el perro al notar el afecto con que se trataban Mejía y su familia, y su receptividad a las caricias. Al fin y al cabo, es algo bien conocido por la sabiduría popular: que no hay animal más fiel al hombre que el perro.