Image: Provocación

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Novela

Provocación

Stanislaw Lem

28 abril, 2005 02:00

Stanislaw Lem. Foto: Archivo

Trad .J. Bardzynska y K. Dubla. El funambulista. 160 págs, 13’41 e.

Stanislaw Lem (Lvov, Ucrania, 1921) utiliza la ficción para abordar el problema del mal. Provocación se presenta como un ensayo sobre el Holocausto firmado por Horst Aspernicus, un inexistente antropólogo alemán.

Aspernicus cuestiona que la violencia surja como un impulso natural. El odio hunde sus raíces en la cultura, no en la biología. Nada justificaba el genocidio de los judíos. La Alemania nazi desvió recursos del frente para incrementar el exterminio, pues consideraba que cumplía con una misión histórica. El antisemitismo surge del resentimiento. Es el triunfo de la mediocridad, que recurre al crimen para trascender sus limitaciones. Hitler, Himmler o Eichman eran auténticas nulidades, pero conocieron una efímera plenitud al disfrutar de poder ilimitado. No sólo convirtieron el asesinato en política de Estado, sino que se aproximaron a la omnipotencia divina. La desnudez de las víctimas al borde de las fosas o de los crematorios muestra cierto parentesco estético con la representación del Juicio Final.

Aspernicus entiende que el nazismo elaboró una ética del mal y una estética kitsch inspirada en la iconografía cristiana. Fue una distopía frustrada por la victoria de las democracias. ¿Nos hemos librado del anhelo utópico en la política? Lem no esconde su pesimismo. La comprensión del tota- litarismo aún no se ha completado, lo cual propicia su repetición. El Holocausto no fue un pogromo, sino una rebelión contra Dios. Ante la imposibilidad de consumar un deicidio, los nazis se conformaron con matar al pueblo elegido. El genocidio sólo es el preámbulo del ejercicio del Poder absoluto, donde el principio de culpabilidad ya no distingue entre judíos y gentiles. Todos son culpables y el Poder puede manifestar su fuerza sobre cualquiera.

Lem prosigue su estudio sobre el mal en Un minuto humano, otra obra imaginaria atribuida a Johnson&Johnson, dos misteriosos autores. Un minuto humano pretende referir todos los acontecimientos que se producen simultáneamente en un minuto de existencia de la humanidad. El resultado es desolador. El mal prevalece sobre el bien. El sufrimiento es inabarcable y banal. Si la humanidad entera fuera arrojada al mar, "el nivel no subiría ni una centésima de milímetro". Aunque Lem cree que nues- tro mundo está más cerca del infierno que del cielo conserva cierto optimismo racional. La razón puede evitar nuevas catástrofes. La inteligencia y el humor iluminan Provocación. Su lectura ayudaría a clarificar ciertos debates políticos, pero ya se sabe que, de acuerdo con Lem, "nadie lee nada; si lee, no comprende nada y si comprende, lo olvida en seguida".