Olaf Scholz junto a Volodímir Zelenski durante la Conferencia de Seguridad de Munich 2024.

Olaf Scholz junto a Volodímir Zelenski durante la Conferencia de Seguridad de Munich 2024. Reuters

Europa

Scholz marca el paso a Europa ante Putin en Múnich: “Sin seguridad, lo demás no vale nada”

El canciller alemán defiende las ayudas militares a Ucrania para que el país de Volodímir Zelenski pueda seguir repeliendo la invasión de Rusia.

17 febrero, 2024 15:45

El 'Zeitwende' era esto. Ver al canciller de Alemania, Olaf Scholz, aceptar el reto de plantar cara a amenazas como la que plantea la Rusia de Vladimir Putin y rebelarse tras décadas en las que su país había estado aletargado en materia de seguridad y defensa. Ese Olaf Scholz es el que se dejó ver este sábado en la Conferencia de Seguridad de Múnich, la gran cita de la política internacional europea.

Ha tardado en cuajar en Alemania ese 'Zeitwende', expresión que significa literalmente "tiempo de cambio" y que fue pronunciada por Scholz en el Bundestag pocos días después del inicio de la invasión rusa. Con ella se alude, entre otras cosas, a que Alemania cambie el chip y vuelva a rearmarse porque, tal y como decía esta semana el canciller, "no vivimos tiempos de paz".

El sábado, Scholz ha venido a decir lo mismo en la tribuna que le ofrecía la Conferencia de Seguridad de Múnich. Pero no sólo hizo eso. También ha aprovechado para animar al resto de socios europeos a seguir el ejemplo alemán sin prestar atención a quienes duden de la conveniencia de apoyar a Ucrania con miles de millones de euros en armamento, ayuda financiera y humanitaria. "Sin seguridad, lo demás no vale nada", llegaría a decir el canciller germano tras poner como ejemplo las decisiones de apoyo de Scholz a Ucrania.

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El viernes, Scholz y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, firmaban en Berlín un documento bilateral por el que, según explicaba el canciller, se "establece que Alemania seguirá apoyando la independencia de Ucrania en su defensa contra la guerra de agresión rusa, como ya he dicho antes, durante el tiempo que haga falta". Sobre ese mismo compromiso alemán, el jefe del Gobierno alemán abundaba en Múnich e invitaba a otros países europeos a seguir el ejemplo germano.

"La ayuda militar ya prestada y prevista por Alemania asciende a 28.000 millones de euros. Para el año en curso, casi hemos duplicado nuestra ayuda militar hasta superar los 7.000 millones de euros. A ello se añadirán compromisos para los próximos años por un total de 6.000 millones de euros", apuntaba Scholz antes de señalar al resto de socios de la Unión: "me gustaría mucho que se tomaran decisiones similares en todas las capitales europeas".

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"¿Hacemos lo suficiente?"

La intervención de Scholz de este sábado comenzó con una interpelación bastante directa: "dos años después del inicio de la guerra -rusa contra Ucrania-, debemos preguntarnos todos: ¿Hacemos todos lo suficiente par señalar a Putin que estamos preparados para el largo plazo? ¿Hacemos lo suficiente, cuando todos sabemos lo que significaría una victoria rusa en Ucrania?".

A su entender, la derrota de la resistencia ucraniana frente al ejército invasor ruso supondría el final de Ucrania como "un estado libre, independiente y democrático, la destrucción del orden europeo, el mayor golpe contra la Carta de la ONU desde 1945 y, algo no menos importante, un estimulo a los autócratas del mundo para resolver los conflictos con violencia".

Scholz reconocía que es costoso económica y políticamente ponerse del lado de Kiev como lo han hecho en Berlín. "Sé que no es fácil", decía el canciller, quien ha visto en su país crecer en términos de intención de voto dos iniciativas contrarias con la política de apoyo militar a Ucrania. A saber, la Alianza Sahra Wagenknecht (BSW), surgida de las cenizas tras la combustión del grupo parlamentario del partido izquierdista Die Linke, y la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).

Las encuestas de intención de voto atribuyen actualmente a AfD cerca de un quinto de la intención de voto, pese a tener desde hace un tiempo, semana sí otra también, a miles de personas en la calle clamando, entre otras cosas, por su prohibición. La BSW, que acaba de constituirse, aún no ha concurrido en ningunas elecciones, pero hay sondeos que ven al partido de Wagenknecht alcanzando el 7% de los votos en unas eventuales elecciones generales.

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"Como en otros países, también en el nuestro hay voces críticas que se preguntan: '¿no deberíamos gastar el dinero en otros fines?'. Moscú está alimentando esas dudas con campañas de desinformación selectivas y propaganda en las redes sociales", dijo el canciller en relación a las opiniones anti-ayuda militar a Ucrania pese a la invasión rusa que cultivan dichos partidos.

"La guerra nos pasa factura"

"La verdad es que esta guerra en el corazón de Europa también nos está pasando factura. Sí, el dinero que gastamos en nuestra seguridad falta en otras partes", planteaba el canciller antes de apelar a la importancia de la seguridad y la conveniencia de pagar por ella. "Pero también digo: sin seguridad, todo lo demás no es nada. Sólo cuando dediquemos los medios necesarios solidariamente y pensando en el largo plazo aumentará la producción de nuestra industria militar de forma fiable, contribuyendo así a nuestra seguridad", según Scholz.

Concretamente, lo que daba a entender Scholz es la necesidad urgente de que los países europeos tengan como referente a Estados Unidos a la hora de apoyar a Ucrania militarmente.

"Desde el comienzo de la guerra, Estados Unidos ha proporcionado a Ucrania algo más de 20.000 millones de dólares anuales en ayuda militar, con un producto interior bruto de 28 billones de dólares. Un esfuerzo comparable sería sin duda lo mínimo que debería hacer cualquier país europeo", dejaba dicho el canciller, cuyo país es el segundo del mundo que más se ha volcado con la ayuda militar a Ucrania.

Desde la tribuna en Múnich, Scholz recordaba, no en vano, que la invasión de Ucrania constituye "la mayor amenaza para la seguridad de nuestro continente" y, frente a esa amenaza que representa la Rusia de Putin, los países europeos han de "ser creíbles".

Tras lustros habiendo ignorado el compromiso de la OTAN, de dedicar un 2% de su PIB a gasto de seguridad y defensa, la élite política alemana, con Scholz a la cabeza, se ha obligado desde este año a respetar ese objetivo. Para ello, ya en 2022, Scholz lanzaba en su país la creación de un fondo especial para el rearme dotado de 100.000 millones de euros.

En 2023, el gasto alemán en ese área representaba un 1,57%, según recoge el portal de estadística Statista. Pocos países miembros de la Alianza Atlántica están por debajo de ese porcentaje. Entre ellos destaca España (1,26%). Las naciones del este europeo, las que se sienten más amenazas militarmente por Rusia, están sensiblemente por encima del 2% 'otaniano'. Es el caso de Polonia (3,9%), Estonia (2,73%), Lituania (2,54%) o Letonia (2,27%).