Juan Lobato, candidato del PSOE a presidir la Comunidad de Madrid.

Juan Lobato, candidato del PSOE a presidir la Comunidad de Madrid. Laura Mateo

Madrid Comunidad ELECCIONES 28-M

Comiendo sushi con Lobato: "De pequeño me sabía de memoria discursos de Felipe González y Tierno Galván"

El candidato socialista aprovecha para pedir pescado cuando está fuera de casa porque su mujer, Susana, es alérgica. De pequeño se empachó a quesitos y aborreció el queso.

23 mayo, 2023 03:25

Soto del Real no es conocido por su gastronomía japonesa ni tiene una comunidad asiática potente. Por eso, cuando le preguntamos a Juan Lobato, candidato socialista a presidir la Comunidad de Madrid, dónde le apetecería pasar un rato con Madrid Total, nos extrañó la respuesta.

"Me gusta. Además, mi mujer es alérgica al pescado y no lo como en casa. Cuando salgo fuera, aprovecho para pedirlo". La explicación ha sido sencilla. Apenas ha entendido las dudas de esta humilde redactora que había empezado a elucubrar grandes estrategias electorales. "¿Captar el voto asiático?".

Pero Lobato (Madrid, 1984), como los nigiris, no oculta nada. Arroz y pez mantequilla tienen los que nos esperan en el plato. Y, en el caso del socialista, "proyecto y propuestas". Sin crispación, ni estrategas locas como fichar a Jorge Javier Vázquez tras el cierre de Sálvame, aunque reconoce que hablaron cuando se lanzó el bulo de que iba a ser candidato a la Alcaldía de Madrid por el PSOE.

Entrevista a Juan Lobato Laura Mateo

Para preparar sushi, el yanagiba hocho, un cuchillo cuya hoja alargada es perfecta para cortar el pescado, debe manejarse con suma destreza. "Precisión y delicadeza" son dos características que, según los entendidos en la materia, debe tener cualquier itamae, nombre que reciben los maestros cocineros nipones, y que, según Lobato, no reinan entre sus contrincantes a la Presidencia de la Comunidad de Madrid.

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Pregunta.- ¿A cuál de sus contrincantes la ve con la suficiente paciencia y delicadeza como para preparar sushi?

Respuesta.- Están todas un poco nerviosas. Yo me lo estoy pasando pipa, pero a ellas les veo bastante alteradas. En el debate se movían mucho arriba y abajo... Les costaría hacer sushi.

P.- ¿Ni a una arquitecta como Rocío Monasterio la ve capaz?

R.- Más bien cortando el rollo de sushi.

Juan Lobato e Irene P. Nova comiendo sushi.

Juan Lobato e Irene P. Nova comiendo sushi. Laura Mateo

Lobato bromea con los brazos e imita a Monasterio como si estuviera cortando el sushi con radial y algo de agresividad. Y es que, eso de la imitación es algo que se le ha dado bien desde pequeño. Como buen alumno que ha sido en esto del discurso político, de pequeño se sabía alguno de Felipe González de memoria. "En mi casa nos reímos mucho recordando eso".

No pedía la cena dando un mitin, pero es innegable que el gusanillo de la política le picó bien joven. "Mi padre tenía cintas de Tierno Galván, de Felipe González y las escuchaba en una casete. Lo hice tanto que me las sabía de memoria".

Con 18 años ya era portavoz municipal en Soto del Real, el pueblo del que terminó siendo alcalde. Una experiencia que le hizo madurar aunque necesitó de algún que otro empujón. "Me volví un imbécil, se me subió a la cabeza y un amigo me paró los pies", recuerda ahora.

Preparando el makisu con Juan Lobato

Si venimos a esta misma mesa a celebrar su victoria el próximo 28 de mayo. ¿Quién estaría invitado?

Susana, mi mujer. Los peques no, que sería muy tarde. Y seguramente un par de amiguetes y alguien del equipo.

¿Es muy importante rodearse de un buen equipo en estos momentos?

Mi pilar fundamental emocional es mi familia, evidentemente. Cada vez que entro en casa y me empiezan a subir niños por las piernas, desconecto. Pero, a nivel laboral, sin equipo no eres nadie. Además, yo soy muy esponja y me gusta rodearme de muchos satélites que me alimenten.

Hoy comemos sushi, pero a diario... ¿Juan Lobato es más de cocido madrileño o filete y ensalada?

Ahora en campaña, lo que veo. Es la primera instrucción que te dan: si ves un baño y un plato de comida, se aprovecha. Pero normalmente como muy sano. Si estoy fuera de casa pido pescado, porque mi mujer es alérgica.

¿Y es especial para la comida? ¿O es un buen comedor?

De niño no me gustaba mucho el queso, pero ya sí. Yo creo que me saturé porque de muy pequeñito me comía todos los días una caja de quesitos del Caserío. Estuve 10 años sin comer queso.

Como experto en fiestas exprés, ¿con cuál de sus rivales se iría de fiesta ahora mismo a un after work?

Con cualquiera.

Mójese. Yo diría Alejandra Jacinto (Podemos).

Sí, primero, Alejandra Jacinto; Isabel Díaz Ayuso (PP) la segunda y luego a Rocío Monasterio (Vox) y a Mónica García (Más Madrid). Ah, bueno, y a Alfonso Serrano también me gustaría de acompañante de fiesta. [Durante la entrevista el candidato nombró a todos por su nombre, pero se han ampliado para contextualizar]

Continuando con esas fiestas que organiza, ¿cómo son? ¿Hay juegos de mesa?

Los niños sí tienen alguno, pero yo nunca le llegué a coger el punto. Somos más de una buena charla y comida.

Metidos en el ambiente asiático, Juan Lobato coge con destreza los palillos. Pedimos pez mantequilla y algo de atún, aunque hay espacio para gyozas y otras elaboraciones calientes. Una mezcla de cocinas que se ha puesto muy de moda y que, a escasos metros de este restaurante, vive su esplendor en Usera.

Precisamente ese barrio de Madrid, por las declaraciones de la presentadora Ana Rosa Quintana, ha estado de moda en los últimos días. Lobato no retiraría la medalla a la periodista, como quiere hacer el candidato de Podemos a la Alcaldía, Roberto Sotomayor, pero reconoce que se podría haber dicho de otra forma.

"Estuvo poco acertada, no hace falta hacer ese comentario. Pero nada más que eso. Madrid tiene una riqueza cultural enorme gracias a toda esa gente que viene a vivir aquí para aportar culturas nuevas", simplifica.

Lobato reconoce que hizo botellón de joven pero porque era lo que hacían todos.

Lobato reconoce que hizo botellón de joven pero porque era lo que hacían todos. Laura Mateo

En un vistazo rápido, ni su candidatura ni la de sus cuatro oponentes lleva un candidato asiático en sus listas. Él no se había dado cuenta y, cuando conoce el dato, se sorprende. "Es curioso", apunta.

P.- ¿Un fichaje para las próximas elecciones?

R.- Está bien pensado. Tomo nota.

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Tras diez días de campaña, y varios mítines, en la calle, se siente que Lobato también desprende el llamado efecto "Pedro Sánchez". Ese que hace a la ciudadanía, sobre todo de género femenino, gritar más "guapo" que "presidente".

"Hombre guapo no, normal", apunta al tiempo que reconoce que sí nota que tiene un público y no sólo entre el género femenino. "Me pasa desde hace un tiempo que veo que triunfo también entre los hombres. Es curioso".

A Lobato no le extraña eso de ligar con un género u otro, sino hacerlo. Dice que no ha roto muchos corazones en su juventud y que, de hecho, triunfaba más entre las madres de sus amigas que con ellas. Las mayores decían eso de "qué majo es Juanito", pero las hijas nada. "Las que me interesaban a mí", bromea.

Lobato suele pedir pescado cuando sale fuera de casa porque su mujer es alérgica.

Lobato suele pedir pescado cuando sale fuera de casa porque su mujer es alérgica. Laura Mateo

P.- ¿El candidato más formal de la campaña nunca fue un malote en Soto del Real de chupa de cuero y botellón en el parque?

R.- Rebelde no, pero de botellón sí. Pero eso era algo social. En ese momento no había WhatsApp y era una forma de sociabilizar. En Soto todos mis amigos, todo el mundo, estaba en el parque. Ahora todo ha cambiado muchísimo y los hábitos culturales también. Pero entonces... claro.

P.- De botellón se puede ser el malote que grafitea el mobiliario urbano o el que no…

R.- Más tirando a modosito, la verdad.

P.- ¿Y el look? ¿Alguna rasta? En ese momento estaban muy de moda.

R.- [Se ríe] No, no. Podría aparecer alguna foto de una vez que nos pintamos el pelo. La mitad de la cabeza de un color y la otra mitad de otra. No sé si aparecerán alguna vez, pero estaban chulas.

P.- ¿Suspendió alguna asignatura de joven o era buen estudiante?

R.- Alguna en la universidad.

P.- Hombre, ¡en la Universidad ya no vale! ¿Cuándo dejó de ser adolescente y dijo eso de "he madurado"?

R.- Entré de concejal con 18 añitos y eso madura bastante. Pero era un imbécil. Sinceramente. Me acuerdo de una conversación con un amigo, en un bar, que me tiró de las orejas porque se me había ido la olla. Tenía 18 años, me hicieron portavoz (que no había nadie, ósea que no tenía mucho mérito), pero se me subió a la cabeza. Con esa charla se me quitaron las tonterías.

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En las pasadas elecciones del 4 de mayo, el presentador de televisión, Jorge Javier Vázquez, apoyó al candidato socialista, Ángel Gabilondo, en un mitin en Vallecas. En cambio, estas elecciones, se ha puesto del lado de Más Madrid y Mónica García.

Lo que desde fuera se puede analizar como un desplante a los socialistas, no lo es según Lobato. Incluso se ha mandado algún mensaje con él en el último año.

Aunque en su casa no haya ningún espectador de Sálvame que se ponga triste por la retirada del programa, tampoco le parece mal que exista. A su juicio, es un producto "más" que él decide no elegir.

P.- Ahora que Jorge Javier se ha quedado en paro, lo mismo le queréis fichar para el PSOE. En su momento se bromeó con la posibilidad de que fuera el gran candidato a la Alcaldía…

R.- Ese día me estuve escribiendo con él. Estaba con el cachondeo. Pero no creo que Jorge Javier se haya quedado en paro. Seguro que tiene mucha tarea.

La sobremesa

¿Qué le gusta hacer en su tiempo libre a Juan Lobato?

Viajar. Antes de tener niños, Susana y yo viajamos por todo el mundo. Además, tenemos muchos amigos y familia fuera y hacíamos muchas visitas a casas de amigos, que es como mejor se viaja. Australia fue nuestro viaje de novios y estuvimos en casa de una amiga unos días. Ahora con los niños es mucho más difícil.

Desde fuera se le ve como el yerno perfecto.

Me estás recordando un trauma de joven. [Se ríe] Con 15 o 17 años las madres de mis amigas siempre decían eso de "mira Juanito", pero a mis amigas no le gustaba a ninguna. Y yo me preguntaba, "¿pero esto cómo puede ser?". En vez de gustar a las chicas de mi clase, le gusto a las madres. Eso era horrible, ¡horrible!

¿Cómo le describen las mujeres de su entorno?

Divertido, que me gusta estar con gente y hasta ahí. Normal. Soy un tipo bastante normal. Creo que se me nota.

¿Alguna serie de televisión o película que le encante y lo considere un guilty plaseure? De esas que sabe que son malas pero que disfrutas.

Pues es muy difícil porque te ponen tanto las buenas que… no te da tiempo a mucho. Pero mira, de niño veía El príncipe de Zamunda, de Eddie Murphy. Y la habré visto veinte veces, me sé hasta los diálogos.

¿Con qué serie de TV está ahora?

Acabo de terminar la última de Succesion, The Good Fight… Me gustó mucho Mad Men, podría decir que es mi favorita en los últimos diez años. Y luego españolas he visto alguna trilogía como la del Baztan.

Como estamos en un asiático, la comida se tiene que cerrar con un buen sake. ¿Cuántos chupitos debería de beberse para decir algo parecido a lo que dijo el candidato del PSOE Emiliano García Page sobre sus hijos y el estudio del cuerpo humano teórico que hacía su hija y el práctico de su hijo?

Es un romántico, quiere un montón a la gente y le salen esas cosas del alma. Más que del sake es del alma. Yo le conozco bien y es un tipo estupendo.

¿Se ve a usted mismo haciendo esas declaraciones sobre sus hijos?

No, pero porque tenemos personalidades distintas. No tengo la gracia que tiene él.