Pedro J. Ramírez en la redacción de 'El Español'. Foto: Sara Fernández

Pedro J. Ramírez en la redacción de 'El Español'. Foto: Sara Fernández

Letras

Crítica de 'Por decir la verdad': Pedro J. Ramírez relata la intrahistoria de una década decisiva

El director de El Español cuenta en sus memorias las negociaciones que acabaron con ETA o el papel que jugó 'El Mundo' destapando importantes casos de corrupción.

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Quien quiera conocer las razones por las que España se ha convertido en lo que es las encontrará en Por decir la verdad, segundo tomo de las memorias de Pedro J. Ramírez (Logroño, 1952).

El periodista, que acaba de cumplir 45 años como director, relata, con la minuciosidad del cirujano, la intrahistoria del periodo que va del atentado de ETA en la T4, en 2006, a la inesperada victoria de Pedro Sánchez en las primarias del PSOE, en 2017.

Esa minuciosidad solo la podía ofrecer alguien, como es el caso, que ha vivido en primera línea cada día de esos años trascendentales y, además, se ha enfrentado dialécticamente a quienes entonces ostentaban el poder. De esos cara a cara durante largas horas queda constancia en este volumen, gracias a las notas tomadas y a la portentosa memoria del autor.

Por decir la verdad

Pedro J. Ramírez

Planeta, 2025
696 páginas. 32,95 €

Una década puede parecer poco tiempo, pero un somero repaso a algunos acontecimientos da idea de por qué es una de las más decisivas de la democracia.

La buena sintonía del autor con Rodríguez Zapatero, lo que no impide críticas acérrimas, permite un seguimiento casi al minuto de las negociaciones que desembocaron en el final del terrorismo de ETA. Pero también de los azotes de la crisis de 2008, que puso a España al borde del abismo; o la reforma del Estatuto catalán, raíz del desafío del procés.

La cobertura de la salvaje matanza del 11-M fue el asunto que más ataques provocó, incluso desde la propia profesión, contra El Mundo y su director. Un negligente trabajo policial y un posterior proceso judicial lleno de lagunas y falto de certezas requería una exhaustiva investigación periodística.

El mayor atentado de nuestra historia no podía cerrarse precipitadamente con tantos cabos sueltos. Como afirma Ramírez, “El Mundo no tenía una teoría alternativa, solo quería agotar todas las posibilidades para aclarar la masacre”.

Otro de los grandes temas abordados es la sucesión de escándalos en la Casa Real, en cuyo descubrimiento El Mundo jugó un papel decisivo. Desde el caso Nóos, y la implicación de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina, hasta la cacería de Botswana, pasando por el papel de Corinna Larsen, la “amiga entrañable”, en los turbios negocios del rey.

La intrahistoria del diario que el autor fundó y dirigió durante 25 años ocupa una parte sustancial de Por decir la verdad. Así, relata los momentos de gloria del Grupo Unidad Editorial –“aquello parecía un sueño”–, cuando en 2007 compra el boyante Grupo Recoletos por 1.500 millones de euros.

La operación sería en muy poco tiempo un tremendo lastre al estallar el gran crack y dejar a la editora en una situación muy comprometida. El desplome de la publicidad y de lectores puso la puntilla al antiguo modelo de negocio frente a la revolución digital.

El director convirtió la adversidad en una nueva oportunidad. Tras el sacrificio de los brutales recortes, ya preparaba su periódico para afrontar lo que llamaba “una nueva edad de oro del periodismo”. De hecho, se encontraba en mejor situación que sus competidores cuando aparecieron los negros nubarrones que vaticinaban un final dramático.

En esa situación, El Mundo publica los detalles de la financiación irregular del PP y los sobresueldos a sus dirigentes, investigación que culmina con los SMS de Rajoy al tesorero Bárcenas, encarcelado: “Luis, sé fuerte”.

Fue el detonante para que se pusiera en marcha una operación en la que participaron la Casa Real, banqueros, dirigentes del partido para el que Ramírez “tantas veces” había pedido el voto y la propia cúpula de Unidad Editorial con el fin de descabalgarlo de la dirección de El Mundo.

Ramírez fue cesado en 2014, el mismo año que Sánchez ganaba las primarias en el PSOE. La corrupción acabaría con Rajoy, mientras Pedro J. ya dirigía su nuevo proyecto, El Español, que ahora cumple diez años.