La esperanza de Alcibíades
Nadie ignora que al adentrarse en el mundo se le van estrechando a uno las posibilidades existenciales como varillas de un abanico que se pliegan hasta cerrarse por completo.
Nadie ignora que al adentrarse en el mundo se le van estrechando a uno las posibilidades existenciales como varillas de un abanico que se pliegan hasta cerrarse por completo.