Revista de prensa.

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La tribuna

La victoria de Puigdemont sobre Sánchez, según cada periódico

11 enero, 2024 07:54

Tras leer los periódicos de esta mañana, uno tiene la sensación de que todos, los más cercanos a la derecha y los más cercanos a la izquierda, sobrevaloramos a Pedro Sánchez. Porque se percibe un tono de sorpresa en los titulares, como si lo que sucedió ayer fuera algo improbable, impensable, ¡casi imposible! Sánchez fue investido en un pacto con los nacionalismos, opuestos entre ellos y todos contrarios a la idea de España, y pensamos que podría ir bien. Le atribuimos una vez más esa condición de invencible.

Vamos con los hechos de las portadas. Para aprobar dos decretos en este arranque de la legislatura, el Gobierno le dio a Puigdemont todo lo que pidió. Sólo faltó que los diputados de Junts se despidieran como Raúl del Pozo en los restaurantes: “¡Por favor, la cuenta y la Guardia Civil!”.

ABC: “Junts exprime a Sánchez”. El subtítulo dice: “Los trofeos de Puigdemont”, que son:

-Suprimir el artículo de la Ley de Enjuiciamiento Civil que paralizaba la amnistía en caso de que fuera elevada a Europa.

-Revertir el decreto que favoreció la marcha de empresas de Cataluña.

-Cesión total de las competencias de inmigración.

-Publicación de las balanzas fiscales.

-El Estado asume el coste de las bonificaciones del transporte público.

-IVA del 0% al aceite de oliva.

¡A cambio de dos decretos! Rebeca Argudo, en su columna, dice: “Es lo más parecido que he visto a un secuestro con rehenes”. La Razón da con la clave y se pregunta: si esto ha ocurrido con dos malditos decretos, ¡qué va a pasar con los Presupuestos!

Las portadas son todas muy parecidas. El Mundo: “Puigdemont arrastra a Sánchez a un martirio de cesiones de Estado”. EL ESPAÑOL: “Puigdemont amnistía a Sánchez con ocho nuevas concesiones que siguen vaciando al Estado”. En las cabeceras más cercanas al Gobierno, lo cuentan con más frialdad. La Vanguardia: “Sánchez salva sus decretos clave con más concesiones a Junts”. El País: “Sánchez salva dos decretos in extremis y fracasa el de Yolanda Díaz”.

Sin embargo, en las páginas de dentro, El País y La Vanguardia siguen el mismo guion que el resto. El País, en su editorial, escribe que el Gobierno está “en manos de Junts y Podemos”. Y Jordi Juan, el director de La Vanguardia, dice en su artículo que el Parlamento se ha convertido en “un zoco” y apunta lo tremendo de que se ceda a Cataluña una competencia como inmigración sin debate público y en un plis plas. Por cierto, el director de La Vanguardia señala otro dato para el terror: los demás socios no consiguieron nada ayer, “¿y si les da por copiar de ahora en adelante el estilo de Puigdemont?”.

La vicepresidenta fue la gran derrotada de la jornada. La Razón: “Podemos se venga de Díaz, la debilita ante Moncloa y muestra su poder haciendo caer su decreto estrella”. El del subsidio de desempleo. Atención a esta información de El Confidencial: “Malestar en Moncloa con Yolanda Díaz: ‘Tiene a Podemos enfrente con ánimo de venganza’. Los socialistas auguran que la guerra con Pablo Iglesias les complicará la vida y ven en la vicepresidenta el eslabón más débil”.

Podemos decir que la aritmética parlamentaria hacía previsible la humillación ante Junts; lo delirante fue la manera en que transcurrieron las cosas. La mayoría de periódicos utiliza esta mañana el adjetivo “surrealista”.

El País: “Una negociación de infarto para una votación endiablada”. Los miembros del Gobierno no supieron hasta el último momento que Junts cedería, pero lo hicieron de una manera prácticamente inédita en Democracia, lo que lo hizo todavía más humillante: ¡no participaron en las votaciones! Lo que contabilizó como una abstención.

Relata El Confidencial: “El acuerdo fue agónico y ni siquiera comunicaron que no participarían en la votación. El Ejecutivo no lo supo hasta que se hizo público”. En El Mundo podemos conocer la reacción de Feijóo, que dijo literalmente: “No me habría dedicado a la política de haber sabido que consistía en esto”.

Pero, de pronto, en uno de los decretos hubo empate. El vicepresidente del Congreso, de Sumar, Gerardo Pisarello, se equivocó votando y hubo que repetir el mecanismo, sólo que esta vez de uno en uno.

Y ahora os voy a contar la verdad, voy a decir por qué salió adelante la votación, que estaba empatada. Justo antes de la repetición, una diputada del bloque progresista se fue a fumar a una terraza. Los diputados andaban desorientados porque la sesión se desarrollaba en el Senado, debido a las obras del Congreso. Acabado el cigarrito, esta diputada quiso salir de la terraza, pero… se había quedado encerrada. Comenzó a aporrear la puerta y pasaba por allí, casualmente, Luis Casal, un periodista de EL ESPAÑOL, otro fumador.

Casal tenía en sus manos la Democracia, se había convertido en el rey Salomón. Ante los gritos de la diputada, Casal abrió la puerta y el Gobierno ganó la votación. Puso su granito de arena, igual que Junts, qué mínimo que darle una vicepresidencia o ponerle una de esas calles que se quitan a los generales franquistas.

*Esta es la revista de prensa que Daniel Ramírez realiza cada mañana para 'La España que madruga', en 'Más de Uno', el programa de Carlos Alsina en Onda Cero.

La portavoz de Junts en el Congreso, Miriam Nogueras, este miércoles durante el Pleno.

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