Blanca Morel. Foto: Godall.

Blanca Morel. Foto: Godall.

Poesía

'Suma noche', de Blanca Morel: la poesía como inmersión en la oscuridad interior

La poeta madrileña transforma su experiencia real de encierro en un delicado ejercicio de introspección y claridad poética.

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Autora de una amplia obra poética que se inició en 2008 con Bóveda, Blanca Morel (Madrid, 1970) nos entrega con suma noche el testimonio de una performance tan íntima como radical: “Durante seis noches y seis días, del 23 al 28 de junio de 2023, permanecí sola, a oscuras, en un pequeño apartamento junto al mar. No había persianas y empapelé las ventanas con papel negro”.

suma noche

Blanca Morel

Godall, 2025. 84 páginas. 16,50 €

Sin pantallas de ningún tipo y con la sola ayuda de un nictógrafo –maravilloso invento de Lewis Carroll–, la poeta se sumergió durante una semana en su propia noche del espíritu, un estado de privación sensorial en el que cualquier signo, por escueto que sea, se vuelve locuaz, iluminador.


El libro se despliega lenta y gradualmente, siguiendo muy de cerca el proceso de extrañamiento del sujeto (“todo va muy despacio / se transforma muy deprisa”), pero ya desde su arranque es fiel al potencial simbólico de la puesta en escena: “una mujer da a luz / un monolito // su propia oscuridad”.

Aquí no hay concesión alguna a los tropos habituales del minimalismo: Morel tiene el don de la palabra justa, la capacidad para hacer restallar el lenguaje con apenas dos trazos, pero escribe pegada a la experiencia de la tiniebla, ese no-lugar de soledad enajenada que cambia nuestra percepción de lo real y de nuestro ser y estar en él: “oscuridad […] contundencia de mí / abolición de mí”.

En lo formal, el libro coquetea por momentos con el impulso caligramático y visual, pero guiado siempre por el testigo de la necesidad.

Mientras tanto, el sondeo en la negrura cobra tintes oníricos y es también un sondeo en la memoria. No en vano, se trata de hacer desaparecer el mundo para convocarlo en nuestro interior. Por el camino, una constatación vital: “Una pluma es suficiente para hacer resonar un tambor”.