TOMÁS SERRANO

Política FIESTA NACIONAL

La fobia antiespañola de los socios de Sánchez en el 12-O debilita su papel de garante de la Constitución

El PNV dice que su "única patria es Euskadi", Bildu exige echar a la Guardia Civil y Podemos vincula la Fiesta Nacional con "el genocidio de América".

13 octubre, 2023 02:58

Los socios de investidura de Pedro Sánchez no sólo decidieron, como en ocasiones anteriores, ausentarse de los actos institucionales del 12 de Octubre, día de la Fiesta Nacional. ERC, Junts, Bildu, PNV y BNG aprovecharon esta jornada para multiplicar los gestos de repudio a la Constitución y a la propia idea de la Nación española.

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonés (ERC), insistió en que va a seguir trabando para conseguir "una Cataluña independiente", mientras intenta arrancar nuevas concesiones al PSOE. El PNV recalcó que no acude a la fiesta del 1-O porque su "única patria es Euskadi".

ERC anunció una iniciativa parlamentaria para "suprimir los desfiles militares o cualquier otro acto o ceremonia militar o castrense", por considerar que son un reflejo de una ideología "xenófoba e imperialista". Bildu exigió la expulsión de la Guardia Civil del País Vasco, coincidiendo con el día de la patrona del Instituto armado, la Virgen del Pilar.

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Podemos, Junts y BNG coincidieron en rechazar la celebración del 12 de Octubre, por considerar que conmemora el "genocidio de los pueblos de América". "Nada que celebrar", entonaron al unísono, en las distintas lenguas cooficiales, los socios parlamentarios del PSOE en las redes sociales.

Todos estos gestos acreditan que el candidato socialista Pedro Sánchez intenta fraguar un pacto de investidura con una liga de partidos que rechazan abiertamente la Constitución Española. Algo que augura una legislatura llena de tensiones, si logra salir adelante de nuevo el Gobierno de coalición.

La imagen del portavoz socialista Patxi López, visiblemente incómodo, sentado entre Santiago Abascal (Vox) y Cuca Gamarra (PP) en la tribuna de autoridades del desfile militar del 1-O, fue algo más que una anécdota. La ausencia de los socios parlamentarios del PSOE en la celebración era también el reflejo de la fobia antiespañola de estas fuerzas políticas. 

De los socios de investidura, sólo los ministros de los partidos integrados en Sumar acudieron al desfile militar, en el que de nuevo arreciaron los silbidos y abucheos contra Pedro Sánchez: la vicepresidenta en funciones Yolanda Díaz (Sumar) y los ministros de Derechos Sociales, Ione Belarra (Podemos), y de Consumo, Alberto Garzón (IU). La titular de Igualdad, Irene Montero, estaba fuera de España, en un viaje a Chile, donde mantuvo un encuentro con el presidente Gabriel Boric.

Santiago Abascal, Patxi López, Cuca Gamarra y Alberto Núñez Feijóo contemplan la exhibición aérea, desde la tribuna de autoridades.

Santiago Abascal, Patxi López, Cuca Gamarra y Alberto Núñez Feijóo contemplan la exhibición aérea, desde la tribuna de autoridades. Europa Press

Belarra acudió al acto con pañuelo bordado por mujeres palestinas de la ciudad de Hebrón. Según ella misma explicó, pretendía mostrar así su apoyo a "la población palestina que en estos momentos está siendo masacrada por el Estado de Israel".

De este modo, la secretaria general de Podemos quiso poner de relieve otro cisma en el seno del Gobierno de coalición: mientras Pedro Sánchez ha mostrado su solidaridad con Israel por la matanza perpetrada por Hamás en su territorio, los principales líderes de Podemos han acudido a las manifestaciones de apoyo a Palestina (que el Gobierno de Élisabeth Borne acaba de prohibir en Francia).

Tan sólo unos minutos antes del desfile militar, la ministra Ione Belarra publicaba un mensaje en las redes sociales en el que pide que deje de celebrarse la Fiesta Nacional el 12 de octubre porque es "el aniversario de un genocidio contra los pueblos de América Latina".

Y luego abundaba en la misma idea: "Precisamente porque amo profundamente a mi país y a su gente, quiero unos símbolos que nos representen a todas y todos. Un desfile de trabajadores de los servicios públicos o un día nacional que no coincida con una invasión colonial".

Otros dos socios de investidura de Pedro Sánchez, Junts y el BNG, coincidieron en mostrar su repudio a la fiesta del 1-O, por considerar que conmemora "un genocidio". 

"En el Día de la Hispanidad, conmemoración de la efeméride histórica del llamado 'descubrimiento' de América", escribió en las redes la expresidenta del Parlament Laura Borràs (Junts), condenada por corrupción, "no tenemos nada que celebrar, porque los genocidios no se celebran. No la descubrieron, la conquistaron y sometieron, marca España".

El BNG recurrió a los mismos tópicos indigenistas y aprovechó para reclamar la "República Gallega". El partido de Néstor Rego lo hizo con el siguiente mensaje: "En un día como hoy, volvemos a reivindicar nuestro derecho a existir como nación, a ejercer el derecho a la autodeterminación y a construir la República Gallega. Contra el imperialismo, la represión y el españolismo: por el futuro de nuestro país".

El desfile militar del 1-O y la posterior recepción en el Palacio Real contó con otras dos sonadas ausencias: la del lehendakari Íñigo Urkullu (que se encontraba en un viaje institucional a Bolonia) y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonés.

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Aragonés celebró esta fecha con el siguiente mensaje: "Ante el Día de la Hispanidad, nosotros seguiremos defendiendo la cultura y la lengua catalanas y, sobre todo, el derecho a la autodeterminación para decidir nuestro futuro y conseguir una Cataluña independiente".

Y su partido, ERC, difundió una campaña con imágenes del desfile militar en blanco y negro, con aspecto de grabación del NO-DO, acompañadas con el siguiente lema: "Nosotros luchamos para conseguir una República Catalana que garantice los derechos y libertades de toda la ciudadanía".

El partido de Arnaldo Otegi, Bildu, utilizó la fecha del 12 de octubre (que coincide con la Virgen del Pilar, patrona de la Guardia Civil) para difundir una campaña apenas más sutil, en la que reclama la expulsión del Instituto armado del País Vasco.

"Circulando, que es gerundio. ¡Sal de aquí! Los ciudadanos vascos no tienen nada que celebrar el 12 de octubre", dice el mensaje. Lo acompaña una animación en la que un juguete de cuerda, vestido con el uniforme de la Guardia Civil, abandona el escenario. Sánchez se reúne este viernes con la portavoz de Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, para negociar la investidura.

Distintos cargos públicos de Bildu también difundieron en las redes mensajes en los que aparecen ante su escritorio, aparentemente trabajando, con el lema "Nada que celebrar" en euskera.

El partido del lehendakari Urkullu recurrió al mismo eslogan: "En el Día de la Hispanidad no tenemos nada que celebrar. ¡Tenemos una sola patria, Euskadi!" Estos son los mimbres (cada uno de ellos, con una lista de exigencias en la negociación) con los que Pedro Sánchez teje su alianza para ser investido presidente el próximo mes de noviembre.