Image: Sesenta relatos (de Buzzati, a los 100)

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Letras

Sesenta relatos (de Buzzati, a los 100)

Dino Buzzati

12 octubre, 2006 02:00

Dino Buzzati

Traducción de Mercedes Corral. Acantilado. Barcelona, 2006. 616 páginas, 28 euros.

No es ésta la más completa recopilación de las narraciones escritas por Dino Buzzati. En 1982, diez años después de su muerte prematura, se publicó un volumen con el triple de piezas que las que se traducen ahora a cuenta de los Sessanta racconti que en 1958 le proporcionaron a su autor el premio Strega. ése es, por tanto, el terminus ad quem al que podemos llegar en la trayectoria narrativa de Buzzatti, que había conocido sus primeros éxitos en los años cuarenta con el relato "Los siete mensajeros" y la novela corta Miedo en la Scala recogidos aquí.

En este último título va incluido uno de los temas obsesivos del escritor. Buzzati, que desarrolló toda su vida profesional en "Corriere de la Sera", al que sirvió tanto de corresponsal en la guerra de Etiopía como de crítico de arte, transforma la narración aparentemente costumbrista de una velada del famoso teatro milanés en una irónica puesta en evidencia del miedo de los burgueses al estallido de una supuesta revolución que creen inminente en virtud, tan sólo, de meras sugestiones y, quizás, de su propia mala conciencia. Frente a los cuentos de terror, los relatos de miedo de Buzzati calan en la sensibilidad de sus lectores mediante muy hábiles recursos para generar un clímax desasosegante a partir de una minucia o una banalidad, una gota de agua, los ratones, las cucarachas, la tiranía de un niño, el caudal del río que se abalanza sobre una casa señorial, cuando no de una amenaza inconcreta como la que se cierne sobre los viajeros del tren en "Algo había pasado". En el cuento "Siete pisos" compartimos la angustia de Giuseppe Corte al ver cómo su ubicación en las diferentes plantas de un sanatorio lo va acercando a la muerte, en un crescendo kafkiano que también encontramos en otras piezas como "No esperaban nada más" y en relatos de ambientación oficinesca, como "Una carta de amor". No es descabellada esta conexión con el autor de La metamorfosis; Buzzati carece, probablemente, de su hondura, pero existen muchas concomitancias entre los universos de ambos, con una evidente diferencia en la gradación de un componente, el humor, que no es ajeno a Kafka, pero que en el italiano se manifiesta más risueño y patente, asociado además a una ironía generalizada que no deja de transformarse en sarcasmo como sucede, por caso, en "El crítico de arte".

Porque no resulta difícil vincular las creaciones narrativas de Buzzati con su actividad profesional, que incluyó, como es bien sabido, precisamente la crítica artística. "Huelga de teléfonos", "El problema del estacionamiento", "La peste automovilística" son títulos que remiten a la cotidianeidad recopilada en las páginas de la Prensa, del mismo modo que "De hidrógeno" o "Rigoletto" traslucen el miedo a la guerra nuclear, tan propio de aquellos años primeros de la guerra fría, o "El cuento de Navidad" responde a una vieja tradición del periodismo europeo. En Buzzati se da, sin embargo, un curioso fenómeno que también podemos percibir en la literatura de álvaro Cunqueiro: el salto sin solución de continuidad de la realidad más pedestre a la magia y la fantasía. Ambos escritores son maestros en narrar con los mismos recursos y con idéntica soltura lo natural y lo insólito, lo empírico y lo inverosímil. Los propios lectores habituales de la Prensa escrita sabemos que no hay día en que no se nos ofrezca una noticia, avalada por el pacto de veracidad que es propio del medio, que trascienda o incluso violente las reglas de la lógica común para adentrarse en las fronteras de la maravilla.

Leídos en su conjunto los relatos de Buzzati dejan ver, a veces con demasiada candidez, las estrategias del autor, que suele comenzar la narración con la muy precisa referencia al nombre y entorno del protagonista para emprender luego, gradualmente, un camino de sucesiva desrealización. Incluso en alguna ocasión, como en "El hombre que quiso curarse", se incurre en la torpeza de acompañar el escueto relato de los hechos con su hermenéutica ad usum delphini. Por eso, y en un sentido contrario, los mejores relatos de Buzzati son aquéllos que preservan hasta el final la atmósfera ambigua y sugerente de historias a medio camino entre la realidad y la fantasía, con un pie en la noticia y la mirada volcada hacia un horizonte de misterio y poesía. Curiosamente, algunos de ellos, por ejemplo "La capa" o "La canción de la guerra", coinciden en su tema bélico, al que pertenece también la última pieza de la colección, otra novela corta de impresionante factura, "El acorazado Tod".

El cómic inédito

Como en tantas ocasiones y con tantos autores (Roth, Zweig) ha hecho Jaume Vallcorba en Acantilado, también Javier Santillán, de Gadir, puede enorgullecerse de haber recuperado del olvido a Dino Buzzati. En los últimos años ha rescatado El desierto de los tártaros, Un amor, El secreto del Bosque Viejo, La famosa invasión de Sicilia por los osos, El gran retrato, y ahora, para celebrar el centenario del italiano (se cumple el próximo lunes 16), publica por primera vez en España, Poema a fumetti (Poema en viñetas. Novela gráfica), con dibujos del autor, y una nueva edición ilustrada de El secreto... El primero es una revisión del mito de Orfeo y Eurídice, cargado de erotismo, misterio y melancolía. Escrito originalmente en 1969, en su momento el autor no estaba seguro de que fuese entendido y apreciado, aunque él personalmente se prefería pintor antes que escritor.