Pablo, el ciclista fallecido tras ser atropellado

Pablo, el ciclista fallecido tras ser atropellado Cedida

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Un conductor borracho y drogado mató al ciclista Pablo Martín y se dio a la fuga: ya está en libertad

La víctima mortal salió un domingo por la mañana con su bicicleta por un pueblo de Badajoz cuando un conductor lo atropelló y se dio a la fuga.

30 mayo, 2022 03:17

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Entre Fuentes de León, un pueblecito pacense de 2.000 habitantes, y la Nacional 5, que une Madrid y Portugal pasando por Badajoz, hay un áspero entramado de 25 kilómetros de carreteras dejadas de la mano de Dios. 25 kilómetros que, cada domingo, separaban a Pablo de ir con su bicicleta por un lugar seguro. 25 kilómetros entre la vida y la muerte. Hasta que el 20 de marzo un conductor borracho y drogado acabó con su vida. Tras un mes en prisión provisional, ya está en la calle y a la espera de un juicio aún sin fecha. La familia, destrozada, inicia ahora una lucha social para pedir justicia.

Pablo Jesús Martín Vázquez (43) y su amigo Manuel (47) solían madrugar los domingos para recorrer las carreteras de la comarca de Tentudía en la bicicleta. Pablo, casado y con dos hijos: una niña de 14 y un varón de 9, prefería salir bien temprano para poder aprovechar el resto del día con su familia. Los días de buen tiempo, además, el sol convierte en cobre los tejados e invita a perderse entre la abundante naturaleza que abraza al pueblo.

Esa mañana fueron por la carretera EX-202 con todos los dispositivos de señalización correspondientes. A las 9:30 horas atravesaban el kilómetro 46.500, una recta de más de medio kilómetro con buena visibilidad, cuando un conductor de 23 años los atropelló con su BMW negro y se dio a la fuga.

"Manuel se salvó milagrosamente porque cayó a la cuneta, que estaba cubierta de hierba y amortiguó el golpe. Pablo se llevó la peor parte porque cayó en el asfalto", describe Ismael, hermano de Pablo. Un helicóptero medicalizado los trasladó rápidamente hasta el Hospital Universitario de Badajoz, donde Pablo falleció dos días más tarde.

El conductor fue detenido en Fuente de Cantos, municipio vecino de Fuentes de León, con la bicicleta de Pablo arrastrando bajo el coche. Dio positivo en alcohol y drogas. El juez lo envió a prisión provisional, donde permaneció un mes antes de ser liberado con una fianza de 6.000 euros, algo que la familia de Pablo no entiende. A la espera de que se celebre el juicio por la muerte de Pablo, Ismael reclama cambios judiciales: "No es justo que una muerte como la de mi hermano resulte tan absurdamente barata a quien la provocó".

Fuentes de León

Fuentes de León

Casos recurrentes

Desde los 21 años, Pablo tenía una empresa de construcción con ocho empleados a su cargo. "Le iba bien, era muy trabajador y luchó mucho para sacar adelante a su familia", recuerda Ismael. De lunes a sábado, la empresa consumía casi todo su tiempo, pero los domingos le gustaba relajarse practicando deporte: "Siempre le había gustado el fútbol, pero últimamente se había aficionado al ciclismo. La bicicleta de carretera se la compró hace tan solo un año".

Pablo y Manuel circulaban en paralelo como aconseja el código de circulación, y por una recta en la que "el conductor los debería haber visto unos 300 metros antes, pero aún así los atropelló a los dos", dice su hermano. Para Ismael, el problema es que "no hubo intención de adelantarlos, ni hizo por apartarse un poquito porque entonces no le habría dado al ciclista que iba por fuera, ni tampoco intentó socorrerlos después del impacto".

Se desconocen detalles como la velocidad a la que iba el BMW porque el juez ha decretado el secreto de sumario. Sí que se ha confirmado el positivo en los controles de alcohol y drogas. Pero lo cierto es que no se trata de un caso aislado. Desde 2016, ya son siete los ciclistas que han fallecido en estas carreteras extremeñas.

Si se observa todo el panorama nacional, entre 2018 y 2021 fueron 236 los ciclistas muertos tras ser atropellados por un vehículo, según datos de la Dirección General de Tráfico. Además, los gráficos estadísticos del Ministerio de Interior demuestran un repunte de la siniestralidad vial en 2021 tras años de tendencia a la baja.

"Las carreteras del sur de Badajoz están en mal estado, sin arcén, rutas ciclistas habituales no señalizadas...", reclama Ismael que, como muchos extremeños, se siente abandonado por las autoridades.

Además, también señala el problema de los fines de semana: "Tráfico sabe que los accidentes de bicicleta se concentran las primeras horas de la mañana de los sábados y domingos, porque es cuando más ciclistas hay y más energúmenos vuelven drogados de fiesta. Pedimos que se aumenten los controles por zonas donde se sabe que hay gente haciendo deporte, pero tú sales y no te encuentras un control de nada".

Control de Tráfico

Control de Tráfico

Penas más duras

Más allá del tema de las carreteras y los controles de la Guardia Civil, la familia de Pablo ha lanzado una campaña a través de la plataforma change.org donde exigen un recrudecimiento del Código Penal "para evitar más muertes como la de mi hermano". Por el momento son ya más de 81.000 las firmas que han logrado reunir.

Por un lado, se quejan de que "son cosas que las autoridades podrían evitar". Creen que "si a esta persona no le cae una condena ejemplar, le va a seguir pasando a las personas que hacen deporte".

El abogado de la familia es prudente, ya que aún no se le han imputado los delitos, y ha avisado de que el juicio va para largo. Ismael cree que "es fácil adivinar que hay un delito de homicidio imprudente". Sin embargo, a su juicio esto no es un caso de imprudencia: "Eso es cuando has intentado evitarlo, pero este individuo se dio a la fuga. Tendría que haber algún delito entre el homicidio normal y el imprudente".

Víctor Moreno, presidente de la Unión Española de Abogados Penalistas (UEAP) y abogado en Moreno Catena & Venturi Abogados, explica que idealmente hay una relación inmediata entre la pena y la evitación del delito: "Una función de las penas es la prevención general, una llamada de atención a todo el mundo para decirle lo que le pasará si hace una determinada cosa".

Hospital Universitario de Badajoz donde atendieron a Pablo

Hospital Universitario de Badajoz donde atendieron a Pablo

No obstante, señala que "estadísticamente no está comprobado que un incremento en la cuantía de las penas lleven directamente a una reducción de la criminalidad". Moreno entiende el dolor y el deseo de venganza de la familia, a la que "un tío que se ha drogado le ha arrancado a un ser querido sin comerlo ni beberlo".

No obstante, por más que sea algo irreparable, "el Código Penal tiene que atender a una coherencia interna, a la debida proporcionalidad entre la gravedad de las conductas y las penas". Es decir, que debe haber una proporción que permita "penar más gravemente una violación que una amenaza, o un homicidio que un robo". Además, explica que los cambios penales se dan en función de la gravedad y del reproche social: "Hay que estar a lo que entiende el conjunto de la sociedad".

La carta

A la espera de la resolución del caso, el plan de la familia de Pablo es "llevar lo sucedido a las altas esferas y juntarnos con otras familias que hayan pasado por lo mismo para que esto deje de ser un homicidio imprudente". Además, es problemático que, tan solo un mes después de los hechos, puedan cruzarse en el pueblo con el hombre que mató a Pablo al no haber herramientas judiciales para retenerlo en la prisión provisional.

Ismael recuerda las primeras semanas desde la tragedia como un momento de desconexión total con la realidad, en el que dejan de saber dónde se encuentran y lo que está pasando. Cree que la muerte de su hermano no puede quedar en vano. Su petición, por tanto, no entiende de argumentos juristas por más fundamento que tengan: "Queremos que se alarguen las penas y pongan condenas más graves, que se cumplan íntegramente, y que estas personas no vuelvan a coger un volante nunca más".

Hace 15 días, una carta llegó al buzón de la casa de Pablo, donde siguen viviendo su mujer y sus hijos. Ismael no la ha querido leer porque sabe que no está escrita con el corazón, sino que busca funcionar como atenuante. Al final, para que haya perdón debe existir primero el arrepentimiento, algo que Ismael no ha visto: "Lo conocemos de vista, es del pueblo de al lado. Habría sido muy fácil que alguien de su familia se hubiese puesto en contacto con nosotros en estos dos meses y no ahora asesorados por el abogado. Jamás le habríamos hecho nada a alguien que viniera a pedir perdón".