Yassine Kanja, tras asesinar al sacristán en Algeciras.

Yassine Kanja, tras asesinar al sacristán en Algeciras. EL ESPAÑOL

España YIHADISMO

El yihadista de Algeciras, minutos antes de su atentado: "El mundo se va a acabar"

El juez sostiene que Kanjaa tenía claro y "definido" su objetivo cuando salió con un machete de su casa de Algeciras (Cádiz).

8 febrero, 2023 17:29

Yassine Kanjaa tenía claro y "definido" su objetivo cuando hace dos semanas salió con un machete de su casa de Algeciras (Cádiz). Dejó allí el teléfono para que no le geolocalizaran. Era perfectamente consciente del crimen que estaba a punto de perpetrar. Buscaba causar el máximo daño posible. Aquella tarde, su misión era "matar a todos los sacerdotes" que se encontrase en varios recintos religiosos.

Minutos antes, había entrado en la Iglesia de San Isidro increpando a los feligreses: "¿Por qué crees en una escayola?", le dijo, señalando la escultura de una de las vírgenes, a una de las mujeres que estaban en el templo. Cogió una Biblia y se puso a golpear la efigie y uno de los altares, gritando: "¡El mundo se va a acabar!".

Todos estos datos que ha podido conocer EL ESPAÑOL de fuentes policiales y judiciales pertenecen al sumario de la causa que todavía permanece secreta. El juez Gadea define sin rodeos el ataque como de tipo "yihadista". Atribuye a Kanjaa los delitos de asesinato y lesiones con fines terroristas. Podrían acarrear para él la pena de prisión permanente revisable.

Ya decretó hace unos días su ingreso en la cárcel de forma provisional y sin fianza. Ahora la Audiencia Nacional ha rechazado la petición de la defensa del presunto yihadista de que se acordara su libertad provisional con medidas cautelares.

La Sala de lo Penal, a la que la defensa recurrió la prisión provisional sin fianza en apelación, entiende que debido a la gravedad de los hechos no deben estimar la solicitud. Suman a esto que los indicios que apuntan a que él fue el autor de los hechos son numerosos, y añaden que en su decisión pesa el riesgo de reiteración delictiva.

[Así celebró el yihadista de Algeciras el asesinato del sacristán tras perseguirle por la plaza: el vídeo]

Tras las primeras diligencias de investigación recibidas en la Audiencia Nacional desde la Comisaría General de Información el magistrado Joaquín Gadea secuencia claramente los hechos desde las primeras amenazas hasta la detención del asesino Kanjaa. 

Secuencia

Todo transcurrió aquella tarde del 25 de enero en un período de tiempo no mucho mayor que una hora. Después de los insultos y los gritos en la iglesia regresó a su casa. Extrajo el machete (según él, una "espada" de grandes dimensiones) del escondite en el que lo había ocultado. Apenas 500 metros separaban la vivienda en la que vivía como okupa este marroquí de 25 años del lugar de unos hechos. Al primero de los religiosos a los que atacó lo dio por muerto.

Al segundo, el sacristán Diego Valencia, lo persiguió en plena calle como si estuviera en plena cacería hasta que lo tuvo indefenso en el suelo, y ahí le asestó el último golpe. 

Fuentes policiales explican que se han concretado ya un total de 19 testigos para declarar ante el magistrado los próximos 15, 16 y 17 de febrero. Son algunas de las personas que presenciaron los hechos, así como los compañeros de piso y los perjudicados por la tragedia. 

Completa radicalización

Poco antes de que llegase la Navidad, Yassine dio un giro completo a su vida y se entregó en cuerpo y alma al salafismo. Así lo indicaron varios testigos a la Policía Nacional. Hasta entonces, llevaba una vida que definieron como "normal".

Sus compañeros de piso confirmaron que, hasta aquellas fechas, Kanjaa bebía alcohol e incluso fumaba hachís con regularidad. Pero, de pronto, modificó sus hábitos de forma "radical". Decidió dejar la bebida y las drogas, y se centró en la religión.

[El asesino de Algeciras tenía orden de expulsión desde hace 7 meses sin ejecutar por Interior]

El supuesto asesino de Algeciras empezó a escuchar de manera asidua cánticos con versos del Corán. Lo hacía a través de audios en su teléfono móvil. Este lapso temporal, de poco más de un mes, en el que se data su radicalización coincide plenamente con lo observado en sus redes sociales, tal y como recoge el informe elaborado por la Comisaría General de Información.

Del análisis de su actividad en Internet, así como del volcado de parte del contenido de su teléfono y de las declaraciones de los testigos, Gadea infiere que Kanjaa "mantenía y mantiene un compromiso implícito con su visión del Islam". Cuando decidió matar, ya se encontraba "plenamente radicalizado".