Image: Las máscaras

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Poesía

Las máscaras

Antonio Lucas

27 mayo, 2004 02:00

Antonio Lucas. Foto: Kike Para

DVD. Barcelona, 2004. 76 páginas, 8 euros

En la raíz de la poética de Antonio Lucas opera una conciencia de la escritura como indagación en los límites del lenguaje para revelar "algo aún no dicho".

Así se situaba el autor en la antología La lógica de Orfeo y en esa difícil singladura prosiguen sus textos desde Antes del mundo (1996) hasta Lucernario (1999) y Las máscaras. El creciente despojamiento expresivo que se advierte en la secuencia de estos tres libros tiene como consecuencia una voz más perfilada, sustanciosa y efectiva en su empeño.

La voluntad de lograr la "luz del fondo" que definía el poeta como eje de Lucernario se acendra en Las máscaras, sin abandonar el irracionalismo, ajustándolo mejor a su objeto. Entre la diversidad de motivos que acoge, dos adquieren mayor desarrollo explícito: el lenguaje y la indagación en la realidad vivida y, en particular, en la experiencia de una ausencia. Cómo cifrar esa experiencia es la base de unas insistencias en la metapoesía que, más allá de citas y homenajes a diversos poetas (Blake, Cernuda, Keats), materializan el "afán de situarse en ese límite donde el decir es imposible, romper aquella frontera y querer explorar más allá de las palabras", de acuerdo con lo expresado en el prólogo.

El poeta retoma la "orfandad de voz y de escritura" de los orígenes para "nombrar lo ya nombrado con otra voz más nueva,/y hacer de la palabra un viaje hacia la vida,/o simplemente un sueño de cosas sin sentido". Dejando aparte esas cosas sin sentido, el "viaje hacia la vida" resulta medular en el interés que despiertan los mejores poemas, tanto por numerosas acuñaciones felices (el corazón, "ese paisaje en fuga que las olas enlutan,/que las olas varean"), como por la decisión de "sumarle vida" al designio central de lograr un decir absoluto que determina la manera con que Lucas trata de indagar en lo profundo de la rea-lidad para iluminar el descubrimiento en la propia conciencia, cuyo extrañamiento se subraya en varios autorretratos, en varias de estas máscaras.

A medida que avanza el libro, muy precisamente estructurado, se va perfilando mejor y con mayor emoción compartible el diálogo de la ausencia, la verdadera protagonista, que se abre en "Desde la sombra, desde el vacío" ("Tu nombre fue una fiesta,/almena que temblaba incalculablemente sola") y que desemboca en la fusión de dolor vivido y palabra insuficiente de la poesía, "ese espejo donde tú también me desconoces". ¿Irracionalismo, "realismo de sustancia", metafísica? Eso es lo de menos: lo que importa, de cierto, es que la poesía de Antonio Lucas resulta cada vez más indudable.