Juan Carlos Chirinos: "Maduro forma parte del club de los tiranos. Y los tiranos saben el final que les espera"
El escritor venezolano, afincado en España desde 1997, fue uno de los primeros intelectuales de su país que alzó la voz contra el chavismo.
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Afincado en España desde 1997, el narrador, biógrafo y cuentista venezolano Juan Carlos Chirinos (Trujillo, 1967) fue uno de los primeros intelectuales de su país que alzó la voz contra el régimen chavista de Chávez y Maduro. Ahora, a pesar de que Maduro ha consumado la tropelía y se ha investido fraudulentamente como presidente, explica que la lucha no debe cesar y recuerda que "a los émulos de Hitler jamás se les expulsa del poder con diálogos, pactos ni promesas. Hay que obligarlos a irse".
Pregunta. ¿Cree que hay alguna esperanza, por leve que sea, de que Venezuela recupere la democracia, o Maduro va a aferrarse al poder?
Respuesta. Nunca hay que perder la fe, ni siquiera en los momentos más oscuros, pero tampoco hay que dejarse engañar por falsas esperanzas. Estoy seguro de que Maduro no quiere entregar el poder, pero también de que él sabe que está en una situación insostenible. A la hora en que contesto estas preguntas él ya ha consumado el juramento que lo confirma como írrito presidente de Venezuela: ha pasado a formar parte del club de tiranos donde están Bachar el Assad, Muamar el Gadafi y Daniel Ortega. Y los tiranos como él saben cuál es el final que, tarde o temprano, les espera.
P. ¿Qué le gustaría que le pasara tras la investidura, y que teme que va a pasar?
R. Quisiera que los líderes de los países democráticos, como España y Estado Unidos, adoptaran una postura mucho más feroz en la lucha contra el gobierno ilegal de Maduro, pero me temo que eso tan repugnante llamado realpolitik impondrá sus condiciones, pues el en apariencia inacabable petróleo que yace en el subsuelo venezolano es nuestra bendición al tiempo que nuestra desgracia. Sin embargo, no olvidemos que a los émulos de Hitler jamás se les expulsa del poder con diálogos, pactos ni promesas. Hay que obligarlos a irse.
P. ¿Cómo hemos llegado a esta situación casi guerracivilista?
R. No ha sido por casualidad. Estoy seguro de que uno de los peores enemigos de Venezuela fue Fidel Castro, un resentido, un mediocre, un envidioso que habrá jurado la destrucción de nuestro país cuando fue a Caracas en 1959 a pedirle dinero a Rómulo Betancourt y este, que se dio cuenta enseguida de qué clase de pillo era Castro, lo despachó sin un solo dólar. Venezuela tuvo la desgracia de que a finales de los noventa apareciera Hugo Chávez, lo peor que le ha pasado al país en doscientos años de vida republicana.
»Igual de resentido y corrupto que Castro, se dejó seducir por el anciano tirano, engañó a Venezuela y el mundo con su carisma y se hizo con el poder para medrar y acabar con la democracia que tanto esfuerzo había costado conseguir. Es lo que pasa con esta clase de tiranos: como buenos psicópatas, saben manipular la buena fe de los demás. Quiero que el mundo sepa que en Venezuela no hay dos lados enfrentados: se trata de una banda de criminales armados contra un país de civiles que ya les ha mostrado, no una, sino varias veces, su rechazo. En Venezuela no hay una guerra civil; hay una guerra contra los civiles.
"Los venezolanos no somos un rebaño", Juan Carlos Chirinos
P. ¿Qué ha hecho que el pueblo venezolano no se acobarde ahora, como pasó con Guaido, y esta vez salga a las calles para apoyar a Corina?
R. Detesto el vocablo "pueblo", por lo que de manipulador conlleva. El "pueblo" siempre es un rebaño. Y no; los venezolanos son ciudadanos que nunca se han acobardado; las pruebas de ello son los numerosos compatriotas que han caído asesinados en el asfalto por las balas represoras cuando han salido a manifestarse contra los narcotiranos que los quieren someter.
»Los venezolanos son de la estirpe de Franklin Brito, el campesino al que Hugo Chávez dejó morir de hambre para arrebatarle lo que era suyo. Le quitó sus tierras, pero no su dignidad. El himno de nuestro país comienza diciendo "gloria al bravo pueblo", pero donde dice "pueblo" yo quiero leer "ciudadano", que es el sujeto que piensa, actúa y defiende la democracia. Por eso, cuando María Corina Machado se erigió con bizarría como la líder que defiende nuestra democracia, los ciudadanos nos hemos puesto detrás de ella apoyándola. Un país son sus ciudadanos, es cierto; pero los líderes son necesarios. El Reino Unido tuvo a Churchill; nosotros tenemos a María Corina.
P. Como intelectual, como narrador de referencia, ¿qué les diría a sus compatriotas que viven en su país, y a los que tuvieron que exiliarse hace años? ¿Qué papel están desempeñando en Venezuela los escritores ahora?
R. Como ciudadano, les diría a mis compatriotas que no perdamos la fe, que sigamos aportando, cada uno desde donde esté para que Venezuela vuelva a la senda de la democracia. Aparentemente, los escritores podemos hacer poco en esta hora de la acción. No es cierto. Contribuir buscando la palabra precisa, señalando las fisuras y celebrando los aciertos no es poca cosa.
»Los escritores nombramos el mundo, y eso ilumina. No olvidemos que Cicerón, con la sola fuerza de su palabra, acabó con la conspiración de ese asesino despiadado que fue Catilina. Los Catilinas de nuestro tiempo siempre temerán a los Cicerones que sepan combatirlos. Y en Venezuela sobran grandes escritores para desempeñar ese papel, José Balza y Rafael Cadenas los primeros, pero inter pares.
P. ¿Cómo valora la respuesta internacional ante las escalofriantes imágenes de la represión, la pobreza y el miedo que sufre hoy Venezuela?
R. Tibia. Demasiado tibia. Los líderes del mundo podrían hacer más si quisieran, si pensaran menos en los intereses espurios que los mueven y más en los venezolanos que sufren.
P. ¿Cree que los encuentros del presidente González con Trump o Milei han favorecido o perjudicado su imagen? ¿O el proceso es imparable pese a todo?
R. Todo suma. Donald Trump no se reunió con Edmundo González Urrutia, pero lo ha reconocido como presidente de Venezuela, lo cual es una buena noticia, igual que el apoyo del presidente de Argentina y de la enorme mayoría de gobernantes que lo han reconocido como el legítimo gobernante de Venezuela. Se ha ganado su liderazgo a pulso, incluso antes de las elecciones del 28 de julio pasado.
»Edmundo González Urrutia y María Corina Machado sonya el símbolo de la unidad de la mayoría de los venezolanos contra la camarilla de malandrines que llevan más de cinco lustros desangrando a Venezuela. Que nunca olviden Maduro, Padrino, Saab, Cabello, los hermanos Rodríguez y los demás secuaces que los crímenes de lesa humanidad que han cometido nunca prescribirán. El tribunal de La Haya los espera. Tarde o temprano terminarán en el banquillo. Y ese día, lo celebraremos.