Arriba: Isabel Rodríguez, Nadia Calviño, Begoña Gómez, María Jesús Montero y Andrea Fernández. Abajo: Isa Serra, Ángela Rodríguez Pam, Irene Montero, Lilith Verstrynge y Victoria Rosell.

Arriba: Isabel Rodríguez, Nadia Calviño, Begoña Gómez, María Jesús Montero y Andrea Fernández. Abajo: Isa Serra, Ángela Rodríguez Pam, Irene Montero, Lilith Verstrynge y Victoria Rosell. EFE

Política 8-M

El último 8-M de Irene Montero evidencia la ruptura del Gobierno y desmoviliza al feminismo

Según la Delegación del Gobierno, las dos manifestaciones de Madrid reunieron sólo a 27.000 personas, casi 30.000 menos que el año pasado.

8 marzo, 2023 22:26

El cisma que empezó el martes en el Congreso de los Diputados ha tocado techo este miércoles en las calles de Madrid. Dos marchas enfrentadas, la del PSOE y la de Unidas Podemos, que tuvieron que compartir espacio en la misma manifestación, a escasos 300 metros la una de la otra.

Y todo apenas 24 horas después de haber votado separados la reforma de la ley del sólo sí es sí. Su división, la del Gobierno, ha devenido en el 8-M más frío de los últimos años.

En el que probablemente sea el último 8-M de Irene Montero como ministra, la titular de Igualdad ha podido darse un baño de masas en las distancias cortas, pero en medio de la desmovilización general: apenas 17.000 personas en la marcha oficial y menos de 10.000 en la alternativa, según datos de la Delegación del Gobierno. El año pasado, todavía con restricciones por la pandemia de Covid-19, hubo 56.000 manifestantes.

Ni siquiera Pedro Sánchez, que no se había perdido un 8-M, acudió esta vez a acompañar a sus ministras, quién sabe si por temor a ser diana del malestar y la tensión que se preveía en la calle.

Lo que sí tiene claro el presidente es que, si de él depende, la número dos de Podemos no volverá a sentarse en el Consejo de Ministros. Es más, tras la guerra abierta en el seno de la coalición por la ley del sólo sí es sí, hay quien aventura incluso que la próxima crisis de Gobierno podría arrastrar a Irene Montero.

Tanto el ala socialista como la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ya dejaron sola a Montero el martes durante el debate sobre la reforma de la ley. Un preludio del 8-M y de lo que está por venir.

"Es una mala noticia para las mujeres que el PSOE se haya dado la mano con el Partido Popular", criticó Irene Montero minutos antes de liderar la marcha morada por el Paseo del Prado. Arropada por toda la cúpula del Ministerio de Igualdad y de Podemos, la ministra ha recordado que va a "seguir conquistando todos los derechos para todas las mujeres", en referencia a la disputa que mantiene con el PSOE.

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La ministra fue recibida entre cánticos de "Irene, valiente, aquí está tu gente" y "sólo sí es sí". También se corearon eslóganes como "no estamos a salvo con Carmen Calvo", que la ministra decidió no replicar.

"La conquista del consentimiento en el centro del Código Penal es una conquista de las mujeres que han dicho que no es abuso y sí violación", subrayó la ministra junto a su número dos, Ángela Rodríguez Pam; la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell; la portavoz de UP, Isa Serra; la secretaria de Estado para la Agenda 2030, Lilith Verstrynge; la candidata de UP a la Comunidad de Madrid, Alejandra Jacinto; y la activista de los derechos LGTBI Boti García. La secretaria general de Podemos, la ministra Ione Belarra, no pudo asistir.

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Si Podemos tuvo una acogida relativamente dulce en la manifestación -escucharon alguna crítica, pero poco significativa-, el PSOE lo tuvo más complicado. De entrada, la Comisión 8M que organizaba la marcha es una de las más críticas con la reforma que el PSOE quiere acometer en la ley del sólo sí es sí.

"La rivalidad no está dentro de las mujeres, sino fuera, entre los que niegan que haya machismo estructural o que siempre ponen excusas para no permitir avances en materia de igualdad", explicó junto a la pancarta la ministra y número dos del PSOE María Jesús Montero.

La otra Montero encabezaba la pancarta del PSOE, en la que había seis ministras más: la vicepresidenta Nadia CalviñoPilar Llop, Carolina Darias, Diana Morant, Reyes Maroto y Raquel Sánchez. También estaban la esposa del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, el ministro Luis Planas y la secretaria de Igualdad del PSOE, Andrea Fernández, que fue la encargada de defender en el Congreso la reforma del sólo sí es sí.

La número dos del PSOE aseguraba al inicio de la marcha que "los únicos gritos de protesta" que esperaba eran los "dirigidos a quienes no condenan actitudes violentas, justifican una y otra vez el machismo y a los que votan contra leyes que permiten que las mujeres sean iguales". Al final no recibió ninguno de Podemos, pero sí le cayeron de donde menos se esperaba.

En concreto, un grupo de miembros de las Nuevas Generaciones (NNGG) del PP desplegó una pancarta con el lema "Que te vote Tito Berni" ante las principales dirigentes del PSOE. Con la tensión en el ambiente, algunos de los integrantes populares se enzarzaron a empujones con los socialistas hasta ser apartados por agentes de la UIP.