Ensayo

El libro negro de la condición de la mujer

Varios Autores

31 mayo, 2007 02:00

Aguilar. Madrid, 2007. 950 páginas. 33 euros

Como género, las mujeres siguen discriminadas a lo largo y ancho del mundo. Naturalmente, en unas sociedades más que en otras. ésta es la tesis central de un volumen que recopila los numerosos agravios que sufre la condición femenina a día de hoy. Ha dirigido este mosaico de denuncias Christine Ockrent, potente periodista audiovisual, y lo ha coordinado Sandrine Treiner, redactora jefe del programa "Un Libre, un Jour", de France 3. Ambas son autoras de numerosas publicaciones y se han encargado, junto con la socióloga Françoise Gaspard, de escoger los temas a incluir en el libro y de elegir a las autoras, sólo féminas, más adecuadas para cada uno de ellos. Siempre con la idea en la cabeza de producir no tanto un libro científico como un mosaico del presente.

El documento ético desde el que se han impulsado Ockrent, Treiner y Gaspard ha sido la Declaración sobre la eliminación de la violencia sobre las mujeres, emitida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en diciembre de 1993. En el preámbulo de dicha Declaración, la ONU proclama la urgencia de la aplicación a las mujeres de los derechos y principios del género humano: seguridad, integridad, libertad, dignidad e igualdad. Estas cinco palabras son las que han servido para organizar, "de manera transversal", las sesenta contribuciones del volumen.

Seguridad. Integridad. Libertad. Dignidad. Igualdad. ésta es la hoja de ruta que tiene delante el lector. Textos bien escogidos, textos valientes. Desde el primero aprendemos que en China se abandona a niñas. A lo largo de estas páginas se pasa revista a hechos tan lamentables como es la ablación del clítoris o la poligamia. Prácticas que hoy siguen en uso en un país como Francia, y el lector supone que también en España. Entre los zulúes la verificación de la virginidad de las chicas es pública. Por doquier las mujeres se tropiezan con religiones, costumbres y tradiciones que las oprimen y discriminan.

La violación es, como leemos en estas páginas, la forma más evidente de abuso ejercido, de manera violenta, por los hombres sobre las mujeres. Se trata de una forma arcaica basada en la desigualdad de fuerzas entre los dos sexos. Se viene practicando desde el inicio de la Historia. Todavía las abuelas alemanas recuerdan las masivas violaciones del ejército soviético en la Alemania de 1945. Pero los abusos contra mujeres no se reducen a la brutalidad de las violaciones. La prostitución o el turismo sexual son formas modernas de esclavitud que afectan a la libertad y a la dignidad de las mujeres. La igualdad entre los sexos implica oportunidades semejantes y sueldos equivalentes al trabajo realizado, con independencia del sexo de quien lo desarrolle. Y ahí queda camino por recorrer incluso en los países occidentales.

El apéndice a la edición española ha sido coor-dinado por Carmen Alborch y reúne cuatro artículos que analizan la evolución de la situación de la mujer en España y la progresiva igualdad entre los sexos en un país que para muchos se ha convertido en símbolo de progreso.