Donald Trump y Ursula von der Leyen, durante su reunión en el G7 de Canadá

Donald Trump y Ursula von der Leyen, durante su reunión en el G7 de Canadá Comisión Europea

Europa

Von der Leyen endurece de nuevo el tono contra China y deja fuera de juego a Sánchez: "Trump tiene razón"

La presidenta de la Comisión todavía confía en una solución negociada a la guerra arancelaria con EEUU tras reunirse con Trump durante el G7 de Canadá.

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A principios de año, cuando Donald Trump acababa de regresar a la Casa Blanca y ya anunciaba una guerra arancelaria contra la UE, Ursula von der Leyen defendió como alternativa recomponer las relaciones con China, gravemente deterioradas por el apoyo de Pekín a Moscú durante la guerra de Ucrania.

Pedro Sánchez se amparó precisamente en este deshielo propugnado por la alemana para justificar su último viaje a Pekín, el tercero desde su llegada al Gobierno. "Creemos necesario el seguir avanzando en el establecimiento de unas relaciones sólidas entre China y la Unión Europea", dijo el presidente del Gobierno tras reunirse con Xi Jinping.

En el G7 que ha concluido este martes en Canadá, Von der Leyen ha vuelto a endurecer el tono hacia China y ha ofrecido a Donald Trump una alianza para combatir juntos las prácticas económicas abusivas del régimen de Pekín. Un giro que deja fuera de juego a Sánchez, que se queda más solo en la UE en su defensa de estrechar la colaboración con China.

"Porque estamos de acuerdo: el sistema comercial global actual no está funcionando como debería. Claramente faltan mecanismos de control. En este punto, Donald tiene razón: hay un problema serio. Pero creemos firmemente que los mayores desafíos no se encuentran en el comercio entre los socios del G7", ha dicho la presidenta de la Comisión en Canadá en presencia de Trump.

"Más bien, el mayor problema colectivo que tenemos tiene su origen en la entrada de China a la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 2001. China todavía se define a sí misma como país en vías de desarrollo y eso no puede ser", denuncia Von der Leyen.

"China ha mostrado que no está dispuesta a vivir dentro de las limitaciones del sistema internacional basado en reglas. Mientras otros abrían sus mercados, China se centraba en socavar la protección de la propiedad intelectual y en otorgar enormes subsidios con el fin de dominar las cadenas industriales y de suministro mundiales", ha señalado la presidenta.

"Esto no es competencia de mercado, es una distorsión deliberada. Y debilita a nuestros sectores manufactureros. Este es el problema que debemos resolver, juntos", le ha propuesto Von der Leyen a Trump, antes de que abandonara precipitadamente la reunión, y al resto de miembros del G7.

Ursula von der Leyen y Donald Trump, durante el G7 de Canadá

Ursula von der Leyen y Donald Trump, durante el G7 de Canadá Comisión Europea

En otra de sus intervenciones en el G7, la alemana denunció los abusos de China con las tierras raras presentándose con un "imán permanente" fabricado en Estonia por una empresa canadiense, utilizando materias primas extraídas en Australia y con apoyo de fondos de la UE.

"Actualmente, China domina el mercado mundial de imanes permanentes de tierras raras. Está utilizando ese cuasimonopolio no solo como una herramienta de presión, sino como un arma para debilitar a sus competidores en sectores clave", critica Von der Leyen.

"Todos hemos sido testigos del coste y las consecuencias de la coerción china mediante restricciones a las exportaciones. Sé que este fue un tema central para Donald y su equipo en las conversaciones de Londres con las autoridades chinas. Es una prioridad para todos nosotros", señaló la jefa de la Comisión dirigiéndose de nuevo al presidente de EEUU por su nombre de pila.

Para Von der Leyen, el mundo está viviendo un nuevo "shock de China". "A medida que su economía se desacelera, Pekín inunda los mercados globales con una sobrecapacidad subsidiada que su propio mercado no puede absorber", alega la presidenta.

A su juicio, las medidas unilaterales "tienen un alcance limitado", y por ello defiende "una acción conjunta del G7", incluyendo a EEUU. Una actuación que debería basarse en la diversificación de las cadenas de suministro en sectores críticos; la protección de sectores clave como acero, fármacos o semiconductores; y una respuesta común frente a los abusos de China.

Acelerar el diálogo

Antes de que Trump se marchara del G7 antes de tiempo, Von der Leyen tuvo la ocasión de mantener una breve reunión bilateral con él, la primera cara a cara de este mandato. La presidenta de la Comisión todavía ve posible una solución negociada antes de que acabe la tregua el 9 de julio, tras la que el presidente de EEUU ha amenazado con un arancel general del 50% a todos los productos europeos.

"He hablado con el presidente Trump sobre temas críticos, desde Ucrania hasta el comercio. En materia de comercio, hemos instruido a los equipos a acelerar su trabajo para lograr un acuerdo bueno y justo. Hagámoslo", ha escrito la presidenta en su cuenta de la red social X.

Sin embargo, el presidente de EEUU es mucho menos optimista. En el Air Force One de regreso a Washington, justo después de verse con Von der Leyen, Trump ha repetido que la UE se creó para "perjudicar a EEUU en materia comercial".

“Estamos hablando, pero no siento que estén ofreciendo un acuerdo justo todavía (...) O hacen un buen acuerdo, o simplemente pagarán lo que nosotros digamos que tienen que pagar”, ha sentenciado el presidente de EEUU.