Image: “Creí que sería una novela para adultos, pero me fui deslizando por el universo de mi infancia y mis angustias”

Image: “Creí que sería una novela para adultos, pero me fui deslizando por el universo de mi infancia y mis angustias”

Letras

Ana Merino: "Creí que sería una novela para adultos, pero me fui deslizando por el universo de mi infancia y mis angustias"

"Creí que sería una novela para adultos, pero me fui deslizando por el universo de mi infancia y mis angustias"

3 julio, 2009 02:00

Ana Merino. Foto: Félix de la Concha

Agotada todavía por el jet lag de un interminable viaje de regreso a Estados Unidos, donde vive desde hace catorce años, Ana Merino (Madrid, 1971) se confiesa sorprendida y feliz. No es para menos: acaba de publicar su primera novela, El hombre de los dos corazones (Anaya), y prepara un taller de escritura creativa en español para la Universidad de Iowa, sin perder de vista la poesía (está metida de lleno en un nuevo poemario), ni su pasión por el cómic, ni su nomadismo vital.

Lo suyo, como si de Corto Maltés se tratara, es no parar de un continente a otro, de un idioma al otro -poemas en castellano, clases en inglés-, entre España y Estados Unidos, su guarida desde hace años sin que deje jamás de soñar con el regreso definitivo, aunque confiese que “mi nomadismo vital me lo impide. Llevo catorce años fuera de España pero tengo la sensación de que nunca me he ido del todo”.

Ahora, esta licenciada en Historia Moderna, que se especializó en Historia y Teoría del Cómic en la Universidad de Pittsburgh y es profesora en Darmouth College, anda enredada en un proyecto fascinante: la organización de un taller de escritura creativa en español en la Universidad de Iowa. Le ronda también otra novela, y un nuevo libro de poemas, el sexto, pero sin prisas, dejándolos macerar lentamente.

-¿Cómo surgió el proyecto del taller?

-La Universidad de Iowa es la número uno en escritura creativa en los Estados Unidos y su prestigioso taller de escritores (en lengua inglesa) tiene más de 70 años. Allí también se fundó en 1967 International Writing Pogram (Programa International de Escritura) que acoge en residencia a escritores para que puedan disfrutar del ambiente literario de la ciudad y trabajar en sus proyectos.En este caldo de cultivo surge la idea de crear un taller de escritura creativa en lengua española que complemente y refuerce la realidad literaria de la universidad y el país. Yo he tenido la suerte de ser seleccionada, con Roberto Ampuero y el chicano Santiago Vaquera-Vásquez, para formar el equipo que arrancará dicho programa.

-¿Y en qué va a consistir?

-En un proyecto que confirma la fuerza de la lengua española en la identidad estadounidense. Un proyecto global que estará abierto a todos los estudiantes y ofrecerá la posibilidad de profundizar de forma creativa en el universo de la literatura en lengua española

El español y los sueños

-Sabemos que el español es ya la segunda lengua más hablada en las Estados Unidos, pero ¿cuál es su situación real, desde el punto de vista de alguien que, como usted, vive entre dos mundos y dos lenguas?

-El español es una lengua viva construida en torno a muchas culturas que la enriquecen. En los Estados Unidos se caracteriza por su ductilidad expresiva dentro del contexto de la oralidad cotidiana de sus hablantes. Ahora es también una lengua clave que entra dentro del juego democrático, porque los políticos se esfuerzan por aprenderla. Además es la lengua de los que sueñan con un futuro mejor cruzando la frontera. Tal vez no tenga el poder económico del inglés pero tiene una dimensión poética innegable que la hace increíblemente atractiva.

Por lo que a su debut en la novela se refiere, Ana Merino reconoce que El hombre de los dos corazones, destinada a los lectores jóvenes, la ha tenido ocupada y preocupada cuatro años. Que un buen día empezó a escribirla “sin darme demasiada cuenta”, y que “primero pensé que sería una novela realista para adultos, pero poco a poco me fui deslizando por el universo de mi infancia y mis angustias”. Por eso, los personajes “tienen algo de mi niñez, sobre todo la hija y los seres que van apareciendo alrededor de la historia… Pero la madre representa la mirada del tiempo, esa nostalgia que sentimos por las cosas que ya no existen pero en las que creímos ciegamente”.

-¿Tiene ya pensado dar el salto a la novela para adultos?

-Tal vez nunca lo dé, y El hombre... sea mi pirueta narrativa. Aunque la verdad siento que hay una nueva historia que me persigue pero tengo que darle tiempo…sin preocuparme demasiado en la etiqueta de edad que pueda tener.

-¿Tantos problemas le causó esta primera novela?

-Fue un libro en el que tuve que aprender a controlar el ritmo de mis palabras porque estaba acostumbrada al aliento fugaz de los versos. La prosa te obliga a serenarte y establecer una relación constante y estable con el mundo que imaginas. En mi caso las coordenadas de un poema pueden macerar durante años dentro de mi cabeza pero no se convierten en el mismo tipo de obsesión que los personajes de una novela. Cuando inventas una escenografía de personajes la experiencia creadora se transforma en una extraña convivencia.

-Hace un año, su padre, el narrador José María Merino, comentaba que usted y su hermana habían sido siempre fuente de inspiración, y que incluso se habían influido mutuamente...

Pasión creativa contagiosa

-En la casa de mis padres los libros son un eje fundamental, el motor que alimenta la necesidad de imaginar, ellos me enseñaron a amar y disfrutar de la literatura y así he ido encontrado mi voz poética. La pasión creativa de mi padre siempre ha sido fuente de inspiración, porque la ficción es el resultado de saber combinar el talento con el trabajo tenaz. Por otra parte, mi padre es un gran contador de historias y crecer escuchándole ha sido y es un privilegio.

-¿Recuerda qué consejo le dió cuando usted le enseñó sus primeros poemas?

-Me enseñó a no tener prisa con las palabras, a dedicar tiempo a cada una de las imágenes y a dejar macerar las cosas. A releer con sentido crítico y a disfrutar de la escritura como ejercicio de expresión humana.

-Vuelve muy a menudo a España, pero ¿qué es lo que no deja de sorprenderla al regresar?

-Cuando vuelvo me duele la crispación de nuestra sociedad. Me sorprende que en un país democrático existan polarizaciones tan agresivas entre las personas que piensan diferente. Muchos de nuestros políticos necesitan madurar y aprender a dialogar.

-¿Y como escritora y lectora?

-Aprecio muchísimo el esfuerzo de las editoriales de poesía que continúan en la brecha publicando nuevas y viejas voces. Celebro que todavía existan librerías de verdad con libreros amantes y conocedores de la literatura. Aunque la verdad, me preocupa mucho que puedan llegar a ser una especie en extinción, los buenos libreros son el corazón que educa y estimula a los lectores.

-Ademas de poeta, es una de nuestras mayores especialistas en novela gráfica. ¿Qué nivel tiene el cómic español actual, comparado con el estadounidense y el hispanoamericano?

-España siempre ha tenido muy buenos artistas y una gran tradición editorial. En Hispanomérica, los artistas lo tienen muchísimo mas difícil porque la tradición editorial se ha perdido, mientras que en Estados Unidos la cosa es más sencilla. Lo que me gusta de España es que existen editores emprendedores amantes del cómic, como es el caso de Jesús Moreno y su editorial SinsEntido que se arriesgan y apoyan el medio contra viento y marea. Por otra parte grandes editoriales de narrativa han visto el posible filón del cómic, etiquetado por ellos como “novela gráfica” y tratan de abrir nuevos mercados.