El filósofo y sociólogo de la ciencia Bruno Latour ha muerto a los 75 años este domingo en París, según ha anunciado el grupo editorial que edita sus obras en Francia, Les éditions La Découverte. El presidente del país galo, Emmanuel Macron, se despedía de él en Twitter.

“Pensador de la ecología, la modernidad o la religión, Bruno Latour fue un espíritu humanista y plural, reconocido en todo el mundo antes de ser reconocido en Francia. Sus reflexiones, sus escritos, seguirán inspirando nuevas relaciones con el mundo”, ha escrito Macron.

Latour fue uno de los primeros intelectuales en darse cuenta de la importancia del pensamiento ecológico y en estudiar cómo el hombre se relaciona con su entorno, defendiendo la necesidad de un “nuevo régimen climático”. 

En L’hypothèse Gaïa (1992) aseguraba que son los seres vivos los que construyen sus propias condiciones de vida. Posteriormente, en Terra Forma defendía un nuevo modelo de arquitectura y de ocupación del territorio, y en Dónde aterrizar (2019) abogaba por convertir la mutación ecológica en la cuestión central del panorama político y establecía un plan de supervivencia con un nuevo actor: la propia Tierra.

En ¿Dónde estoy? (2021), un accesible y pertinente ensayo, cuajado de estimulantes reflexiones, invitaba “a desconfinarnos de ciertas ideas que han conformado el pensamiento occidental de los últimos siglos, tales como el mito del progreso o el dominio de la naturaleza”.

Latour nació en Beaune, en la Borgoña francesa, en 1947. Estudió filosofía bajo la influencia de Michel Serres. Posteriormente se centró en la antropología y realizó su trabajo de campo en Costa de Marfil. Sus intereses cambiaron pronto y pasó a estudiar a los científicos de laboratorio. En 1979 publicó junto a Steve Woolgar La vida en el laboratorio, en donde cuestionaba las teorías contrastadas en un único experimento.

En 1984 lanzó Pausteur: guerra y paz de los microbios, donde repasaba la vida y la obra del científico francés. Después se centró en libros teóricos como Ciencia en acción o La esperanza de Pandora, donde planteaba que un trabajo científico o técnico se vuelve invisible a causa de su propio éxito.

Su libro más célebre, Nunca fuimos modernos (1991), invitaba al lector a repensar y reevaluar su paisaje mental para observar que la sociedad nunca ha sido realmente moderna y le invitaba a derribar las barreras que existen entre naturaleza, sociedad y cultura. Seguiría indagando en esa vía en libros como Reensamblar lo social (2005) o Modos de existencia (2012).

Con todo este trabajo, el filósofo es un reconocido referente de activistas ambientales, políticos e investigadores que tratan de revertir los efectos del ser humano en el planeta.

Entre 1982 y 2006 Latour fue profesor en el Centre de Sociologie de l’Innovation de la Escuela de París y después pasó a enseñar en el Instituto de Estudios Políticos de París. Es doctor honoris causa por las universidades de Lund, Lausana y Montreal y medalla de honor del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Bolonia.

Fue autor o coautor de 36 libros y recibió dos grandes premios internacionales a la contribución científica o de las ciencias sociales, el noruego Holberg (2013), por sus trabajos sobre el concepto de modernidad, y el japonés Kioto (2021). En 2012 le concedieron la Legión de Honor de Francia.