Si aceptamos que todo fenómeno pueda ser síntoma de otro mayor, entonces el relativo desconocimiento de Juan Forn (Buenos Aires, 1959 - Mar de las Pampas, 2021) en España nos habla del provincianismo que acusamos como país. Y es que Forn fue durante varias décadas una figura de referencia en Argentina (es decir, en el actual centro de gravedad literario de la lengua castellana), como novelista, pero, sobre todo, como editor y periodista cultural.

Yo recordaré por ustedes

Juan Forn

Seix Barral, 2023. 370 páginas. 20 €

El emocionado prólogo que Mariana Enríquez ha escrito para Yo recordaré por ustedes explica de maravilla las razones de esa preeminencia y ofrece una introducción perfecta a la recopilación de columnas fornianas que conforma el libro. Aunque, ¿he dicho “columnas” y “recopilación”? Pues lo he dicho regular, porque estamos ante algo más que eso.

En realidad, las contraportadas que el autor publicaba cada viernes en el diario Página/12 excedían por mucho las hechuras de una columna, por extensión y por estructura. Miniaturas labradas al detalle, cada texto propone un paseo por algún paisaje social o artístico que emerge lleno de vivacidad, como si Forn estrenara maestría en algún nuevo campo del conocimiento semana tras semana, buceador de millones de anécdotas en las que se incrustan otros tantos millones de episodios de la humanidad.

Al acumularse en un solo volumen (o en cuatro, como ocurría en Los viernes, la antología completa auspiciada en su momento por Emecé), esos textos conforman una especie de historia del siglo XX contada por un lector.

Qué sé yo: aquí cabe de todo. Lo mismo caminamos junto a Robert Walser que viajamos con Bruce Chatwin, nos morimos de frío y hambre en la estepa siberiana, nos perdemos en los dominios de la China imperial o esquivamos las purgas estalinianas de la mano de alguna mujer sensacional…

Los dominios de Forn son anchos (y ajenos) como el mismo mundo, no en vano su curiosidad se revela inagotable. Pero la verdadera gracia de estos textos, por lo general de tres o cuatro páginas, radica en dos cuestiones. Una es el tono, inconfundible por ambivalente. En principio, Yo recordaré por ustedes nos invita a sonreír con espíritu cómplice. El ritmo es leve, marcado por el buen humor y la esperanza.

['Bajar es lo peor', el inquietante debut vampírico de Mariana Enríquez]

Sin embargo, a poco que el lector ande alerta, pronto empezarán a resonarle unas constantes dramáticas que el libro dista mucho de ocultar: exilios, frustraciones, violencias, muertes. Un aura de fatalismo histórico cerniéndose sobre las minúsculas vidas individuales.

La segunda cuestión es la arquitectura de las piezas, cuidadísima y de espíritu grácil, tendente a una circularidad casi aforística que conecta los principios con los finales liberando en medio un buen número de datos, peripecias y apuntes saltarines. Forn puede contarnos historias porque las ha leído, y las leyó porque le fascinaron, y nos las cuenta porque desea que nos fascinen también a nosotros. Capa sobre capa, estas sutilezas aportan unos destellos inconfundibles a las columnas, un estilo que no comparten con nadie más.

Por último, tampoco es exacto referirse a Yo recordaré por ustedes como una mera retahíla de artículos. Aquí el periodista cultural y narrador argentino no solo seleccionó los mejores, sino que, además, los ordenó de tal modo que conversan entre sí y nos acercan las preocupaciones fornianas en oleajes temáticos.

El resultado es un auténtico libro, esto es, un conjunto de lógica coherente que avanza con naturalidad unitaria. Y es una gozada.