David Muñoz junto a Giorgia Meloni en un acto organizado por Vox en Madrid.

David Muñoz junto a Giorgia Meloni en un acto organizado por Vox en Madrid.

Política COMUNIDAD VALENCIANA

Vox recupera al dirigente que copió el trabajo de una alumna, lo que le supuso el despido de la Universidad

David Muñoz, expulsado por la Universidad Católica en 2019, es una de las personas de confianza de la que se perfila como futura presidenta de Las Cortes Valencianas.

20 junio, 2023 03:20

Vox ha recuperado para el Parlamento valenciano al polémico dirigente David Muñoz, vicesecretario de Organización del partido de Santiago Abascal en Castellón. Muñoz era profesor de Derecho en la Universidad Católica de Valencia y fue despedido tras confirmarse que copió el trabajo de una alumna para presentar una iniciativa parlamentaria.

Muñoz ya salió elegido diputado autonómico en las elecciones autonómicas de 2019, pero presentó su renuncia al escaño solo unas semanas después alegando "motivos personales".

En las elecciones del 28 de mayo, Muñoz ocupó el puesto número 3 de la lista de Vox por Castellón y volvió a salir elegido diputado. El dirigente es una de las personas de confianza de Llanos Massó, que se perfila como futura presidenta de Las Cortes Valencianas.

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La Universidad Católica San Vicente Mártir de Valencia confirmó a EL ESPAÑOL el despido de Muñoz como profesor de Derecho tras iniciar una investigación interna y constatar la actuación irregular del exparlamentario.

No obstante, la Justicia reconoció que se trató de un despido improcedente porque, entre otros motivos, acabó retirando la iniciativa parlamentaria sobre eficiencia energética en la que había incorprado el texto copiado a la alumna.

La institución académica optó por pagar la correspondiente indemnización y prescindir de sus servicios después de que la alumna denunciase que copió páginas enteras de su trabajo de fin de grado para intereses particulares. 

La propuesta

Los hechos se remontan al año 2017. Como profesor del departamento de Derecho Público de la Universidad Católica, Muñoz dirigió ese año el trabajo final de grado (TFG) realizado por una de sus alumnas bajo el título "La eficiencia energética de los edificios".

Dos años después, en 2019, ya como diputado y profesor en excedencia, presentó una iniciativa en el Parlamento valenciano sobre la aprobación de un bono ecológico para la eficiencia energética de la vivienda. La iniciativa reproducía de manera casi literal las páginas 6 y 7, y las conclusiones undécima y duodécima del trabajo de su alumna.

La afectada, tras tener conocimiento del plagio, presentó una denuncia ante la Universidad el 15 de julio de 2019. Unos días después, el 24 de julio, Muñoz retiró la iniciativa parlamentaria sin ninguna explicación.

En agosto, la facultad nombró un instructor del expediente y Vox anunció en un comunicado que Muñoz dejaba el acta de diputado por "motivos personales" para volver a su puesto de trabajo como docente. 

Vox aseguró que volvía a su puesto en la Universidad Católica. Pero en realidad Muñoz nunca volvió a ejercer de docente en la institución. El dirigente de Vox presentó alegaciones en el expediente e insistió en que no plagió el trabajo. Pero la Universidad rechazó sus argumentos y le comunicó el despido.

La institución católica trasladó a los tribunales que se trató de "una infracción laboral muy grave consistente, en síntesis, en que los seis párrafos en los que se justificaba la medida propuesta y los dos párrafos que constituían la petición de la proposición no de ley presentada por él mismo a las Cortes Valencianas" corresponden al trabajo de su alumna. Ahora vuelve al Parlamento valenciano como diputado por Castellón.

"Quiero dar las gracias a los ciudadanos que habéis depositado la confianza en Vox. Es un honor, un orgullo y una enorme responsabilidad representaros en las Cortes Valencianas, pero pondré todo mi empeño y cariño en ello. Gracias de corazón y a partir de ya, a trabajar", publicó Muñoz la noche electoral del 28 de mayo.

"Intereses particulares"

Según constata la documentación a la que tuvo acceso este periódico, el responsable de la investigación interna le trasladó que "comportamientos como el descrito no pueden ser tolerados por esta Universidad, ya que suponen un descrédito para la misma, que es en quien los alumnos depositan su confianza y, por tanto, garante último de los derechos de los mismos".

En el presente caso, "con su actuación, se ha visto dañada la imagen de la Universidad, a quien se ha dirigido la exalumna para plantear su queja, además, este hecho ha propiciado una pérdida de confianza de la Universidad hacia usted que hace inviable continuar con el vínculo laboral que le unía a la misma".

Después de su renuncia, David Muñoz llevó este asunto a los tribunales para lograr anular su despido y presentó un pleito contra la Fundación Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir. Un juzgado rechazó en primera instancia la demanda.

Más tarde, Muñoz recurrió la decisión al Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJ-CV). El Tribunal ha reconocido que tenía derecho a una indemnización que fijó en más de 20.000 euros al considerar el despido improcedente, pues, entre otros motivos, Muñoz retiró la iniciativa de las Cortes y no tuvo ningún efecto.

Muñoz, a la derecha de la imagen, con Llanos Massó y Jesús Albiol.

Muñoz, a la derecha de la imagen, con Llanos Massó y Jesús Albiol.

Según consta en la sentencia, Muñoz defendió que el trabajo de fin de grado no constituía una obra original por englobar ideas ya recogidas en otras obras previas o cercenar su importancia frente a una tesis doctoral, como así se desprende de la argumentación del recurrente.

Pero la sala del TSJ-CV ha puntualizado que el hecho de que la alumna "recogiera ideas, conceptos o elementos jurídicos ya tratados en otras publicaciones no elimina la originalidad de su obra, fruto de la investigación exigida a la entidad del trabajo desarrollado, y de su esfuerzo intelectual, dando lugar a la redacción y conclusiones que fueron trasladadas al proyecto no de ley presentado en su condición de diputado de las Cortes Valencianas".

Además, Muñoz denunció una "infracción de la libertad ideológica". El TSJ-CV ha rechazado este argumento porque "su cese no operó en modo alguno circunscrito a su ideología, ni se vinculó a su condición de diputado de un determinado partido político".

"Su despido, como ya hemos apuntado, vino motivado por la conducta desplegada consistente en la copia de parte de un trabajo de fin de grado de una de sus alumnas, para dar cumplimiento a intereses particulares, ajenos al ámbito de la docencia", recoge la sentencia.

No obstante, el Tribunal valenciano ha concluido que la conducta del dirigente de Vox, "si bien no puede considerarse en todo punto correcta, pues debió cuando menos avisar a la alumna del uso de parte de su trabajo al ser esta la titular de los derechos de propiedad intelectual sobre la misma, no alcanza cotas de gravedad suficientes para respaldar el cese operado".

Entre otros motivos, la sentencia defendía que "el traslado de ciertas conclusiones o ideas a un proposición no de ley, no constituye a nuestro juicio una conducta sancionable". Máxime, añadió, "cuando este último, puede nutrirse de distintos proyectos, estudios o artículos precedentes que sustentan la base del proyecto presentado ante un órgano legislativo, sujeto al interés general".

Después de que este periódico publicara las verdaderas razones de su despido y posterior dimisión, Muñoz defendió en un post publicado en Facebook su trayectoria en esta universidad.

"La bonificación energética para edificios, que es la idea con posible protección intelectual, ya fue mi conclusión novena en mi Tesis Doctoral publicada en 2013 en Teseo (4 años antes del TFG mencionado en los medios), idea que fue amablemente prestada por mi parte a la alumna para el citado Trabajo", subrayó.