La madre de los 8 menores maltratados en Colmenar: Los que tienen solo dos hijos son malos padres

La madre de los 8 menores maltratados en Colmenar: "Los que tienen solo dos hijos son malos padres"

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La madre de los 8 menores maltratados en Colmenar: "Los que tienen sólo dos hijos son malos padres"

Los padres del colegio aseguran haber oído a la madre de la familia decir que se sentía "enferma" cuando no estaba embarazada. 

10 abril, 2023 01:40

Nuevas informaciones sobre el caso que ha mantenido en vilo durante todo el fin de semana a la población de Colmenar Viejo. Desde que el pasado 29 de marzo la Guardia Civil detuviera a una pareja por maltratar, presuntamente, a sus ochos hijos menores de edad, ya nada es igual en la vida de los vecinos de la urbanización donde residía la familia. Tras revelarse las pésimas condiciones de salubridad en las que vivían los pequeños en el interior de su domicilio, EL ESPAÑOL pudo conocer más detalles sobre cómo era el día a día de los niños en el colegio. 

Tal y como pudo saber este periódico a través de los testimonios de algunos de los padres cuyos hijos compartían aula con los hermanos de la familia, los pequeños habían protagonizado algunas situaciones más que alarmantes en el interior de las aulas. Los seis hermanos más pequeños originaron en una ocasión un brote de piojos en la escuela, no participaban en actividades extraescolares y tampoco asistían a las excursiones. Pero no solo fueron esas las situaciones de las que fueron testigos sus compañeros de pupitre. Los pequeños nunca llevaban desayuno al recreo y eran los demás niños quienes les cedían su comida. "Mis hijos dicen eso, que en el recreo se les veía como descompuestos", contaba una de las madres. 

Ahora, al caso sobre lo que ya ha sido bautizado como "la casa de los horrores" siguen sumándose nuevos testimonios de padres que, en alguna ocasión, mantuvieron conversaciones con la madre de la familia. Tal y como han afirmado a este periódico, la mujer, de nacionalidad española y de 44 años de edad, llegó a manifestar que aquellos padres que tenían pocos hijos no eran buenos padres. "Una vez hablando con una madre le dijo eso, que los que teníamos dos hijos no eramos buenos padres. También daba a entender que cuando no estaba embarazada se sentía enferma", asegura una madre a este periódico. 

Vivienda donde residía la pareja junto a sus ocho hijos.

Vivienda donde residía la pareja junto a sus ocho hijos. D.M

Una obsesión por tener hijos que también han manifestado otras madres del colegio. De hecho, según informan, al ser preguntada en alguna ocasión sobre cómo conseguía hacerse cargo de tantos hijos, la mujer respondía que cada uno tenía clara su función en la familia. "Me dijo que los mayores ponían la lavadora y eran quienes cuidaban de los pequeños", cuentan. Precisamente, algunos vecinos ya habían presenciado cómo los hermanos más mayores se encargaban de los más pequeños, llegando incluso a decirles que no hablaran con la gente de la urbanización. 

Pero no solo esas han sido las últimas informaciones que se han revelado sobre el caso. Al parecer, según ha podido saber EL ESPAÑOL, la investigación comenzó a raíz de la denuncia de una amiga de una de las hermanas tras recibir una charla rutinaria sobre maltrato y violencia que la Guardia Civil impartió en el instituto. Una actividad habitual que realizan los Cuerpos de Seguridad del Estado en los centros educativos para prevenir y alertar sobre este tipo de prácticas y que, en esta ocasión, se convirtió en el detonante para que la joven manifestara la situación que vivía en su casa una de sus compañeras.

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Y es que, a pesar de que la violencia doméstica ejercida por los padres hacia sus ocho hijos menores de edad ha sido uno de los principales ejes de la investigación, la Guardia Civil acabó confirmando también que, a pesar de formar parte de esas agresiones contra sus hijos, la propia madre también era víctima de violencia machista por parte del que era su pareja. 

De hecho, según ha podido saber EL ESPAÑOL a través de algunos vecinos de Colmenar Viejo, la madre de la familia acudía de forma rutinaria a la farmacia para solicitar pomadas para curar hematomas, alegando que eran provocados por la diabetes que sufría. Sin embargo, después haberse confirmado las últimas informaciones por parte de las autoridades, los vecinos creen que la mujer podría haber estado solicitando estos productos para ocultar las agresiones de su marido. 

Colegio al que acudían los ocho menores.

Colegio al que acudían los ocho menores. EducaMadrid

Además, tal y como han confirmado a este periódico algunos padres del colegio, la madre de los niños no era la primera mujer del individuo detenido. Anteriormente, el hombre había contraído matrimonio con otra mujer con la que había tenido dos hijos, según han informado a este periódico algunas fuentes cercanas.

Una familia peculiar

A pesar de que los vecinos no conocían muchos detalles sobre la familia, la Guardia Civil confirmó que el padre trabajaba como médico en un hospital madrileño. Según ha podido saber este periódico, el hombre ejercía en la parte de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón. De hecho, durante el registro de la vivienda por parte de las autoridades se hallaron uniformes hospitalarios (batas, trajes de quirófano), material hospitalario (guantes, mascarillas, gasas, medicamentos), de los que no se pudo acreditar su procedencia por lo que llevaron a investigar al individuo por un delito de hurto.

Un hombre al que en el vecinario definen como "misterioso", "muy raro" y del que muchos vecinos destacan su táctica de haber sido capaz de vivir durante 13 años sin ser visto por muchos. Y es que la mayoría de ellos ni le ponen cara. Tan solo salía de casa para coger el coche, acudir a su puesto de trabajo y regresar al domicilio. 

"Nosotros nos imaginábamos que era médico porque veíamos los uniformes colgados, pero yo nunca le he visto. Solo le ví una vez saliendo del garaje. Pero en casa nunca porque, ya te digo, siempre estaban con las persianas bajadas. Siempre estaban bajadas, a cualquier hora del día. En los 13 años que llevo viviendo aquí nunca han levantado las persianas. Ahora me imagino que era para que no viéramos lo que había dentro", contó una vecina a EL ESPAÑOL. 

Vivienda donde residía la pareja junto a sus ocho hijos.

Vivienda donde residía la pareja junto a sus ocho hijos. D.M

La madre de la familia también era reacia a dejarse ver entre los vecinos. No llevaba a sus hijos a la piscina comunitaria de la urbanización, ni tampoco al parque. Tan solo al colegio, las veces que acudían. Y es que tal y como confirmó la Guardia Civil, los menores solían faltar a clase siendo justificadas sus ausencias por parte del propio padre. 

"Ha sido siempre una mujer que llamaba la atención. Muy desaliñada, muy dejada. Cada vez la veías con un hijo nuevo, yo ya perdía la cuenta. Pero nunca hablaba con nadie", contaron los vecinos.

Golpes y ruidos 

A pesar de que los vecinos de la urbanización habían sido testigo de situaciones más que sospechosas, lo cierto es que nunca antes se atrevieron a denunciar por temor a que sus testimonios no fueran pruebas contundentes. Y aunque alguna vez las autoridades en el domicilio, los vecinos aseguran que tan solo les pedían reducir el ruido.

Los vecinos escuchaban gritos, golpes y ruidos a altas horas de la madrugada, además de ver cómo los niños eran castigados en el patio de la vivienda sin dejarles entrar. Una de las vecinas con las que pudo hablar EL ESPAÑOL narró, además, otro tipo de situaciones de las que fue testigo con los pequeños. En una ocasión, una de las niñas pequeñas estuvo a punto de precipitarse por la ventana tras sacar medio cuerpo por fuera del balcón. Y no solo eso. Una vez, jugando con unas cerillas, prendieron fuego al brezo de su vivienda y casi provocan un incendio en el domicilio. 

Lo que ocho menores vivieron durante años fue un auténtico horror. Según informó la Guardia Civil, los menores sufrían castigos físicos constantes, presentaban síntomas de malnutrición y vivían hacinados en literas en una única habitación del domicilio familiar. Además, habitaban rodeados de enseres, en pésimas condiciones de salubridad y tenían prohibido pisar el salón. Pero hubo algo que llamó la atención de los investigadores tras el registro del domicilio. Y es que tan solo una habitación lucía impoluta: el despacho del padre. 

Ahora, según informó la propia Guardia Civil, los dos progenitores se encuentran en libertad bajo medidas cautelares. A ambos se les ha retirado cautelarmente la patria potestad de los menores, que en la actualidad se encuentran en un centro de la Comunidad de Madrid.