El féretro de Francisco I, ante mandatarios de todo el mundo.

El féretro de Francisco I, ante mandatarios de todo el mundo. Nathan Howard Reuters

Europa

"El funeral de un pastor, no de un soberano": Roma despide al papa Francisco en una liturgia sencilla con pompa vaticana

Junto a la Salus Populi Romani, protectora de la ciudad, descansarán para siempre los restos de Francisco, el párroco de Roma.

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Ciudad del Vaticano
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A las 5:30 horas de la mañana la fila para acceder a la Plaza de San Pedro ya estaba abarrotada. Muchos pensaban que los más de dos kilómetros de la cola de la capilla ardiente del Papa Francisco difícilmente serían superados, pero este sábado Roma ha amanecido con miles de fieles que querían participar en el funeral del Santo Padre. El Vaticano ha blindado su seguridad y nunca antes la Via della Conciliazione pareció tan inexpugnable.

Mientras los periodistas se agolpaban sobre la terraza del brazo de Carlo Magno, los fieles han ido entrando a la Plaza de San Pedro, bañada por el sol del mayo romano. Poco a poco iban accediendo a la parte superior de la plaza los cardenales y las distintas autoridades políticas, que situadas a izquierda y derecha del Altar han querido acercarse al centro de la cristiandad para brindar su último adiós al Papa Francisco.

Desde las ocho de la mañana la plaza ha vivido un bullicio inusual, y no es para menos. Hace doce años por el balcón de la Logia vaticana se asomaba Jorge Mario Bergoglio, primer pontífice del continente americano. Fue entonces cuando pronunció ese "parece que mis hermanos Cardenales han ido a buscar al Obispo de Roma casi al fin del mundo..., pero aquí estamos. Os agradezco la acogida". La acogida de entonces se ha manifestado a lo largo de esta jornada, que queda para el recuerdo en el calendario de la Santa Sede. Francisco fue sin duda el primero de muchas cosas.

Precisamente en junio de 2024 el pontífice argentino simplificó la liturgia de los funerales papales y algo se ha notado en las exequias de esta mañana, aunque la Santa Sede ha despedido a su jefe de Estado con toda la pompa y circunstancia. Ha sido, en palabras de monseñor Diego Ravelli, Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, "el funeral de un pastor, y no de un soberano". Ese es el ambiente de Roma: esta mañana el mundo no despedía al jefe de Estado más peculiar del mundo, sino al párroco de la Ciudad Eterna. Una pancarta se leía en una de las esquinas de San Pedro: "Grazie, Papa Francesco".

Con puntualidad vaticana, esto es, casi diez minutos después de lo esperado, ha comenzado el funeral del Santo Padre, que ha estado presidido por el cardenal italiano Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, acompañado por monseñor Baldassare Reina y Youssef Absi, patriarca de Antioquía. Y con ellos otros tantos purpurados han colmado los aledaños del Altar, bajo los cánticos en latín del coro de la Capilla Sixtina. El Babel de lenguas en que se ha convertido Roma durante la semana se ha difuminado esta mañana en el idioma eterno de la Santa Sede, salvo por los cantos bizantinos finales, que han puesto el broche a la ceremonia.

Pese al alboroto de la capital italiana, tres momentos de silencio han estremecido a los más de 200.000 fieles congregados en San Pedro: primero, cuando el féretro de Francisco salía por la puerta principal de la basílica. Roma guardaba un silencio sepulcral por su obispo, mientras sonaba el coro. Después, en el rito de la consagración, en el que muchos de los peregrinos se han arrodillado con solemnidad en el adoquinado romano. Por último, la quietud ha sido unánime en el momento de la doxología, momento de la Misa en que todos los sacerdotes concelebrantes −las primeras aproximaciones hablan de un par de miles− cantaban con solemnidad: «Per ipsum, et cum ipso, en in ipso».

La presencia de España ha estado protagonizada por los Reyes Felipe y Letizia. La ausencia de Pedro Sánchez, criticada los últimos días por la oposición, ha gozado de cierto disimulado gracias a la aparición en grupo de la delegación española, con las vicepresidentas María Jesús Montero y Yolanda Díaz −ambas detrás de los reyes−, el ministro Félix Bolaños y el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo. Precisamente estos dos últimos han intercambiado algún comentario antes del comienzo de la Misa, que pese al sol romano ha estado marcada por el viento. Abrigados se veían desde la tribuna de prensa a los mandatarios políticos.

En primera fila, junto a figuras como Giorgia Meloni y el resto de delegaciones políticas −concretamente 160, según informaba a primera hora la Oficina de Prensa de la Santa Sede− ha estado justamente el presidente argentino, Javier Milei, junto a su hermana y pegado en todo momento al féretro de Francisco. En la esquina derecha de las autoridades políticas Milei observaba el ataúd del Santo Padre, que en esta ocasión es sencillamente de ciprés, y no de las tradicionales tres capas de ciprés, plomo y roble.

A eso de las 12:10 de la mañana ha terminado el funeral de Francisco y su ataúd ha sido llevado al interior de la basílica para dar comienzo al recorrido del cuerpo del Papa desde San Pedro hasta Santa María la Mayor. Este itinerario de casi seis kilómetros, publicado hace unos instantes por el Vaticano para todos los fieles que querían acompañar al Papa, es insólito en las exequias papales, dado que desde 1903 ningún pontífice ha sido enterrado fuera de los muros vaticanos. Junto a la Salus Populi Romani, protectora de Roma, descansarán para siempre los restos de Francisco, el párroco de Roma.