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Poesía

Antonio Gamoneda: "No me ha tocado vivir una historia de España aceptable"

El poeta publica la segunda parte de su poesía reunida, 'Esta Luz', que abarca su producción poética de 1995 hasta 2019, además de un libro inédito, 'Las venas comunales'

11 septiembre, 2019 06:58

“Dios me libre de querer ser yo el que interprete mi propia poesía”. Bromea Antonio Gamoneda (Oviedo, 1931) durante la presentación del segundo volumen de su poesía reunida, Esta luz (Galaxia Gutenberg). “La poesía es un pensamiento impensado. Yo no me entero de lo que quiero decir hasta cuando me lo dicen mis propias palabras”, mantiene.

Sus palabras, sus versos, están apiladas en estos dos tomos, separados entre medias por catorce años, tiempo por el cual el poeta, Premio Cervantes en 2006, no ha cejado en su empeño de corregir sus poemas. Ocho son las ediciones del primer volumen, publicado en 2004, y las ocho han sido revisadas por él mismo hasta llegar al número de 60 correcciones de la primera a la última, según explica su editor, Joan Tarrida.

“La vida de esta escritura es muy intensa. Está muy lejos de ser una obra cerrada -opina el poeta y crítico Miguel Casado, encargado de los dos epílogos de Esta luz-. Gamoneda está en conflicto perpetuo consigo mismo, en constante ebullición. Es una forma material de resistir en la memoria. Esta intensidad de la escritura –prosigue- y ese conflicto perpetuo nos lleva a modificar la definición de su obra. Siempre hablamos de una poética de la muerte. Pero es una poética de la muerte inseparable de la intensidad de la vida”, analiza.

Y es que, incluso cuando el poema “ha terminado en la letra impresa –reflexiona el poeta-,  yo necesito que ese poema siga vivo. Necesito mover una coma, crear un sinónimo… Creo que es más que corrección. No se trata solo de defectos que pueda encontrar o mejorar el texto. Es mi voluntad de reescritura, que coincide mejor con ese deseo de que el poema no sea una piedra tallada, que pueda corresponderse con mi vida”.

Dividida en dos tomos, Esta luz recoge toda la poesía escrita por Antonio Gamoneda entre 1947 y 2019. En particular, el segundo de ellos, cuya obra poética transcurre de 1995 hasta 2019, incluye el Libro de los venenos, publicado originalmente en el 95, su producción poética desde 2004 hasta la fecha, entre cuyas páginas se encuentra su libro inédito, Las venas comunales, y sus Mudanzas II.

Hay más de 70 años de poesía en estas páginas. Como suma cronológica los libros tienen algo de memoria. El libro es pasado, como nosotros mismos", cuenta el poeta que, a sus 88 años, siente que inevitablemente, incluso contra su voluntad, "el libro tiene que ser un libro testamentario”. Envuelto en ese pasado que también es presente, Gamoneda ya prepara su próxima publicación, la segunda parte de sus memorias, que verá la luz en unos meses también de la mano de la editorial Galaxia Gutenberg, bajo el título de La pobreza.  “Están ya al caer –adelanta-. Hay un paralelismo de escritura de poemas y de memorias, de una escritura a la otra, yo creo que hay una cierta comunicación pero sería difícil concretar en qué consiste”.

Autodidacta, el poeta, cuya condición obrera marcaría su personalidad y su obra durante su infancia y sus años de juventud, tuvo que compaginar, durante los años 50 y 60, su formación cultural y literaria con su militancia antifranquista. Una producción que se vio marcada en algunos momentos por algunas ausencias. Durante quince años, recuerda, no publicó nada. “Fueron quince años en los que yo no sé si yo me bloqueé porque también tenía intención de hacer una huelga. La censura del régimen intervino un libro mío del que, quitando algo, se podía publicar. Yo no podía aceptar esa generosidad de la censura. No solo no se publicó hasta casi 20 años después sino que yo hice mi huelga”, afirma. Se trataba de su libro Blues castellano, incluido en el primer volumen de esta poesía reunida. Después hubo, confiesa, otros parones. Fueron silencios ocasionados más por cuestiones creativas que ideológicas. “Se había acotado el cauce, el flujo excesivo que se correspondía con un tiempo anterior”.

El poeta, que fue testigo de la represión de la Guerra Civil y la posguerra, se muestra además poco confiado con el presente. “No me ha tocado vivir una historia de España aceptable. Lo decía en una entrevista hace poco. Democracia es ficción. No es una realidad. ¿Cómo se puede entender una democracia que alberga una dictadura económica? ¿O no es el Ibex 35 el que decide la vida española?”, se plantea.

Pero se vuelve más transigente, cuando se le pregunta por las nuevas generaciones y el fenómeno de los autores superventas de poesía. “Entre cien poetas puede haber individualidades importantes", concede. Aunque no está muy al corriente, sostiene que conoce algo de "su carácter voluminoso y gregario, se proyecta en redes sociales de manera bastante improvisada pero también editan con bastante éxito. No me parece mal. Esto ha ocurrido siempre. Hacen falta mil poetas para que haya uno de verdad”.

@mailouti