Mark Rutte, secretario general de la OTAN, atiende a la prensa a la salida de su entrevista con Donald Trump en la casa Blanca.

Mark Rutte, secretario general de la OTAN, atiende a la prensa a la salida de su entrevista con Donald Trump en la casa Blanca. Reuters

Política

Rutte pone deberes a Sánchez para junio: "España llega un poco tarde al 2%, con eso no da; la OTAN impondrá más del 3%"

La Alianza prevé que se apruebe un 3,5% del PIB, como ya plantea la Comisión Europea, lo que supondría un nuevo esfuerzo de 21.000 millones adicionales para España.

Más información: La OTAN contradice a Sánchez: España gastó un 1,24% de su PIB en Defensa en 2024, no un 1,4%: los 10.471M se quedan cortos.

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La OTAN aprieta a España. A menos de dos meses de la cumbre de la Alianza Atlántica en La Haya, su secretario general, Mark Rutte, ha dejado claro que el compromiso del Gobierno español de alcanzar el 2% del PIB en gasto militar es insuficiente. Aunque valora la intención de Pedro Sánchez de cumplir con el objetivo fijado en 2014, Rutte advierte: "España llega un poco tarde, y con eso no tenemos suficiente para defender el territorio OTAN".

El martes pasado, el Consejo de Ministros tomó conocimiento del nuevo plan de Defensa, que contempla una inversión adicional de 10.471 millones de euros para, según el Ejecutivo, alcanzar ese 2% del PIB.

Pero los cálculos no cuadran. El último Informe Anual del secretario general de la OTAN, que Rutte presentó ante Donald Trump en la Casa Blanca, refleja que España cerró 2024 con un gasto real en defensa del 1,24% del PIB, el más bajo entre los 32 países miembros.

Según Rutte, "hay que felicitarse" de que España quiera llegar este año, "aunque un poco tarde", al compromiso. Pero "con eso no tenemos suficiente para defender el territorio OTAN". Como lleva informando este periódico varios meses, el enfoque de EEUU es concentrarse en el escenario del Pacífico y su rivalidad con China.

Y para eso exige que los europeos se hagan cargo de su propia seguridad. "El plan es papel mojado, al no ser un acuerdo ejecutivo del Consejo de Ministros, ni haber pasado por el Congreso", apuntan fuentes de Bruselas. "Si, aun así, en la Alianza y en la Comisión se lo creyeran, el presidente español debe prepararse para un nuevo esfuerzo para llegar al 3,5% antes de diciembre". Es decir, unos 21.000 millones más.

Cuadro de gasto en Defensa por país miembro de la OTAN, según el Informe 2024 de la Alianza Atlántica.

Cuadro de gasto en Defensa por país miembro de la OTAN, según el Informe 2024 de la Alianza Atlántica. E.E.

Esto contradice abiertamente lo afirmado por Pedro Sánchez en su comparecencia tras el Consejo, cuando aseguró haber alcanzado el 1,4%. Según fuentes especializadas consultadas por este diario, para que España llegue de verdad al 2%, aún le faltarían unos 2.500 millones de euros más.

Partidas que no encajan

Y eso sólo si la Alianza acepta como válidas todas las partidas presupuestarias presentadas por el Ejecutivo, algo que tampoco está garantizado.

La OTAN aplica criterios estrictos a la hora de validar qué puede computarse como "gasto en defensa". Según las citadas fuentes, al menos 1.182,53 millones de euros del plan español no cumplen esos requisitos, y otros 143,87 millones son considerados "dudosos". Partidas destinadas a emergencias, ciberseguridad o respuesta a catástrofes naturales podrían no ser admitidas, lo que reduciría aún más el porcentaje real que se reconoce a España.

El Gobierno, según confirman fuentes del entorno de Moncloa, ya se temía que en La Haya se le exija un nuevo esfuerzo que eleve el gasto "claramente por encima del 3% del PIB", como había informado EL ESPAÑOL en numerosas ocasiones.

Esta nueva meta, a la que también hizo referencia Rutte, a la salida de su encuentro con Trump en la Casa Blanca respondiendo a preguntas de la Cope, responde al cambio radical en el contexto geopolítico: con la guerra en Ucrania estancada y Rusia adoptando una conducta abiertamente imperialista, Estados Unidos quiere que Europa asuma por completo la responsabilidad de su defensa.

La Comisión, también

En este marco, el 2% que se pactó en la cumbre de Cardiff 2014 ha quedado obsoleto. "Si Europa quiere estar segura, debe tomar sus propias decisiones y protegerse por sí misma, dentro de la OTAN", afirman las citadas fuentes. "Sólo así podrá salvar su relación transatlántica con EEUU".

Y el problema para el Ejecutivo español no es solo técnico o financiero, sino también político. Cualquier nuevo aumento presupuestario en materia de defensa requeriría probablemente un paso por el Congreso, hasta el momento ninguneado. Y el apoyo de socios que ya han expresado su incomodidad con el crecimiento del gasto militar, como Sumar, ERC o EH Bildu.

Es más, fuentes del Gobierno reconocen que "si se nos pide otro 1% del PIB, no podremos disimularlo más con remanentes o cambios de partida".

A esto se suma la presión de Bruselas. La Comisión Europea, en el marco del plan RearmEurope impulsado por Ursula von der Leyen, plantea movilizar 800.000 millones de euros para inversión común en defensa. Pero "siempre sobre la base entendida", apuntan fuentes cercanas a la Comisión, "de que todos los países ya han alcanzado el 2% nacional".

Sólo desde esa posición se podrían acceder a las exenciones fiscales que permitirían a España evitar penalizaciones por déficit.

Además, el Gobierno pretende utilizar parte de los fondos de recuperación europeos no ejecutados para financiar el esfuerzo inversor en Defensa. Eso significará un nuevo cambio en los hitos del Plan de Recuperación, lo que requiere un nuevo envío de documentación a Bruselas y un previsible retraso añadido al eventual quinto pago de los NextGeneration.

Ya sería la tercera demora de un desembolso de más de 23.000 millones previsto para febrero, después de que el cuarto pago, recibido en junio de 2024, llegara con un año de retraso.

Por tanto, si Sánchez quiere beneficiarse de esa vía europea, deberá demostrar que el gasto español es real y auditable, además de ajustado a los criterios OTAN. Eso implicaría incluir en el plan compras conjuntas y proyectos industriales comunes, que sólo se citan de soslayo en apartados declarativos del plan. Ninguna descripción de ninguna partida los especifica.

El informe que Defensa ha enviado a las sedes de Bruselas —la de la Comisión y la de la OTAN— está ahora bajo análisis. Pero el mensaje desde La Haya es claro: sin un esfuerzo creíble, sostenido y alineado con los nuevos objetivos estratégicos, España no pasará el examen de junio. Y lo que está en juego no es sólo el prestigio internacional, sino también el acceso a fondos comunitarios clave para la estabilidad presupuestaria del país.