Isabel Díaz Ayuso y Pablo Casado.

Isabel Díaz Ayuso y Pablo Casado. Efe

España COMUNIDAD DE MADRID

El auge del protagonismo de Ayuso frente a Sánchez inquieta a Casado y genera tensión en el PP

La lideresa madrileña ha construido su condición de gran enemiga de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.

9 diciembre, 2020 02:11

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Isabel Díaz Ayuso se ha convertido en el mayor quebradero de cabeza de Pedro Sánchez. La presidenta autonómica más crítica con la gestión del Gobierno ha ido sacando de la chistera ocurrencias que Moncloa intentaba ridiculizar pero que, finalmente, acababa incorporando a sus planes. El último ejemplo, permitir reuniones de diez personas en Navidad y prorrogar el toque de queda hasta la 01.30.

Todo ello envuelto en una estrategia comunicativa muy meditada: una suerte de activismo que consiste en la continua oposición frontal al presidente del Gobierno y a Pablo Iglesias. Directa, desacomplejada y sin escatimar en adjetivos.

La dureza del virus con la región capitalina ha terminado por reforzar la imagen de Ayuso, que escogió la estrategia más difícil para proyectarse como líder nacional: enfrentarse a todo y a todos, incluidos sus compañeros del Partido Popular, que miran atónitos hacia la Puerta del Sol.

"De momento le está saliendo bien. En Moncloa temen más a Ayuso que a Casado", describe un barón autonómico del PP. Ayuso es punta de lanza y su protagonismo, a tenor de las fuentes consultadas por este periódico, también inquieta al propio presidente conservador.

Aunque la relación entre ambos es cordial, Ayuso no deja de ganar en autonomía. Su estrategia, pese a existir un puente con Génova, se cocina en las dependencias regionales. Un plan que ella misma acuerda con Miguel Ángel Rodríguez, su jefe de gabinete. Cada vez son más las portadas que eligen a Ayuso como rostro de la oposición en lugar de a Casado.

El tiempo ha terminado dándole la razón a una presidenta a la que el Gobierno central impuso un estado de alarma teledirigido, mientras la tildaba de "temeraria". "Ella acató la orden pero denunció la cacería de Sánchez con Madrid, y ese argumento le ha servido para construir su figura y erigirse como la auténtica líder de la oposición", reflexiona otro compañero de filas. Conforme más brilla ese faro... más se oscurece el de Casado.

Cualquier ataque que salía de Moncloa se entendía en la Puerta del Sol como una oportunidad para fabricar nuevas ideas y poner en un compromiso al Gobierno. De Madrid surgió la idea de hacer pruebas PCR en los aeropuertos para controlar la importación de casos. Ayuso reclamó al Gobierno que implantara esta medida en mayo, pero el Ejecutivo se burló de la propuesta alegando que por esa vía sólo llegaba el 0,3% de los casos.

El guion cambió radicalmente en noviembre, cuando el Gobierno justificó con  "presiones internacionales" la implantación de la medida: desde entonces, cualquier persona que viaje a España desde un "país de riesgo" deberá presentar una PCR negativa hecha en las 72 horas previas a poner un pie en suelo español. En la Puerta del Sol descorcharon una botella de champán.

Áreas sanitarias

La gran batalla que ha enfrentado en la pandemia a Moncloa y a Sol ha sido cómo debían aplicarse el cierre de los municipios más afectados por los contagios. Madrid apostó reiteradamente por bloquear áreas sanitarias y no localidades enteras, pero el Gobierno le obligó a perimetrar la capital y otras nueve ciudades, una medida que Ayuso llegó a llevar hasta los tribunales. 

La Comunidad de Madrid pudo volver a perimetrar por áreas sanitarias y la evolución de los datos terminó dándole la razón: la región se situó entre las regiones con menor incidencia y, a la vez, era la autonomía que permitía más margen de maniobra a los comerciantes. Un éxito que tuvo que ser reconocido por el ministro de Sanidad, pero que en Moncloa aún no aciertan a entender.

Ayuso quiere ahora hacer test de antígenos en las farmacias, pero el Gobierno no le ha dado aún el visto bueno. La presidenta no se ha quedado de brazos cruzados y ha enviado una carta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para pedirle que "alguna autoridad europea valide" estos test.

Todavía falta la autorización del Ministerio de Sanidad, pero el Gobierno madrileño quiere empezar ya a ofrecer este servicio a partir de la semana que viene. La Consejería de Sanidad contempla la posibilidad de realizar las pruebas durante el horario comercial con un circuito específico o una vez que la farmacia cierre al público. Una vez que esté en funcionamiento, en el equipo de Gobierno de Madrid están convencidos de que la medida "será un éxito tan rotundo" que se extenderá por todo el territorio nacional. 

Guerra fiscal 

La Comunidad de Madrid se encontró con un inesperado rival que continuó haciéndole la campaña a Ayuso: Esquerra Republicana de Cataluña. Su portavoz parlamentario, Gabriel Rufián, vinculó el apoyo de ERC a los Presupuestos Generales del Estado a que el Gobierno obligue a subir los impuestos a la comunidad que dirige Ayuso alegando que es un paraíso fiscal dentro de España.

La presidenta madrileña se lo tomó como un desafío y desembarcó en Barcelona unos días después: quería mostrar personalmente su apoyo a los empresarios y familias catalanas y defender el castellano y la libertad de elección educativa frente a la Ley Celaá. Lo primero que hizo nada más pisar suelo catalán fue pregonar su amor por la tierra desde la que señala a Madrid por su fiscalidad.

La última iniciativa de Madrid ha sido inaugurar el hospital de emergencias Isabel Zendal, un recinto hospitalario abierto "para toda España". La presidenta Ayuso invitó al ministro Salvador Illa a la inauguración, pero se excusó en que había Consejo de Ministros. 

Los 'zendales'

La apertura del centro estuvo rodeada de una gran polémica por el elevado coste de su construcción, más del doble de lo previsto, y por ser un hospital vacío, sin personal propio, que aún no está preparado para recibir pacientes y no tiene ni quirófanos. 

La izquierda salió en bloque a criticarlo: "Es un sitio con más hormigoneras que radiólogos. No está acondicionado, es un plató de televisión. Para eso mejor que hubiera hablado con Netflix", describió el portavoz de Más Madrid, Pablo Gómez. 

Ayuso respondió a la polémica inventándose los zendales como una unidad de medida: "Los nacionalistas gastan 303 millones de euros al año en TV3, lo que equivale a tres zendales". La oleada de críticas se interpretó en Sol como el último triunfo de la presidenta de Madrid frente al Gobierno y el independentismo. Ayuso contra todo y contra todos. 

"El punto fuerte de Ayuso es que defiende firmemente en lo que cree y se crece ante las críticas y la burla", coinciden quienes la conocen. la presidenta madrileña ha hecho suyo, en la práctica, el dicho que se popularizó cuando los grandes triunfos de los deportistas españoles. Del "Soy español. ¿A qué quieres que te gane", hemos pasado al "Soy Díaz Ayuso. ¿A qué quieres que te gane?".