La española Isabel Mazarro Gómez de Santiago.

La española Isabel Mazarro Gómez de Santiago. EL ESPAÑOL

Tribunales CASO 'SECUESTRADORES DEL ATAÚD'

España niega la extradición de una madrileña a México por "los motines" de sus cárceles

Isabel Mazarro, que está acusada por secuestro y se enfrentaba allí a una condena de entre 50 y 90 años, será juzgada en nuestro país.

8 abril, 2018 02:19

La madrileña Isabel Mazarro Gómez de Santiago, que se encontraba hasta este viernes en la prisión madrileña de Soto del Real a la espera de ser extraditada a México, donde era reclamada por su presunta participación en un secuestro, ha quedado en libertad y será juzgada en nuestro país.

El Pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, reunido este 6 de abril, ha decidido denegar su entrega a los Estados Unidos de México, revocando así la decisión de la Sala de lo Penal que accedió a extraditarla el pasado 8 de marzo.

Los miembros de la Sala han tomado la decisión teniendo en cuenta dos razones: la falta de arraigo de Mazarro en dicho país y "los motines y revueltas" que se vienen produciendo en las cárceles mexicanas en los últimos tiempos.

El secuestro de una francesa

Isabel Mazarro defiende que es inocente de los hechos por los que se le acusa, el secuestro de la francesa Nancy Michelle Kendall en San Miguel de Allende (Guanajuato) que lideró su marido. Éste, que respondía en México al nombre de Ramón Alberto Guerra, en realidad era el chilen Raúl Julio Escobar Poblete o 'Comandante Emilio', miembro de la guerrilla Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) que estuvo detrás del asesinato de Jaime Guzmán, mano derecha del expresidente Pinochet. Además, estaba buscado por la Interpol en 190 países, acusado de otros secuestros en Chile y Brasil, así como de liberar a presos de la cárcel de alta seguridad de Chile. Distintos medios de comunicación mexicanos le sitúan también tras el secuestro del excandidato presidencial del Partido de Acción Nacional (PAN), Diego Fernández de Cevallos.

Isabel Mazarro asegura que nunca supo quién era realmente su marido, y que ha sido víctima de un engaño, llegando a pensar que "el hombre sólo se casó con ella para poder venir a residir a España como esposo de ciudadana española", han contado los familiares más cercanos de Mazarro a EL ESPAÑOL. 

La Sala de lo Penal especifica en su auto que "la denegación de la entrega no ha de implicar la impunidad de los hechos cuando cabe trasladar el material probatorio, y los tribunales españoles tienen también jurisdicción para el conocimiento de los hechos". 

"No se trata de desconfianza en el sistema penitenciario de México, pero la realidad es que se vienen produciendo motines y revueltas en los centros penitenciarios de ese país, principalmente por problemas de sobrepoblación, el último el pasado 1 de abril de 2018, lo que viene a reforzar la idea de que, tratándose de una ciudadana española, en este caso procede proseguir los hechos en España", se puede leer en el auto. 

El tribunal también acepta la falta de arraigo de Mazarro en México que su abogada, Ángeles López Álvarez, presentó en su recurso de súplica: "Teniendo en cuenta que Isabel Mazarro solo vivió en México cinco años y que, una vez disuelto su matrimonio, actualmente carece de falta de lazos afectivos en ese país y que su familia reside en España, donde ella se ha vuelto a instalar y donde mantiene una vinculación real y efectiva, este Pleno estima que existen motivos para hacer uno de denegar la facultad de entrega", se expone en la resolución de la Sala.

La amputación de un dedo 

La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional acordó extraditar a México a Isabel Mazarro el pasado 8 de marzo a instancia de las autoridades de dicho país. La Embajada de México en España presentó en noviembre de 2017 ante el Ministerio de Asuntos Exteriores una Nota Verbal interesando su detención y el Consejo de Ministros autorizó la continuación del procedimiento el 29 de diciembre. 

En dicha Nota Verbal se exponían los hechos por los que se solicita su entrega. Éstos se remontan al 13 de marzo de 2017, cuando la francesa de 60 años Nancy Michelle Kendall fue secuestrada por dos personas que la subieron a una camioneta y la condujeron al lugar de su claustro, una pequeña habitación con las características de un "cajón", según el informe del Ministerio Público de Guanajuato en el que se basan las autoridades. De ahí que en España se haya conocido a Mazarro y su marido como "los secuestradores del ataúd"

Isabel Mazarro y Ramón Julio Escobar el día de su boda

Isabel Mazarro y Ramón Julio Escobar el día de su boda EL ESPAÑOL

Alan Daniel Tressier, el esposo de la secuestrada, conocía a la española y el chileno, a quienes alquiló su casa de la playa en el estado de Nayarit para que celebraran su boda. Según la Nota Verbal de la Fiscalía de Guanajuato, Tressier recibió varios mensajes y correos electrónicos donde se le informaba de que su esposa había sido capturada y le pedían seis millones de euros para su liberación. Sin embargo, los dos primeros días de la captura no los leyó porque había ido a pasar unos días de descanso a su segunda casa. 

El chileno detenido, Raúl Escobar Poblete

El chileno detenido, Raúl Escobar Poblete EL ESPAÑOL

El día 30 de mayo, un taxista recibió el encargo de transportar un paquete a nombre de Tressier al hotel restaurante Nirvana de la ciudad de San Miguel de Allende, donde Isabel Mazarro tenía regentaba una tienda de artesanía y su marido llevaba instalado 20 años. El taxista se percató de que una furgoneta le estaba siguiendo durante dicho trayecto, y ante el temor de ser asesinado como había ocurrido días previos a otros compañeros de profesión, decidió informar a la seguridad pública.

Cuando los agentes llegaron, descubrieron que el paquete que transportaba el taxista contenía un dedo humano y detuvieron al hombre que conducía la furgoneta Tacoma que le seguía, quien resultó ser Raúl Julio Escobar Poblete, el marido de la española. Éste llevaba encima en el momento de la detención dos cartas escritas en español y francés por la secuestrada Nancy Michelle Kendall, según reconoció ella misma que habría escrito durante su captura.

Las pruebas contra Mazarro

Una vez detenido, el hombre realizó diversas llamadas, una de ellas a su esposa, Isabel Mazarro. Los agentes escucharon que durante la citada llamada dijo "saca el paquete del cajón", palabras con las que los agentes después consideraron que quería decir que se liberara a Nancy Michelle Kendall.

La víctima declaró que, desde el lugar de su encierro, escuchó que sus captores recibieron una llamada y que los oyó decir que la policía había detenido a Ramón. Acto seguido la sacaron del lugar y la dejaron en libertad en un lugar cercano a la comunidad denominada La Cieneguita, según la Nota Verbal enviada por las autoridades mexicanas.

Éstas exponen como pruebas de la presunta participación de Isabel Mazarro que el 13 de marzo de 2017 ésta llamó a un amigo, Jesús Manuel Calvo García, que tiempo atrás había sufrido el secuestro de su esposa y le dijo que una mujer francesa había sido secuestrada y que era asidua al restaurante hotel Nirvana. Éste llamó al dueño de dicho restaurante, que con la descripción de la mujer, en seguida pensó que se trataba de su clienta habitual Nancy Kendall. Se trasladó a su casa y, al ver que todo estaba en calma, descartó que fuera la secuestrada. 

Cuando el marido de Kendall descubrió el secuestro, tan solo se lo contó a su amigo Roberto Zavala, según consta en la Nota Verbal enviada por México. Sin embargo, según sostienen, "poco tiempo después Isabel Mazarro le llamó por teléfono para decirle que ya sabía sobre lo que pasaba, además de preguntarle quién se encontraba asesorándole y que si requería ayuda ella estaba dispuesta a colaborar", se lee en la Nota. "Se puede desprender que con la llamada que Isabel Mazarro le hizo a Alan Daniel Tressier, ésta intentó ser la intermediaria para la negociación y, por ende, se puede entender que al ser ella la intermediaria aseguraría recibir el dinero del rescate, además de que la Policía no estuviera interviniendo", consideran las autoridades mexicanas.

Su defensa

A través de su abogada, Ángeles López Álvarez, la madrileña presentó un recurso de súplica contra la decisión de la Sala de enviarla a México argumentando que ha sido engañada por el que era su marido y que podía sufrir tortura en una cárcel mexicana si era juzgada allí, así como la desproporción de la pena contra el secuestro agravado, que va de los 50 a los 90 años de cárcel.

En dicho recurso, su defensa planteaba que España y los Estados Unidos de México cuentan con un tratado de extradición que faculta a ambas partes a no entregar a sus nacionales. La Audiencia Nacional, según se exponía, "ha venido denegando la entrega del nacional español tomando en cuenta el arraigo en el Estado requiriente y en el requerido". En este sentido, Isabel Mazarro explicaba que el único arraigo que tiene en México es su marido, a quien ha pedido la nulidad al sentirse engañada por él, puesto que tanto su hijo como el resto de su familia están en España, a donde viaja asiduamente. Asimismo, explicaba que ese matrimonio le permitió renovar su residencia temporal en México.

Documento en el que se refleja el tipo de residencia de Isabel Mazarro en México.

Documento en el que se refleja el tipo de residencia de Isabel Mazarro en México. EL ESPAÑOL

Por otro lado, la española también hacía referencia a la desproporción de la pena con la que se castiga el secuestro agravado en México, de entre 50 y 90 años de cárcel y defendía que aunque la Sala ya expuso en su auto del 8 de marzo que nuestro Código Penal cuenta con la "posibilidad de imponer prisión perpetua revisable en supuestos especialmente exsecrables", la prisión perpetua revisable "no está prevista en nuestro Código para el secuestro, por agravado que éste sea, ni para ninguno de los delitos que se imputan a la reclamada", se podía leer en el recurso de súplica.

También denunciaba Mazarro que, mientras en la Nota Verbal enviada por México "se hace un extenso relato imputándole llamadas y conductas", éste no coincide con el que se recoge en el Oficio Informativo de la orden de aprehensión enviada por dicho país, el único documento que tiene respaldo judicial, que es mucho más escueto y cae en algunos errores, como indicar que es reclamada por un delito de homicidio en lugar de secuestro.

Por último, la investigada hacía referencia a la facultad que tienen ambos países de no enviar a sus ciudadanos si consideran que en el país en el que serán juzgados pueden ser víctimas de tortura, violencia o abusos, condiciones que se dan en las cárceles mexicanas, según expone Mazarro con la referencia a distintas denuncias de Amnistía Internacional, Human Rights Watch, el propio Instituto Nacional de Estadística y Geografía de México (INEGI) o el Relator Especial de Naciones Unidas, que en una de sus visitas a México describió la tortura "como generalizada por parte de las fuerzas de seguridad y agentes de investigación" en dicho país. Según el informe de 2014 del Relator, "entre los métodos de tortura se aplican la asfixia, violencia sexual, descargas eléctricas, amenazas de muerte, palizas y tortura psicológica". "En particular, señaló que le preocupaba el uso de la violencia sexual como forma de tortura principalmente respecto a mujeres detenidas", expone la abogada de Mazarro en su recurso de súplica.

La carta del chileno

El marido de Isabel Mazarro envió una carta desde prisión firmada con sus dos identidades al juez de oralidad encargado del caso, en la que denuncia tortura. En dicha carta, se declara inocente del secuestro y víctima de una trama mafiosa que está detrás de éste. Asegura que durante el tiempo de su arresto fue golpeado por "15 ministeriales" que le amenazaron con " violar a mi esposa, así como la mafia mate a mi familia si yo no acepto falsamente el delito".

Carta enviada a las autoridades judiciales mexicanas por Raúl Julio Escobar Poblete.

Carta enviada a las autoridades judiciales mexicanas por Raúl Julio Escobar Poblete. EL ESPAÑOL

La versión de Mazarro

La española defiende que supo que la detención de su marido estaba relacionada con un secuestro días después de su arresto. 

Mazarro expone que los primeros días del secuestro de Kendall (entre el 16 de marzo y el 23 de marzo) ella estaba de vacaciones fuera de San Miguel de Allende con unas amigas españolas que habían ido a visitarla por su cumpleaños (12 de marzo). También argumentó en su recurso de súplica que durante el tiempo de secuestro también estuvo en España (entre el 1 y el 19 de mayo) para celebrar el cumpleaños de su hijo por lo que, según su defensa, "parece inverosímil que si estuviera implicada en el secuestro estuviera viajando durante el mismo incluso fuera del país. La información enviada por México a España confirma dicha salida y entrada al país con la información de vuelos.

Documento enviado por México con los viajes de Isabel Mazarro

Documento enviado por México con los viajes de Isabel Mazarro EL ESPAÑOL

En cuanto a la llamada que su marido le hizo en dependencias policiales, la española argumenta que no le dijo "saca el paquete del cajón", sino "saca los papeles del bureau", en referencia a la documentación de su coche porque las autoridades le acusaban de conducir un vehículo robado.

Según Mazarro, llamó al marido de Nancy Kendall porque los amigos que les presentaron, Rosario y Ángel Goded, le habían informado de la desaparición de ésta y quiso saber cómo se encontraba, pues "sentía pena por el hombre de avanzada edad". 

Isabel Mazarro con sus hermanas Montse y María

Isabel Mazarro con sus hermanas Montse y María EL ESPAÑOL

La hermana de Mazarro, María, que residía en la misma ciudad en esas fechas, ha relatado a EL ESPAÑOL que cuando ésta se enteró de la detención de su marido, recorrió distintas comisarías de San Miguel de Allende buscándole e incluso denunció su desaparición, pero como le buscaba con su nombre mexicano (el único que conocía) en lugar del chileno, con el que fue detenido, no pudo dar con él.

Cuando volvieron a la casa de ambos, se encontraron con que estaba precintada y había sido registrada. Había dos hombres en el exterior. Poco después, la casa fue saqueada, según María Mazarro. Ante tal situación, y tras haber descubierto la verdadera identidad de su marido y su pasado delictivo, Isabel Mazarro decidió volver a España por recomendación de un abogado amigo de la familia, según cuenta su entorno. Primero se alojó en casa de su madre, en Denia (Alicante) y más tarde en Gijón (Asturias). 

Semanas más tarde, su hermana María también decidió volverse a Madrid al sentirse observada, según asegura, con vigilancia a las puertas de su tienda de ropa en San Miguel de Allende y de su casa, en el campo cerca de la ciudad. Su pareja también ha decidido venirse a España. Ambos, y otras 28 personas del entorno de Mazarro y su marido, han tenido las cuentas bancarias bloqueadas, según denuncia.

Isabel Mazarro con su hijo Jorge

Isabel Mazarro con su hijo Jorge EL ESPAÑOL

Isabel Mazarro fue detenida en Gijón e ingresó en la cárcel de Villabona, hasta que fue trasladada a la Audiencia Nacional. Hasta este viernes, cuando ha sido puesta en libertad, se encontraba en la cárcel madrileña de Soto del Real hasta que finalmente el Pleno de la Sala de la Audiencia Nacional ha decidido no extraditarla.