La directora del Centro Nacional de Inteligencia, Esperanza Casteleiro.

La directora del Centro Nacional de Inteligencia, Esperanza Casteleiro.

España CNI

Malestar en el CNI por la cercanía de su directora al PSOE: "Ha desequilibrado el funcionamiento"

Le reprochan el desmantelamiento de las estructuras para investigar al independentismo radical y sus "cambios imprevistos".

20 octubre, 2022 03:00

Hay malestar entre los agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) con la nueva directora, Esperanza Casteleiro. Ya no gustó su designación, al ser percibida como alguien "muy próxima al PSOE", según fuentes del CNI. Ese sesgo político, aseguran, se ha visto confirmado tras algunas de las decisiones que ha tomado después.

Los agentes consideran que la gestión de Casteleiro "ha desequilibrado el funcionamiento normal" de la institución. Cuestionan, por ejemplo, "cambios imprevistos" como la designación de algunos agentes a "nuevos destinos no deseados".

No entienden la decisión de dejar de investigar objetivos próximos al independentismo radical en el País Vasco y Cataluña que podrían "desestabilizar" la situación. Según informó EL ESPAÑOL, los efectivos que buscaban información en la órbita independentista en Cataluña y País Vasco fueron reasignados hace un mes a otras áreas, dejando de indagar sobre actividades cercanas al separatismo radical.

Así, estas secciones han quedado suprimidas y desmanteladas. Un movimiento que se interpreta entre los agentes y fuera del CNI como una cesión a los socios nacionalistas del Gobierno.

Esta decisión se hizo efectiva el pasado mes de septiembre, después de que las advertencias sobre el cambio trascendiesen el pasado verano. "Al cerrar objetivos como los de Cataluña, a la gente la destinan a otros menesteres que pueden gustar o no, pero no les queda otro remedio. Son vacantes forzadas por las circunstancias", aseguran las fuentes consultadas.

[El CNI desmantela los equipos que vigilaban en Cataluña y País Vasco al separatismo radical]

Según las mismas fuentes, los agentes del CNI preferirían al frente una persona imparcial, cuya cercanía ideológica no resulte evidente. Consideran que Casteleiro se ha convertido en el brazo ejecutor del Gobierno: "Su cercanía es evidente. Se prefiere un profesional sin sesgos o tendencias".

Por eso, auguran que si se produjera un cambio de Gobierno tras las próximas elecciones no tendría muchas posibilidades de continuar al frente de los servicios secretos, pese a que consideran que no debería ser así: "Realmente no sería lo deseable, porque todo cambio supone trastornos. A un nuevo Gobierno debería bastarle con dar nuevas directrices. Pero es difícil que un Gobierno de otro signo pueda confiar en ella".

"Cercanía evidente"

Creen que la llegada de Casteleiro al cargo está viciada desde el principio, precipitada por el caso Pegasus. Muchos consideran que echar mano de ella, alguien próximo, ya entonces secretaria de Estado de Defensa, fue el recurso de Pedro Sánchez para aplacar la ira del independentismo.

Primero se supo que hubo un espionaje autorizado judicialmente por el Tribunal Supremo a personas clave del independentismo en los años del procés, cuando hubo más violencia en las calles.

Poco después, el Gobierno decidió desvelar que los móviles de algunos de sus miembros también habían sido infectados por el programa Pegasus. El espionaje sufrido por varios ministros y el presidente fue el argumento que utilizó el Gobierno para justificar el cese de Paz Esteban, la directora del CNI.

La cabeza de Paz Esteban, servida en bandeja al independentismo, no sirvió para sofocar las presiones. Tras la llegada de Esperanza Casteleiro han continuado las exigencias de los socios del Gobierno.

Son esas cesiones las que han generado las críticas entre los agentes secretos. "Tiene una misión. Fue escogida por algo", apuntan. Ese algo es la orden de terminar con las vigilancias y las escuchas en ambas comunidades a la órbita separatista. 

Las fuentes consultadas en inteligencia consideran que el hecho de haber sido elegida por Sánchez para cerrar el escándalo Pegasus marcará a Casteleiro de forma irremediable.