Punto y final para el Deportivo Manchego. Los socios del equipo ciudadrealeño, fundado en 2015 con la pretensión de ser el heredero del desaparecido CD Manchego, aprobaron este lunes la dimisión de la junta directiva encabezada por Agustín Casado y posteriormente la disolución del club. Tal y como informó el propio presidente, la idea es "unir fuerzas" a partir de ahora con el Manchego Ciudad Real "por el bien del fútbol de la ciudad." De esta manera, culminará un proceso que hace justamente un año estuvo cerca de producirse pero que finalmente se torció.

Según ha informado el club, la asamblea comenzó con la intervención de Casado, quien hizo un breve resumen de la temporada, en la que, a nivel deportivo, no se ha conseguido el objetivo marcado al principio que era el ascenso de categoría, a pesar de que entendían que había un equipo de suficiente nivel para conseguirlo. 

El máximo dirigente también tuvo palabras de agradecimiento a los jugadores, cuerpo técnico y a todas las personas que de una manera u otra han colaborado con el equipo.

A continuación hizo un adelanto del tema económico, en el cual explicaba, que la actual junta directiva, se ha encontrado después de hacerse cargo del club con deudas inesperadas que fueron generadas por el anterior presidente, que según Casado "no informó en la asamblea del año pasado ni a la junta directiva que se hizo cargo del club y que ha condicionado toda la temporada."

Tras el presidente, tomó la palabra el tesorero Carlos Quintana, quien dio a conocer el balance económico de la Temporada 2017/18, el cual se saldó con un balance negativo de 13.563,86 € debido principalmente al concierto organizado en ferias de Rocío Aguilar, el cual no dio el
resultado esperado, quedando todavía pendiente de cobrar 10.400 €. Después informó a los socios de la deuda dejada por el anterior presidente de la temporada anterior y de la cual no informó ni en la asamblea de socios de hace un año ni a la actual junta directiva, por valor de 34.770,33 €. Esa deuda está dividida entre compra de material deportivo, juicio por el impago de ese material, pago de abogado, deuda con entrenadores de la temporada pasada, y viajes de los diferentes equipos con la empresa de autobuses.

Además, aseguró que dejó otra deuda con la federación por impago de arbitrajes de los cinco equipos de la temporada anterior, los cuales fueron costeados por Agustín Casado con dinero de su bolsillo para poder realizar las correspondientes fichas de los diferentes equipos, quedando como reconocimiento de deuda con el club.