Image: ¿Son los restos de Cervantes? Es posible

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Letras

¿Son los restos de Cervantes? "Es posible"

17 marzo, 2015 01:00

Los restos hallados. Fotografía: Ayuntamiento de Madrid.

Los investigadores que buscan los restos del escritor aseguran que hay "muchas coincidencias y ninguna discrepancia" entre los datos históricos, arqueológicos y antropológicos obtenidos, pero no han conseguido individualizar sus restos ni realizar pruebas de ADN que proporcionen "certeza absoluta". Aquí puede leer y descargar el informe completo de los investigadores.

¿Están los restos de Miguel de Cervantes entre los que se han analizado en el convento de las Trinitarias de Madrid? Probablemente sí. ¿Podremos algún día identificarlos con certeza absoluta? Seguramente no. El doctor Francisco Etxeberria, jefe del equipo de investigadores, ha comunicado este martes en una multitudinaria y esperada rueda de prensa que "existen muchas coincidencias y ninguna discrepancia entre los datos históricos, arqueológicos y antropológicos" obtenidos en el caso, por lo que "es posible considerar que entre los fragmentos de la reducción localizada en el suelo de la cripta de la actual Iglesia de las Trinitarias se encuentren algunos pertenecientes a Miguel de Cervantes". Es decir, hoy podemos decir con algo más de convicción -la de los investigadores es total- que entre los restos estudiados pueden estar los de Cervantes.

Pero para identificar con certeza absoluta los restos de Cervantes sería necesario un análisis de ADN, algo que se intentará realizar en la tercera fase del proyecto, aunque Etxeberria ha avanzado que las posibilidades de que las muestras proporcionen información genética suficiente "son escasas", ya que los huesos se encuentran "muy deteriorados".

Además, aunque se consiguiese trazar un perfil genético de los restos, habría que cotejarlo con algún pariente directo del escritor, y la única candidata sería su hermana, que se encuentra enterrada en el convento carmelita de Alcalá de Henares. El problema es que sus restos están en un osario, por lo que identificarlos sería muy complicado, por no decir imposible.

Las coincidencias históricas, arqueológicas y antropológicas a las que aluden los investigadores se centran en un grupo de 17 cuerpos que fueron inhumados en la antigua iglesia del convento de las trinitarias entre 1612 y 1630. Hasta ahora se creía que este templo estaba en el mismo sitio donde hoy se alza la nueva iglesia, pero el archivero Franscisco José Martín Perellón ha comprobado, cotejando archivos que los estudiosos anteriores creyeron erróneos, que la iglesia antigua estaba dentro de los límites del convento, pero en el extremo este de la manzana. Según las conclusiones de Martín, estos cuerpos, entre los que se encontraban los de Miguel de Cervantes y su esposa, Catalina de Salazar, sufrieron al menos dos traslados. En 1630, según los estatutos de un nuevo patronato del convento, se exhumaron y se depositaron en algún lugar desconocido dentro de los muros de la comunidad monástica. A partir de 1673 se iniciaron unas obras de ampliación del convento y la construcción de la nueva iglesia, en cuya cripta se enterraron de nuevo aquellos restos a partir de 1730.

En el subsuelo de la cripta del este templo se han encontrado tres niveles de enterramiento. En el más profundo de ellos se ha encontrado lo que los investigadores denominan una "reducción", es decir, una agrupación de restos, que guardan un alto grado de correspondencia con esos cuerpos trasladados. Según el análisis antropológico de los mismos, la presencia de huesos repetidos permiten afirmar que entre ellos hay, como mínimo, cinco niños y diez adultos. De estos, como mínimo cuatro son de varones, aunque no se han podido individualizar, y entre ellos se han encontrado fragmentos de mandíbula con pérdida de dientes ante mortem y fragmentos óseos con indicios de degeneración articular, lo cual se corresponde más o menos con el perfil que se buscaba: un anciano al que le quedaban como mucho seis dientes y que tenía un brazo atrofiado. No obstante, la conservación de los huesos es tan deficiente que ha sido imposible encontrar resto alguno de los arcabuzazos que el autor del Quijote supuestamente recibió en la batalla de Lepanto.

El equipo de investigadores se ha mostrado mucho más prudente en sus afirmaciones que la alcaldesa, Ana Botella. "Hoy es un día muy importante para España, hemos contribuido a nuestra Historia", ha declarado, y ha mostrado su intención de hacer las gestiones necesarias para que los restos "puedan ser visitados". Asimismo, ha anunciado que el Ayuntamiento pondrá el dinero necesario para que la tercera fase se lleve a cabo. "Estoy segura de que los madrileños estarán de acuerdo", ha afirmado.

La primera fase, centrada en el estudio arquitectónico y de la posible ubicación de los restos, costó 12.000 euros, mientras que esta segunda fase, la de la excavación y análisis antropológico de los restos hallados ha costado 102.000 euros a los madrileños, el triple del presupuesto inicial, "ya que los investigadores esperaban encontrarse con unos cuantos cuerpos y se encontraron más de 200", ha defendido el delegado del Área de las Artes del ayuntamiento, Pedro Corral.

Aquí puede leer y descargar el informe completo de los investigadores.