Pedro Sánchez, el martes en el Palacio de la Moncloa, anunciando el incremento del gasto en Defensa.

Pedro Sánchez, el martes en el Palacio de la Moncloa, anunciando el incremento del gasto en Defensa. Europa Press

Política

El Gobierno teme que la OTAN exija un nuevo aumento del gasto militar que le obligue a contar con apoyo del Congreso

A Sánchez se le agota el margen para buscar partidas para gasto militar y podría tener que solicitar créditos que sí exigen votación en el Congreso.

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El pasado 27 de marzo el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, aseguró en Varsovia que "España quiere llegar al 2% del PIB en gasto militar este verano". Pocas horas después fue corregido por la Moncloa, que hizo saber su disgusto por sus palabras.

Un mes después se comprueba que el máximo responsable de la OTAN tenía razón, que conocía los planes de Pedro Sánchez y que se enteró de la decisión del presidente del Gobierno mucho antes que los españoles.

Sánchez anunció este martes que se llegará este año a ese 2%, asumiendo el riesgo político que pueda tener por lo que él mismo admitió en su comparecencia como un "cambio" debido a la transformación del contexto internacional. De hecho, el pasado 14 de enero, el propio presidente del Gobierno aseguró que "en ningún manual está escrito que la paz y la seguridad se conquisten reforzando arsenales".

Fuentes de la primera línea del Gobierno aseguran que todas las encuestas y sondeos realizados muestran que la mayoría de los ciudadanos entienden que es necesario ese esfuerzo para aumentar el gasto militar.

Pero la realidad política indica que Sánchez carece de apoyo parlamentario sobre este asunto e incluso tiene la discrepancia de su socio de Gobierno de coalición, aunque se trate de una diferencia pactada, medida y controlada.

Pese a ese convencimiento del Gobierno, fuentes de Hacienda explican que temen que la próxima cumbre de la OTAN que se celebrará  los días 24 y 25 de junio en La Haya eleve aún más la exigencia de gasto militar, hasta llegar al 3% del PIB. La propia Comisión Europea ya mantiene una exigencia similar para los estados miembros y algunos de ellos han superado con creces esa mayoría.

Si fuera así, fuentes de Hacienda admiten que tendrían dificultades para responder a corto plazo a esa exigencia. El margen de maniobra se les agota para buscar partidas en las que rascar para destinarlas a gasto militar. Si no las hubiera, el Gobierno tendría que solicitar créditos extraordinarios que sí exigirían votación en el Congreso.

El caso es que el Gobierno puede cambiar partidas, como está haciendo ahora, pero no puede aumentar el presupuesto y, por tanto, podría necesitar esos créditos extraordinarios.

El Ejecutivo cuenta con un informe jurídico que avala que no es necesario de momento pasar el aumento del gasto militar por el Congreso de los Diputados, al tratarse de reasignaciones de partidas y gastos, sin tocar ingresos ni aumentar el total del Presupuesto. El informe se basa en dos artículos de la Constitución y la ley General Presupuestaria en vigor.

Pero un votación que fuera necesaria sería un grave problema para el Gobierno, al menos en este momento, y nada indica que la situación respecto a sus apoyos parlamentarios vaya a mejorar en otoño.

¿Diferir el gasto?

La otra vía, obviamente, sería la de presentar en otoño un nuevo Presupuesto para 2026, pero en ese momento la impresión del Gobierno es que sería muy difícil que saliera adelante y, sobre todo, si incluye un aumento del gasto militar hasta llegar al 3% del PIB.

Podemos ha roto de hecho con el Gobierno y Sumar estaría en una complicada situación para apoyar esas cuentas.

Por eso, el Gobierno aspira a poder negociar con la OTAN y la UE amortiguar esa futura nueva subida de gasto militar. Se trata de, por un lado, limitarla y, por otro, diferirla en el tiempo lo más posible.

Además, el Gobierno no renuncia a que la UE acepte finalmente ayudas directas para ese incremento de gasto militar en los Estados para poder cumplir el plan de rearme que anunció Ursula von Der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.

Lo que descarta Moncloa es que haya problemas para que la OTAN acepte el plan de rearme español anunciado por Sánchez este martes. Ha habido sondeos previos y, según la versión oficial, se atiene a las métricas de la OTAN.