
El cardenal Angelo Becciu saluda al cardenal Matteo Zuppi durante una ceremonia. Reuters
El cardenal Becciu, condenado por malversación, renuncia a participar en el Cónclave para elegir al nuevo Papa
El primer cardenal juzgado por un tribunal penal del Vaticano fue condenado en 2023 a cinco años y medio de cárcel. "Por el bien de la Iglesia, he decidido obedecer como siempre he hecho a la voluntad del papa Francisco", afirma.
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El cardenal italiano Angelo Becciu, que llegó a ser el número tres de la jerarquía vaticana, ha renunciado a participar en el Cónclave para elegir al nuevo Papa, según ha confirmado en un comunicado. El prelado había sido defenestrado tras su implicación en un escándalo de fraude financiero en la Santa Sede. De hecho, Francisco le arrebató los privilegios de purpurado por su implicación en un escándalo de malversación por el que ha sido condenado y dejó dos cartas mecanografiadas y firmadas en las que planteaba su exclusión durante el proceso de elección del nuevo sucesor de San Pedro.
"Por el bien de la Iglesia, a la que he servido y continuaré a servir con fidelidad y amor, así como para contribuir a la comunión y serenidad del cónclave, he decidido obedecer como siempre he hecho a la voluntad del papa Francisco y no entrar en el Cónclave a pesar de seguir convencido de mi inocencia", ha señalado Becciu en el comunicado. El Pontífice fallecido había despojado en 2020 al prelado "de los derechos asociados al cardenalato" tras salir a la luz su implicación en un caso de irregularidades financieras.
Becciu ha adoptado esta decisión tras la congregación general de los cardenales celebrada este lunes, en la que se decidió que el Cónclave comience el próximo 7 de mayo. En las anteriores reuniones de cardenales antes de funeral, el secretario de Estado, Pietro Parolin, había mostrado dos documentos firmados por Francisco que indicaban que Becciu no podía participar en el proceso papal. El responsable de la sala de prensa del Vaticano, Matteo Bruni, declaró que los cardenales no habían adoptado "ninguna deliberación" sobre el caso Becciu.
Becciu, primer cardenal juzgado por un tribunal penal del Vaticano, fue condenado en 2023 a cinco años y medio de cárcel por estafa y malversación de fondos y a inhabilitación "perpetua" para ejercer cargos en la Santa Sede. El escándalo estalló al trascender la compra de un edificio en el corazón londinense, en Sloane Avenue, una antigua sede de las galerías Harrods en el exclusivo barrio de Chelsea.
Además, durante el proceso surgieron otros delitos financieros cometidos presuntamente por Becciu como las donaciones de 125.000 euros que el cardenal ingresó en la cuenta de una asociación, vinculada a la Cáritas sarda de Ozieri, su lugar natal, y que en ese momento presidía uno de sus hermanos. El prelado ha negado todas las acusaciones.

Los cardenales, durante una misa en Santa María la Mayor tras el entierro del papa Francisco. Reuters / Vaticano
El caso Becciu estaba causando "sufrimiento" entre los cardenales en las reuniones previas al cónclave de estos días, según reconoció el lunes a los periodistas el purpurado italiano Fernando Filoni a su llegada al aula del sínodo donde se celebran las congregaciones. El que fuera poderoso sustituto de Asuntos Generales de la Secretaria de Estado y prefecto de la Causa de los Santos "es una persona estimable", pero esto no significa que "no sea culpable", añadió por su parte el veterano cardenal italiano Giuseppe Versaldi.
El temor era que su exclusión hiciese invalidar el voto en la Capilla Sixtina, mientras los analistas explicaban que los cardenales tampoco podían tomar la decisiones de excluirle ya que esto sólo lo podría haber hecho el Papa con anterioridad. Becciu participa en las congregaciones generales como el resto de los 252 cardenales, de los que 134 entrarán en el Cónclave al ser menores de 80 años y las estadísticas del Vaticano le cuentan como no elector.
El cardenal italiano, de 76 años, fue condenado a 5 años y 6 meses de cárcel por un caso de irregularidades financieras y ahora está a la espera de la resolución de su recurso. "El Papa reconoció mis prerrogativas cardenalicias como intactas ya que no hubo voluntad explícita de excluirme del cónclave ni petición de mi renuncia explícita por escrito", declaró el pasado martes Becciu al diario Unione Sarda.