Novela

La ciudad en invierno

Elvira Navarro

17 mayo, 2007 02:00

Caballo de Troya. Barcelona, 2007. 106 páginas, 11’90 euros

No es habitual tropezar con una historia tan descarnada como la que recoge este libro ni con una debutante que se maneje tan bien en las arenas movedizas de las pasiones como Elvira Navarro. Onubense de casi treinta años, confiesa haber escrito este libro gracias a una beca de la Residencia de Estudiantes de Madrid. En su ficha biográfica apenas se recogen algunas pistas de su actividad literaria: fue Premio de Narrativa en el Certamen de Creadores del Ayuntamiento de Madrid en 2005 y Joven Talento Fnac. Lo demás, las horas de escritura y maduración literaria que la han llevado hasta aquí, hay que imaginarlo.

El adjetivo que mejor define esta obra es "descarnada". La historia de Clara, su protagonista, llevada desde su infancia a su casi madurez a través de cuatro relatos que se corresponden con otras tantas experiencias traumáticas, no puede ser más terrible, comenzando por las palabras de los adultos que la rodean ("ya no soporto a la niña", le dice un personaje a otro en referencia a ella). En "Expiación" -el primer texto del conjunto- se adivinan una soledad y un desamor tan lacerantes que no pueden dejar indemne a nadie. Acaso por culpa de este abandono temprano Clara se convertirá en una preadolescente temeraria y amiga de provocaciones, capaz de consumar una agresión terrible. Y cuando ya no dudamos de la crueldad de la infeliz, la autora nos muestra la otra cara del personaje y le hace comparecer como víctima. Una víctima demasiado débil para aceptar la realidad. El camino de Clara llega hasta la ambigöedad del inicio de la vida adulta. Lo sugerido y no dicho juega, pues, un importante papel en estas páginas. Hasta dar la impresión de que la autora construye al personaje de Clara más a partir de los silencios que de las palabras. Y con ellos logra crear un mundo en el que ninguna pregunta encuentra una respuesta sencilla, pero incluso así sigue teniendo sentido el hecho de preguntar.