La escritora argentina Leila Guerriero / Foto: Alejandra López.

La escritora argentina Leila Guerriero / Foto: Alejandra López.

Letras

'La llamada', Leila Guerriero en las entrañas del terror de la dictadura argentina

La escritora y columnista hace un trabajo colosal, narrando la historia oscura y compleja de una de las víctimas del golpe de Estado militar de 1976.

29 enero, 2024 01:09

Leila Guerriero (Junín, 1967), una lúcida escritora y columnista cuyo espíritu de periodista impregna todos sus textos, ganadora del Premio Vázquez Montalbán al Periodismo Cultural y Político, narra en La llamada. Un retrato una historia real, oscura y compleja.

En una vasta y ardua construcción cuyo centro es la víctima de la dictadura argentina Silvia Labayru, Guerriero representa, desde una polifonía de voces, toda una época implacable y brutal, pero también la trayectoria posterior de algunos sobrevivientes. La testigo principal es Silvia Labayru, con una aureola trágica y vibrante y un extraño distanciamiento.

Guerriero se mete en la boca del lobo de la ESMA, la Escuela Mecánica de la Armada, el centro de detención en el que se torturó, violó y asesinó a miles de personas, abordando un relato lleno de aristas donde se funden opiniones contradictorias y muchos silencios.

Como un aviso a navegantes, Guerriero citará un libro de Carlo Rovelli: “No hay un relato unívoco de los hechos (…) Hechos relativos a un observador no son hechos relativos al otro. La relatividad de la realidad resplandece aquí totalmente”.

La llamada. Un retrato

Leila Guerriero

Anagrama, 2023. 430 páginas. 20,90€

Silvia Labayru procedía de una conocida familia de militares, y su padre era miembro de la Fuerza Aérea y piloto civil. En 1976 militaba en los Montoneros. Con 20 años y embarazada fue secuestrada y enviada a la ESMA.

Tras el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, fue encapuchada, torturada y violada reiteradamente. Dio a luz en un cuchitril de su cautiverio y su hija fue entregada a los abuelos. Liberada en junio de 1978, Silvia Labayru inició una nueva vida en España. Pero los exiliados argentinos desconfiaban de quienes habían sobrevivido en la ESMA.

Al marido en ese momento de Silvia, Alberto Lennie, padre de su hija Vera, le decían: “¿Cómo tu mujer puede estar viva? Es una traidora”. La acusación de síndrome de Estocolmo y colaboración recayó sobre Silvia por sus relaciones con uno de los oficiales, y por ciertos privilegios que desde el exterior eran incomprensibles. Además se vio envuelta en la infiltración de un oficial en el grupo de las Madres de Mayo, con el resultado de varios asesinatos y desapariciones.

Leila Guerriero empezó a entrevistar a Labayru en 2021 y a lo largo de dos años, entre España y Argentina. Habló con su pareja actual, sus dos hijos, exparejas, compañeros de militancia y otras víctimas de la dictadura.

Se compone así una historia fragmentada y poliédrica, cada diálogo remite a otros diálogos, a transcripciones de juicios, a citas de otros libros escritos sobre aquel momento terrible; las descripciones del infierno de la propia Labayru nos hacen comprender como las víctimas quedaban doblegadas psíquica y sexualmente. La historia del pasado y del presente, reconstruida como un rompecabezas humano y político, está llena de contradicciones de los protagonistas.

Guerriero ha hecho un trabajo colosal, entrevemos el horror, los abusos, la pasión...

Labayru admite sus ambigüedades vitales, y al mismo tiempo se reconoce como víctima de todo tipo de abusos. Su fuerza en estas declaraciones a Guerriero está en luchar contra los fantasmas de los enemigos y contra las acusaciones del bando propio. Un derecho a vivir y a encontrar la paz se afirma a lo largo de todo el libro.

Guerriero ha hecho un trabajo colosal, entrevemos el horror, los abusos, la pasión, a veces el humor, la energía de la sobreviviente, las interpretaciones que varían según los testigos. Un abismo en el que la naturaleza humana aparece con sus miedos, malevolencias, crueldades, necesidad de supervivencia, ternuras, y, también, los silencios más profundos del horror.