Nicoli Fejeira.

Nicoli Fejeira. David Cuevas

Reportajes

“El consumo de Ayahuasca en algunas comunidades comienza entre los niños, ya desde bebés”

La brasileña da testimonio de cómo ha participado en rituales con niños y recién nacidos, los cuales consumen el psicodélico.

27 marzo, 2023 02:26

El pasado mes de diciembre, gracias a las investigaciones del 'youtuber' Carles Tamayo, la Comisaría General de Información (CGI) de la Policía Nacional investigaba para un juzgado madrileño las actividades del Santo Daime. Este culto de tipo religioso tiene como costumbre el consumo de Ayahuasca en sus rituales, un psicotrópico original del Amazonas que se bebe, tiene efectos de tipo alucinógeno y es consideraoa por varias comunidades indígenas como una medicina ancestral.

Sus efectos fueron popularizados en España a finales de los ochenta por Jiménez del Oso y J.J. Benítez, quienes consumieron dicha droga ritual para “La soga del muerto”, primer capítulo de su serie documental En busca del misterio.

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El 17 de abril de 2016 pude asistir en Madrid a un congreso interno de RedUNE (Red de Prevención Sectaria y del Abuso de Debilidad), y allí encuesté a algunas víctimas de grupos sectarios. Una de ellas me puso sobre la pista de la presunta incitación por parte de algunos de estos cultos al consumo de ayahuasca entre menores de edad.

En la madrugada del 20 de septiembre de 2022, y de manera bastante azarosa, pude entrevistar en Barcelona a Nicoli Fejeira, una chica brasileña que estaba de vacaciones en España pero que vive en su país natal, y es participante habitual, aparte de organizadora en ocasiones, de este tipo de rituales que se realizan en diversas partes del mundo y en los que se consume ayahuasca por parte de los niños, algunos incluso siendo aún bebés. Ante mi grabadora y para EL ESPAÑOL, Nicoli empieza a hablar…

Pregunta: ¿Desde cuando consumes ayahuasca?

Respuesta: Desde hace 20 años, cuando tenía 17.

P: ¿Cómo eran esas primeras experiencias?

R: Con la ayahuasca, la sensación es la misma hasta hoy, que es la de encontrarme directamente con Dios. Algo divino. La impresión es la de tener la oportunidad de empezar de nuevo a encontrarte con la verdad.

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P: ¿Tenías la sensación de salir de tu cuerpo?

R: Totalmente. Una desconexión con la materia, donde tú eres enteramente tu alma. La sensación de tener el corazón lleno.

P: ¿Cuánto suele durar uno de estos viajes de ayahuasca?

R: Unas cinco o seis horas.

P: ¿En qué consisten estos rituales?

R: Depende. Hay muchas líneas de estudio con la ayahuasca. Hay trabajos de 12 horas o de seis. Pero en todos ellos hay música. Una música medicinal a veces con tambores, otras indígena, también maracá en el Santo Daime…

P: ¿Cómo es la preparación para el consumo de ayahuasca?

R: Depende. Hay culturas que dicen que debes estar tres días de dieta, sin comer carne o sin follar. Pero yo no lo hago, yo sigo con mi vida cotidiana antes de tomarla. Sin cambios.

P: ¿Qué tipo de plantas se usan para su elaboración?

R: No sé decirte con detalle, pero las plantas son la enredadera de ayahuasca y la chacruna, que contiene DMT, la propiedad principal de esta medicina.

P: ¿Cuántas drogas de este tipo has probado?

R: Para empezar, yo no las considero drogas. Son plantas de poder. Pero he probado San Pedro, peyote, ayahuasca, mambé, xanga, setas…

P: ¿Tienes alguna favorita?

R: No. Cada una tiene su fuerza. Tengo respeto por todas ellas.

Ayahuasca y chacruna en una olla antes del proceso de hervido con agua.

Ayahuasca y chacruna en una olla antes del proceso de hervido con agua. Wikimedia Commons

Jóvenes, niños y bebés

P: ¿Se consume ayahuasca entre los miembros más jóvenes de ciertas comunidades?

R: No hay daño por consumir este tipo de plantas, porque son plantas, es como comer lechuga. Cuanto más, mejor. Cuantas más personas puedan tener contacto con este tipo de medicina, mejor para el planeta, para todos…

P: Incluyendo a los niños…

R: Incluyendo a los niños, claro. Porque estamos aquí para facilitar la vida de los más jóvenes, al igual que lo hicieron nuestros padres con nosotros. Si ya descubrimos que las plantas tienen el poder de curar, claro que voy a incentivar su consumo a mi hijo, a mi sobrino, a mis niños… ayuda a facilitar sus vidas.

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P: ¿Desde qué edad empiezan a consumir los niños?

R: Desde los cero años. Desde que se les proporciona leche, ya les da una cucharadita o un vasito. Depende de cada uno, no hay una regla. Pero cuanto antes mejor, claro.

P: ¿Pero cómo puede reaccionar un niño tan pequeño al consumir ayahuasca? No es lo mismo un bebé o un niño pequeño, entre cero y cinco años, que un adolescente de 15, por ejemplo…

R: La cantidad que consume un niño no es la misma que la de una persona de 15 años. Va despacito, paso a paso. Pero estamos todos en la misma corriente, estamos familiarizados. Los niños nos tienen a nosotros para escuchar o para sentir sin palabras, más bien con la energía misma.

P: Esto, para la sociedad occidental, puede resultar muy chocante…

R: Para mí es más normal ver esto, y me gustaría verlo más, que a chicos jóvenes fumando cigarros o bebiendo alcohol. Incluso desde niños, a veces los padres le dan un poquito de Whisky. Eso es lo chocante para mí…

P: Te refieres a lo que sucede en Nochebuena o Nochevieja cuando algunos padres les dan un “culito” de champán a sus hijos más pequeños, o a quienes incluso les mojan el chupete en anís…

R: Por ejemplo. Me gustaría que fuera normal compartir dosis de esta medicina a los niños en las noches de Navidad.

Ritual de consumo de ayahuasca, en una foto de archivo.

Ritual de consumo de ayahuasca, en una foto de archivo. Wikimedia Commons

Otros cultos

P: Citabas antes al Santo Daime. ¿Has estado con ellos?

R: Sí. Ha sido increíble. Cuando empezaba, con 17 años, no me gustaba, porque era como una iglesia con reglas, con mujeres por un lado y hombres por otro. Tenías que bailar, sentarte... Pero hoy esa disciplina ya me apetece mucho. Hay mucha magia dentro de ese estudio. Cada experiencia lleva a una conexión espiritual. Yo estoy en la búsqueda y para mí es como una escuela en la que me voy graduando. Hay magia que voy a recibir y con la que voy a conectar. Es una llamada interior, que pertenece a cada persona.

P: El pasado fin de semana tuvo lugar uno de estos rituales en Barcelona…

R: Sí, con Ayahuasca. Fue un ritual de Umbanda, y ahí trabajamos para Yemayá, que es la reina del mar, la madre de todas las cabezas, que trabaja con nuestras emociones y nuestras aguas interiores; y también con Oshosi, que es el rey de la selva, de todas las hiervas y plantas naturales. Es difícil expresarlo con palabras, hay mucho misterio y mucha magia dentro. Si tenéis la oportunidad de asistir a uno de estos rituales, recomiendo la experiencia.

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P: ¿Nos das el nombre de esa comunidad?

R: Prefiero no hacerlo.

P: ¿Cómo garantizáis la seguridad de los participantes antes de consumir vuestras “plantas de poder”?

R: Antes les pasamos un formulario, a modo de contrato, en el que les preguntamos si están enfermos o han padecido alguna enfermedad, si se toma algún antidepresivo… cosas que son de su auto-responsabilidad, de manera que les hacemos firmar un contrato en el que entendemos que se está diciendo la verdad.

P: ¿Y cómo se desarrollan estos rituales?

R: Cantamos para cada orisha (deidad) a los que rezamos normalmente. Cada uno recibe un canto especial, con tambores, palmas, a ritmo de samba… es una gran fiesta de curación.

P: Parece una fiesta brasileña. Parece haber ahí una relación…

R: La hay. Porque todo viene de los esclavos, y la única cosa que tenían era la fe, y esos eran los momentos de fiesta para ellos entre tanto sufrimiento. Era, y es, nuestra manera de celebrar y cantarle a nuestros dioses.

P: ¿Has sido testigo de sucesos sobrenaturales en dichos rituales?

R: Sí. Cuando tú entras en un campo de cura, dispones tu cuerpo al servicio de las estrellas, que reciben esta invitación y sus fuerzas invisibles vienen a trabajar utilizando nuestros cuerpos como instrumentos de curación. 

El pasado 16 de noviembre, en la PLOS Global Public Health, se publicaba un estudio en el que, tras encuestar a más de 10.000 personas de 50 países, se concluía que el consumo de ayahuasca produce efectos adversos para la salud física y psicológica al 69,9% de los consumidores, pero solo el 2,3% de ellos requiere de atención médica, y los casos más severos surgen entre consumidores de edades avanzadas.

Por otro lado, en febrero de este mismo año, un grupo de investigadores españoles, brasileños y de Países Bajos publicaban en el Journal of Pychoactive Drugs que los que participan de dichos rituales muestran índices más altos de bienestar general y actividad física, así como mayor alimentación saludable y menor incidencia de enfermedades crónicas. ¿Es la ayahuasca, entonces, una “medicinal” droga peligrosa?