Michael Reid. Foto: Espasa

Michael Reid. Foto: Espasa

Letras

Pasión, torpeza, ingenio y acritud: una mirada a la España actual a través de los ojos ingleses

Michael Reid, veterano columnista de 'The Economist', firma un lúcido balance de la historia española, desde la Transición hasta la actualidad.

15 abril, 2024 02:11

Como es sabido, los libros sobre España de autores extranjeros constituyen todo un género ensayístico. Empezaron los viajeros ilustrados, no los románticos, como casi todo el mundo cree, aunque fueron los relatores decimonónicos, más folletinescos, quienes acertaron a dar la pátina de embrujo oriental que se convertiría en marca indeleble del país.

Luego continuaron —en general con más rigor—los estudiosos más clásicos, los llamados hispanistas, seguidos por escritores e intelectuales de toda laya, empeñados en pergeñar una singularidad hispana que acabó siendo filón rentable en múltiples sentidos para los foráneos y los naturales.

El gran reto que ha tenido que plantearse de partida un autor tan solvente como Michael Reid (Guildford, 1952), veterano columnista de The Economist, es qué podía aportar a estas alturas sobre la cuestión.

España

Michael Reid

Traducción de Albino Santos Espasa, 2024. 456 páginas. 24,90€

Una posible respuesta podría partir del subtítulo de la obra en su versión original, que inexplicablemente se hurta en la edición española: The Trials and Triumphs of a Modern European Country.

Esto es, un balance de la España actual que abarque los éxitos pero también sus problemas, sin cuestionar su modernidad e inserción europea. Para decirlo de modo más simple, como hace el prólogo, este libro aspira a ser “El espejo español”: una mirada lúcida al presente, que sopesa el pasado y se pregunta sobre las posibilidades del país en el porvenir inmediato.

Ese pretendido espejo de la realidad española arroja una imagen de vigor y fragilidad, pasión y torpeza, ingenio y acritud. A quien escribe esta reseña dicha semblanza le ha traído a la memoria el contenido y, más aún, el título de unos viejos artículos (1985) de Enzensberger: “Cristales rotos de España”.

Los epígrafes que usa Reid, ya en el primer capítulo, “El desmoronamiento”, no pueden ser más significativos: “Del consenso a la crispación”, “El fin de la fiesta”, “Todo lo que era sólido”…

Lo que late en el británico es la perplejidad: ¿dónde quedó la España de la Transición modélica y la modernidad deslumbrante? ¿Cómo explicar que millones de ciudadanos—catalanes, vascos, ¿gallegos?— tengan hoy como aspiración dejar de ser españoles?

Una mirada lúcida al presente español, que sopesa el pasado
y se pregunta sobre las posibilidades del país en el porvenir inmediato

Reid comienza su análisis con unas pinceladas biográficas que traslucen la perdurable huella romántica —su primer contacto con España, en 1971, que le “conquista el corazón”—, pero enseguida cambia su registro a unas consideraciones nada complacientes –el progreso interrumpido, la democracia cuestionada– que colocan a España en una situación de crisis e incertidumbre que serían equiparables a las de otras grandes naciones europeas si no entrara en juego el fenómeno de los nacionalismos periféricos.

Porque lo que se dilucida con ello es muy serio: la propia viabilidad de la nación y de su sistema político tal como lo concebimos en la actualidad. La trascendencia de esta dinámica centrífuga, que gravita de principio a fin de este libro —con dos capítulos dedicados a Cataluña y otro más a vascos y gallegos— se acrecienta con otros fallos estructurales, como bombas de relojería que pueden estallar en cualquier momento.

Esos grandes lastres del país, según Reid, no provienen de su trayectoria histórica (guerra civil), de la larga dictadura (la sombra de Franco casi se ha diluido, sostiene) o del modo en que se realizó la Transición (matiza el supuesto “pacto de olvido”).

Son, por el contrario, los problemas de índole económica —debilidad del tejido empresarial, escasa innovación, baja productividad, desequilibrios— y la propia evolución del sistema político hacia la confrontación estéril y la parálisis de las grandes reformas los que conforman un preocupante escenario de futuro.